La cumbre sobre el clima que la ONU acogerá el próximo septiembre no será un lugar para «discursos», sino que únicamente dará protagonismo a quienes acudan con planes concretos para reforzar sus medidas contra el calentamiento global.
El principal encargado de organizar la cita, el mexicano Luis Alfonso de Alba, explicó este martes que Naciones Unidas quiere una “cumbre diferente” y aseguró que ha recibido una respuesta positiva por parte de los países.
“Una cumbre que no sea sólo una ocasión para que unos cuantos discursos sean leídos, sino básicamente un encuentro en el que todos los participantes vengan con un plan”, señaló.
La reunión fue convocada el pasado año por el secretario general de la ONU, António Guterres, que posteriormente nombró a De Alba como enviado especial para la cumbre, un puesto desde el que se encarga de dirigir todos los preparativos.
En una conferencia de prensa, el diplomático mexicano señaló que espera la participación de “un gran número” de líderes internacionales, pero subrayó que únicamente tomarán la palabra los representantes de países que puedan presentar ya planes para añadir más ambición a sus medidas contra el cambio climático.
Bajo el Acuerdo de París, negociado en 2015, los Gobiernos tienen hasta finales de 2020 para dar a conocer una actualización de las llamadas Contribuciones Determinadas Nacionalmente (NDC), sus planes para reducir emisiones y frenar el calentamiento global.
Medidas
Con la cumbre de septiembre, la ONU quiere que los Estados que ya estén listos para dar a conocer esas medidas tengan un escenario donde hacerlo y animar así al resto de la comunidad internacional a aumentar su ambición, algo que se considera imprescindible dados los últimos datos científicos.
De todos modos, el enviado de la ONU señaló que la idea es que sólo aquellos que tengan planes significativos intervengan en la cumbre, que apenas durará seis horas.
“Coaliciones” internacionales
En paralelo, más de 40 países están participando en una serie de “coaliciones” internacionales puestas en marcha para abordar distintos aspectos de la lucha contra el cambio climático, como la financiación, la transición energética o las acciones a nivel local.
La cumbre se celebrará el lunes 23 de septiembre, la víspera del inicio de los debates anuales de los jefes de Estado y de Gobierno en la Asamblea General de la ONU.
Durante el fin de semana previo, además, habrá ya actos vinculados con la cita, en la que se espera que junto a Gobiernos participe el sector privado y la sociedad civil, con especial importancia para la juventud.
Actuación de los Gobiernos
De Alba recordó este martes que el cambio climático se ha convertido en una “crisis” de la que es muy consciente la ciudadanía, y no solo los científicos o los ecologistas.
“La opinión pública está pidiendo a los Gobiernos que actúen”, recalcó.