Investigan irregularidades y multas de BP, la empresa responsable del mayor desastre ecológica del mundo.
La «marea negra» que afecta gran parte del Golfo de México, a consecuencia del derrame de petróleo de la compañía British Petroleum (BP), está considerado el desastre ecológico más grande de la historia.
Hasta la fecha, afectó a varias especies marinas. Los expertos indican que el daño será irreversible. Por su parte, la BBC informó que el derrame asciende a 70 mil barriles diarios, dato que contradice lo que la compañía británica expuso al decir que eran sólo 5 mil barriles diarios.
El percance ya cobró la vida de 11 trabajadores, quienes murieron en la plataforma cuando ésta se incendió, informó la BBC.
Pero eso no es todo: en los últimos tiempos la compañía fue objeto de críticas por tratar de minimizar el desastre y por haber incurrido en varias irregularidades que fueron puestas al descubierto por el sitio huffingtonpost.com
Aquí una recopilación de los secretos detrás del desastre petrolero causado por la British Petroleum.
Algunas fuentes indican que, tras el desastre económico, la BP trató de sobornar a varios residentes que viven en las costas, con la finalidad de que no demanden a la firma por los daños causados. Esta oferta se extiende a los pescadores a quienes se les ofrecieron 5 mil dólares.
Según reportes, antes de que sucediera la tragedia, la compañía británica ya sabía que podía ocurrir. De hecho, el demócrata, Henry Waxman, señaló que BP informó al subcomité de Energía y Comercio de la Cámara que se había detectado un fallo en una prueba de presión antes de la explosión.
Ese testeo indicó que la presión estaba aumentando en el pozo, lo que indicaba una filtración de crudo o gas, lo que podría causar una detonación, señaló.
«Sin embargo, BP no suspendió las operaciones y ahora 11 trabajadores están muertos y el Golfo se enfrenta a una catástrofe ambiental», comentó Waxman
Algo similar sucedió en 2005, en la refinería de BP que se encuentra en Texas, cuando los funcionarios de dicha compañía ignoraron sus propias normas de seguridad. Como resultado de esta arbitrariedad 15 empleados murieron y 170 resultaron heridos.
En 2006, 267 mil galones fueron vertidos en el mar de Alaska, debido a un pequeño agujero en la tubería. En el 2002, se había informado a la compañía que tenía que checar la tubería, pero hicieron caso omiso. El derrame en esa ocasión fue descubierto cinco días después de que había empezado.
Antes de que sucediera esta tragedia, la compañía presentó un informe de 52 páginas en donde explicaban que sus actividades en la exploración de aguas profundas eran seguras y era casi imposible que afectara las playas y ecosistema de los mares, sin embargo, en el mismo informe admiten que no estaba exenta de accidentes.
En el 2009, la compañía British Petroleum luchaba contra las normas de seguridad de Minerals Management Service (MMS), quien le exigía a la petrolera revisar sus programas de seguridad por lo menos una vez cada tres años.
Sin embargo, Richard Morrison, presidente de BP extendió un comunicado en donde se inconformaban con esta norma, señalando que no estaban de acuerdo ni la apoyaba.
Sin embargo, el diario Wall Street Journal informó que la plataforma que se encontraba en el Golfo de México no contaba con un interruptor de control remoto de cierre, el cual se usa en otras naciones y pudo contener el derrame.