Los chinos están construyendo una gran muralla de bosques para detener y reducir la desertification del norte de su país que ocupa el 27 % de su territorio.
La contribución de cada ciudadano consiste en sembrar al menos 3 árboles al año.
Se han creado brigadas de forestación que reciben un pago por realizar su intenso trabajo, lo que, a su vez, es una forma de reducir pobreza.
Igualmente, emprendedores producen plántulas en sus viveros que venden al Estado y ciudadanos donan a través de sus celulares.
500 millones de personas participan cada año y la meta es sembrar 100 mil millones de árboles para 2050. A la fecha, la Gran Muralla Verde ha alcanzado el tamaño de toda Europa Occidental y sigue creciendo.