«Owino», el testimonio audiovisual de la incansable lucha de un humilde poblado de chabolas en Kenia contra la industria y el poder ante la grave contaminación por plomo sufrida durante siete años a causa de una fábrica que nunca debió ser autorizada.
Producida por Desirée García y codirigida por Javier Marín, ambos periodistas de la Agencia EFE, estedocumental se exhibe mañana, 28 de marzo en el festival internacional Docs Valencia.
Estrenado en 2017 ha sido proyectado ya en distintos festivales nacionales y extranjeros y en diciembre fue premiado en el Festival de Cine Independiente de Roma (RIFF) por restituir “la imagen no estereotipada de una África consciente, llena de vida y deseosa de redención”.
En él se narra la lucha de una pequeña comunidad africana “por el derecho a vivir en un medio ambiente limpio, hostigada por los intereses de grandes empresas y gobiernos corruptos”, todo ello rodado en alta definición 6K en Owino Uhuru, un barrio chabolista situado en la zona industrial de Mombasa, la ciudad más turística de Kenia y el mayor puerto del este de África.
Reciclaje de baterías de coche
En 2007 una planta de reciclaje de baterías de coche se instaló en mitad de este poblado, que dio trabajo a decenas de vecinos pero obvió las normas más básicas de seguridad laboral y medioambiental.
Se convirtió enseguida en una potente fuente de contaminación por plomo que llegó a la población a través del suelo, el aire, el agua y los propios trabajadores, según narra la productora del documental, Terranova Works.
Los elevados niveles de plomo vertidos de forma incontrolada durante cerca de siete años han tenido letales consecuencias para sus cerca de 3.000 residentes: abortos, niños con retraso intelectual, problemas respiratorios, dolores crónicos y muertes que aún siguen registrándose.
Las mujeres del poblado
El descontrol de residuos tóxicos y la insólita lucha -liderada por las mujeres del poblado- de una comunidad desfavorecida contra las grandes corporaciones, el gobierno, la fiscalía e incluso la policía pivotan en los 72 minutos de “Owino” entre testimonios de víctimas, expertos y médicos que intentan poner luz ante tanto desatino industrial y administrativo.
“El caso de Owino Uhuru es algo extraordinario en África. Ciudadanos sin apenas recursos y cuyos derechos son pisoteados a diario fueron capaces de organizarse para enfrentarse a un gobierno y a una multinacional”, destaca Marín, codirector del documental junto a Yusuf Razzaque.
“Los habitantes de Owino Uhuru quieren vivir allí, es su hogar. Da igual que el poblado esté contaminado, que sus amigos o familiares sigan muriendo por el plomo o que ninguno tenga agua corriente o electricidad. Nacieron allí y quieren morir allí”, apunta Razzaque.
EFEverde