Grupos de ciudadanos dieron en estos días una hermosa lección de sensibilidad social al participar en una jornada nacional de limpieza de las playas y ciertos tramos costeros.
Este esfuerzo constituyó un claro mensaje a toda la sociedad sobre el deber y la irrenunciable necesidad de proteger el medio ambiente, frente a las amenazas que cada día parecen deteriorarlo.
Hay muchos retos en este sentido y nuestro país, favorecido por la naturaleza, está compelido a proteger sus riquezas no sólo para un adecuado disfrute de las generaciones presentes sino de las futuras, a las que debemos garantizarles calidad de vida.
No nos cabe duda de que, ante ese y otros ejemplos ciudadanos, los dominicanos se volcarán también con entusiasmo a la tarea de sembrar dos millones de plantas en distintas zonas del país, como parte de un esfuerzo supremo que organiza para el próximo mes el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Ya se han organizado 15 mil voluntarios que trabajarán en brigadas, pero es indispensable que más dominicanos aporten su tiempo y su esperanza en el futuro contribuyendo a sembrar árboles en los lugares en los que verdaderamente son indispensables, como las orillas de los ríos y en las montañas carcomidas por la deforestación.
Este debe ser un compromiso nacional, que a todos nos atañe, porque con él protegemos el lugar que Dios nos ha destinado para vivir, trabajar y progresar.
Vía: Listín Diario