Al revisar las inversiones contempladas en el presupuesto de la nación para 2013, puede verse que está prevista la construcción de la carretera San Juan de la Maguana-Santiago, a un costo de US$345.3 millones, con financiamiento de la banca internacional.
Abrir vías, comunicar, es sinónimo de progreso. Pero, habría que tener el cuidado de que los daños eventuales, sobre todo ecológicos, no superen los beneficios, y también de examinar las alternativas con apego al interés general.
Los valles de San Juan de la Maguana y del Cibao son regiones productivas y de cierto nivel de ingresos, que podrían sacar ventaja de un recorte del tiempo para llegar por tierra desde una a la otra, lo que fomentaría el intercambio comercial, el turismo, y las inversiones recíprocas.
Es lamentable que para trasladarse desde el valle de San Juan de la Maguana al valle del Cibao haya que moverse sobre dos de los lados de un triángulo, e ir primero a Santo Domingo, y desde ahí al Cibao, en vez de unir directamente los dos puntos. Eso la convierte en una travesía extenuante y costosa.
Una pregunta pertinente es si la carretera proyectada desde San Juan de la Maguana a Sabaneta, El Rubio, San José de Las Matas, y Santiago, es la única o la mejor opción disponible para comunicar los valles de San Juan y del Cibao, a sabiendas de que atravesaría por los parques nacionales J. Armando Bermúdez y José del Carmen Ramírez, y de que existiría un riesgo elevado de trastorno ecológico, lo que constituye un reparo que merecería ser tenido en cuenta.
Y la respuesta que se nos ocurre es la siguiente.
Primero, para comunicar el Cibao con el sur profundo ya se tiene la carretera en reconstrucción que conduce desde Piedra Blanca, Bonao, hasta Rancho Arriba-San José de Ocoa, y desde ahí hacia Barahona Y Pedernales. Y también existe la carretera Jarabacoa, Constanza, Valle Nuevo, San José de Ocoa, con un tramo de 90 kilómetros en necesidad de reparación entre Constanza y San José de Ocoa. Ambas carreteras facilitan la llegada al valle de San Juan, aunque no constituyen la comunicación más directa posible.
Segundo, para ir desde el Cibao al Valle de San Juan la vía más directa parecería ser la de Jarabacoa, Constanza, y desde ahí la ruta del actual camino vecinal que lleva al Cercado, Yaquecillo, El Tetero, Padre de las Casas. Ese trayecto luce ser la hipotenusa del triángulo que mencionamos arriba; es decir, la ruta más corta que los une. En adición, si se adoptara esa vía para construir una carretera, no habría daño ecológico, ya que son caminos ya en uso, y el costo de construcción sería bajo, pues son veredas naturales de descenso hacia el valle de San Juan.
En consecuencia, con tan variadas opciones se hace cuesta arriba justificar una nueva, sobre todo a sabiendas de que las existentes carecen de mantenimiento elemental, y, por tanto, se utilizan poco. Y, en todo caso, en la eventualidad de que lo que se quisiera fuese comunicar el valle de San Juan con el noroeste del país, a esos fines estaría disponible la carretera internacional.
Es probable que con una inversión menor que la anunciada para abrir la ruta Santiago-El Rubio-San Juan de la Maguana, pueda construirse la carretera Constanza-Yaquecillo, El Tetero, Padre las Casas y, al mismo tiempo, reconstruirse la carretera Constanza-San José de Ocoa. Ambas mejorarían significativamente la comunicación Cibao- Sur profundo (Azua-Barahona-Pedernales, y Azua-San Juan de la Maguana), y Cibao-Sur (Padre Las Casas- San Juan de la Maguana- Las Matas de Farfán-Elías Piña).
Y lo que es más importante, permitiría potenciar la reciente inversión hecha en la construcción de las carreteras El Abanico- Casabito-Arroyo frío- El Río-Constanza, y en la de Jarabacoa- El Río. Y, además, disipar el riesgo ambiental.
Y perdonen el atrevimiento, ya que la consciencia obliga a suplir lo que la ignorancia no provee.
Vía: Diario Libre