Monsanto en República Dominicana, camuflada a través de su hija De Ruiter Seeds, es un golpe más de las autoridades locales al medioambiente, a la economía, a los productores agrícolas locales, precisamente el 21 de diciembre, cuando toda la población está pensando en cerdo asado y cervezas.
Monsanto, una empresa creada en 1901 en Estados Unidos, que se ha constituido en la más poderosa en la economía agrícola, además de ser centro de controversias y litis por su vocación al monopolio y sus cabildeos con los gobiernos.
Los grupos ecologistas y defensores de los campesinos critican que Monsanto manipule genéticamente una semilla, la patentiza y luego comercializa la semilla y también los agroquímicos para tratar la planta durante el proceso de crecimiento y producción, pero luego no le permite al agricultor guardar semillas de su propia cosecha para una próxima siembra, sino que está obligado a compararle nuevas semillas a la empresa. Los agricultores quedan así atados a Monsanto, como si se tratar una esclavitud económica.
En muchos países la historia muestra a agricultores que se quedaron sin tierras o perdieron sus últimas energías peleando con Monsanto, que al enviar a las fincas los “policías del gen” (agentes pagados por la misma Monsanto) certificó que voluntariamente o por accidente en la finca habían plantas cuyas semillas eran “propiedad” de Monsanto, y de inmediato les introducía una demanda para despojarlos de sus predios.
Esa misma compañía, que además en 1992 fue capaz de inducir a la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos, a emitir un informe en el que se alegaba que no había necesidad de estudiar las productos transgénicos porque un maíz transgénico es igual a un maíz no transgénico, ésa ha llegado a República Dominicana de la mano del Ministerio de Agricultura y la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), sin que siquiera el Ministerio de Medio Ambiente diga: “Esta boca es mía”.
yer, en una nota publicada en un medio de circulación nacional se daba cuenta de que “República Dominicana tendrá la oportunidad de potenciar una línea de cultivos protegidos de vegetales y hortalizas que le permitirá incrementar la producción de productos sanos e inocuospara la exportación y consumo local, a partir de la utilización de semillas de la mundialmente famosa marca De Ruiter Seeds”.
¿A cuáles cultivos protegidos se refiere la nota? ¿A los cuestionados transgénicos que la Unión Europea no ha aprobado? ¿A cuáles productos sanos se refiere? ¿A los transgénicos de los cuales no se sabe sus efectos en el ser humano a largo plazo y que afecta los productos nacionales y el medioambiente? ¿A cuál empresa mundialmente famosa se refiere? ¿a De Ruiter Seeds? Que es socia del monstruo Monsanto no solo en República Dominicana, sino en el mundo entero, basta entrar a la página web de De Ruiter Seeds para ver un enlace directo a la página de Monsanto.
Es decir, Agricultura y la JAD están entrando un lobo al corral, disfrazado de oveja, y esto es totalmente intencional, porque la historia de Monsanto es perfectamente conocida, sólo su poder económico le ha permitido seguir operando a pesar de los múltiples escándalos en todo el mundo y de la demanda de 700 millones de dólares que tuvo que pagar por el uso de PCBs o dioxinas en sus agroquímicos o venenos.
¿De dónde sale la mala fama de Monsanto?
“La mujer del César no sólo debe ser seria, sino que también debe aparentarlo”
Si usted conoce los cartoon “Pinky y Cerebro”, diga que Pinky es De Ruiter Seeds y Cerebro es Monsanto.Monsanto quiere dominar al mundo a través de la alimentación, apropiandose de las patentes de todas las semillas. Su objetivo es que antes de que usted se entre un pan a la boca, ya se le haya pagado sus derechos por haber modificado la semilla de trigo de la que nació la planta con que se fabricó el pan. Hay que pagarle por haber hecho “resistente” la semilla de trigo a plagas y enfermedades, sin embargo, esa resistencia es producida de forma artificial gracias a los químicos, es decir, que es muy posible que el producto no haya sido atacado por plagas y enfermedades, pero eso no significa que no sea nocivo para la salud humana y para el ambiente.
Con Monsanto hay que andarse con cuidado porque durante un siglo estuvo comercializando un químico agrícola, el PCB o dioxinas causante de trastornos en el sistema nervioso, a pesar de saber el nivel de toxicidad del producto y sus consecuencias. El PCB era usado en la fabricación de trasformadores y otros equipos de generación eléctrica, y en 1935 absorbió a la compañía fabricante y empezó a utilizar y comercializar ese tóxico en todo el mundo.
La periodista Marie-Monique Robin, en su libro “El mundo según Monsanto” (de la editorial Península), revela a través de datos concretos, que Monsanto supo por décadas que el PCB era altamente tóxico y, sin embargo, siguió comercializándolo.
“El mundo según monsanto es un mundo en que la agricultura es practicada por persona que no son agricultores, como vi en Argentina, Cánada y Estados Unidos, donde además, las semillas son controladas por una empresa llamada Monsanto, que hace que todos los años los agricultores tengan que comprar nuevas semillas, porque son patentadas, y no pueden seguir guardando una parte de su cosecha, intercambiar semillas, no pueden seguir haciendolo, porque si no Monsanto le manda los que son los policias de los genes”, dijo Robin en una entrevista con la periodista Carmen Aristegui en CNN México colgada en youtube.
Los PCBs afectaban al desarrollo del sistema nervioso y era nocivo también para el medioambiente. En EE. UU. y Canadá se ha estimado que el conjunto de población posterior a la difusión masiva de PCB ha podido nacer con entre un 5% y un 7% de disminución intelectual respecto a las generaciones anteriores, sobre todo en lo que afecta a la memoria.
Monsanto fue demandada y se vió obligada a parar el uso de los PCBs en la década del 70, e indemnizar a las víctimas con 700 millones de dolares y construir un hospital especializado, sin embargo, ninguno de sus ejecutivos fue enjuiciado, es decir, asumió la culpa, pagó la responsabilidad económica, pero no la moral.
Sin embargo, no es solo los PCBs, también Monsanto comercializó entre sus «agroquímicos» al archiconocido “agente naranja”, utilizado por Estados Unidos en la Guerra de Vietnam, o sea, que las relaciones y ramificaciones de Monsanto van hasta la industria armamentista, una de las más poderosas del mundo. “Monsanto hizo falsos estudios científicos para esconder las consecuencias de la exposicion del agente naranja y el cáncer”, concluyó Robin en su investigación de varios años.
¿Qué hace tan poderosa a Monsanto? Su poder económico y su alianza con sectores políticos, entre otros, como ya mencionamos el armamentista, de donde obtiene los químicos, ya en deshuso o desechados, que luego vende junto a las semillas de las que dice es propietaria.
Michael Taylor («El lobbista») -ejecutivo de Monsanto y después de la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos, y luego otra vez de Monsanto- es el mejor ejemplo. En 1992, mientras estuvo en la FDA, fue el artífice del informe que certificaba la equivalencia sustancial entre el maíz transgénico y el maíz normal por lo que la entidad recomendó no hacer más estudios sobre los alimentos transgénicos.
Científicos serios y críticos despedidos
En ese momento, los científicos de la FDA que disintieron del informe, y lo externaron, fueron despedidos, por lo que el resto calló ante la barbarie. En todo el mundo, hay una dilatada historia de científicos serios despedidos o que perdieron el financiamiento de sus investigaciones, solo porque demostraron los efectos perniciosos de los transgénicos en la salud y el medioambiente, o porque muestraron reservas en el uso de éstos.
Monsanto en República Dominicana, camuflada a través de su hija De Ruiter Seeds, es un golpe más de las autoridades locales al medioambiente, a la economía, a los productores agrícolas locales, precisamente el 21 de diciembre, cuando toda la población está pensando en cerdo asado y cervezas.
Por: Por: Patricia Báez M.
Vía: Acento.com
Con la llegada MONSANTO la Republica Dominicana puede decir que el acto de terrorismo biologico en contra de nuestra biodiversidad esta legalizado.La JAD y comparte han abierto nuestro banco de germoplasma al vandolerismo tecnologico y comercial.El caos y la involucion os saludan.