Santo Domingo.- Un refrán muy popular ha circulado de boca en boca durante generaciones, intentando definir un comportamiento muy propio de algunos dominicanos y dominicanas: poner candado después del robo. De tanto reproducir esa forma de actuar se la define como una característica. ¿Será que se trata de información genética transmitida a través de cromosomas?
Desde finales del siglo pasado se promueve una tendencia global, basada en la prevención, destinada a revertir esa práctica, conscientes de que prevenir permite sustanciales beneficios en el mediano y largo plazos.
En los servicios y en la producción, sea de alimentos, de energía o de combustibles, se viene promoviendo la Producción más Limpia (P+L) a fin de prevenir contaminaciones y optimizar los insumos. La P+L es definida por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) como la aplicación continua de una estrategia ambiental preventiva, para procesos y productos, con el fin de reducir los riesgos al ser humano y al medio ambiente. La estrategia tiene por objetivo reducir todos los impactos durante el “ciclo de vida del producto”, desde la extracción de materias primas hasta el desecho final.
En el ámbito internacional, las conferencias de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Las Cumbres de la Tierra), celebradas en Río de Janeiro (Brasil), en 1992, y en Johannesburgo (Sudáfrica), en 2002, dictaron las pautas a seguir.
En la primera participaron 172 gobiernos, entre ellos 108 jefes de Estado o de Gobierno. En ese cónclave la principal conquista fue el acuerdo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que más tarde condujo al Protocolo de Kioto.
La segunda cumbre convocó a 180 gobiernos, con el acuerdo de continuar promoviendo el desarrollo sostenible, mejorar los niveles de pobreza y revertir la continua degradación del ambiente mundial.
Acciones locales
En el país, las acciones se iniciaron en el año 2001, con la elaboración de un documento del Estatus de la Producción Más Limpia, a requerimiento del Consejo de Producción Limpia de Chile, previo a una reunión sobre el tema que se efectuó en noviembre de ese mismo año, con miras a la cumbre de Johannesburgo.
En 2002, se ejecutó un programa de difusión de P+L, en el que se dictaron seminarios e impartieron talleres, dirigidos a técnicos del sector oficial y a empresarios de Santo Domingo, Santiago, San Cristóbal y San Pedro de Macorís. En adición se efectuó una visita guiada al Centro de Producción Más Limpia de Costa Rica. Acciones similares se efectuaron en 2003.
Es en 2004 cuando en el país se promulgan los decretos 786-04 y 789-04 que crean la Oficina Nacional de Mecanismo de Desarrollo Limpio (ONMDL) y el Programa Nacional de Producción Más Limpia (PNP+L), respectivamente, bajo la dirección de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarena).
El objetivo general de la ONMDL es ejecutar proyectos de energía renovable, uso de combustible más limpio, de eficiencia energética, captura de metano y reforestación, entre otros, en el marco de la Convención de Cambio Climático y del Protocolo de Kyoto, con el propósito de reducir y capturar gases de efecto invernadero que inciden en el calentamiento global.
Aunque en 2005 se obtuvo la colaboración de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), con la finalidad de crear un Centro Nacional de Producción Más Limpia (CNP+L) y elaborar la política nacional sobre el tema, todavía el país no cuenta con dicho centro, y fue en 2008 cuando se hicieron públicos los términos de referencia para la elaboración de la política.
La empresa consultora que está trabajando en la misma fue seleccionada mediante concurso en base a un acuerdo de cooperación con la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD), la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y el Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos (DR-CAFTA).
El concepto echa raíces
Quienes promueven la P+L consideran que la misma debe ser vista como parte de una inversión que dará beneficios a corto plazo y aseguran que la mitad o una cantidad mayor de desechos podrían evitarse a través de cambios menores en el proceso y buenas prácticas de manufactura. Concluyen que la P+L es el camino a un desarrollo industrial sustentable verdadero.
El coordinador del PNP+L afirma que en el país se ha logrado que algunas empresas introduzcan cambios en el proceso de producción. Cita la reciente participación de nueve empresas criollas, con 25 proyectos, en la cuarta convocatoria del Premio Regional a la Producción Más Limpia (correspondiente a 2008, con la participación de los países centroamericanos y RD), organizado por la CCAD en reconocimiento a las empresas que trabajan por el mejoramiento continuo de sus productos, procesos y servicios, para lograr un mejor desempeño ambiental y un aumento de su competitividad. “Fuimos el país que presentó más proyectos y el que más premios obtuvo. Los proyectos fueron bastante innovadores”.
Las universidades
A finales del año pasado, el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec) dejó en funcionamiento un Laboratorio de Eficiencia Energética y Energía Renovable, a fin de contribuir a que las empresas logren los niveles de producción deseados con los estándares de calidad necesarios, menores gastos energéticos y la mínima contaminación ambiental.
En tanto, la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) impulsa la creación de un Centro de Excelencia de Producción y Productos Limpios para la Competitividad (CEP2+L), con el objetivo de mejorar el nivel de competitividad de las empresas dominicanas a través de la promoción e implementación de modelos de producción sostenibles mediante un enfoque que amplía el ámbito de la P+L para incluir la responsabilidad social empresarial.
PROYECTOS GANADORES DEL PREMIO P+L
Las empresas ganadoras fueron Punta Cana, con el proyecto “Sociedad para áreas costeras ecológicamente sustentables”; Khoury Industrial, con la “Optimización del uso de agua en la planta de agregados” y la “Optimización del uso de cemento en la planta de blocks”, y Ambev Dominicana, con la “Implementación de Sistemas de Gestión Ambiental Ambev”, y el “Programa de reducción de generación de residuos sólidos y aumento del margen de subproductos”.
También, Cotler Hammer, con el proyecto “Ahorro de consumo de agua”; Cervecería Nacional Dominicana, con el “Sistema de Recuperación de CO2”; y Mercasid, con “Ahorro de energía – Retrofit Luminarias”.
La empresa AES Andrés obtuvo tres galardones con los proyectos “Optimización de la disposición de las cenizas resultantes del proceso de generación de energía eléctrica en las calderas de la generadora Itabo Carbón”, “Aprovechamiento de los gases de evaporación del tanque de almacenamiento LNG de AES Andrés para la generación de energía eléctrica”, y “Sustitución de hipoclorito de sodio para una mejora de eficiencia usando cloro-bromo en las plantas desalinizadoras en la central generadora de AES Andrés”.
El PNP+L mantiene una alianza con las empresas, a través de la Red Nacional de Empresas de Apoyo a la Producción Ambiental y trabaja en la elaboración de los Acuerdos Voluntarios de Producción Limpia, instrumentos mediante el cual el sector privado se comprometerá, mediante una negociación con el Gobierno, a introducir mejoras en sus procesos para evitar contaminación.
“En el capítulo 17 del DR-CAFTA se habla de instrumentos voluntarios para asuntos de medio ambiente. Ese tratado manda claramente a los países CAFTA a crear sistemas de producción limpia e instrumentos voluntarios”, recuerda Gómez.
Solange de la Cruz Matos
Listin Diario