Las cooperativas tienen un expreso compromiso con el cuidado del ambiente. Así lo deja establecido el séptimo principio cooperativo, cuando plantea que éstas deben trabajar para alcanzar el desarrollo sostenible de la comunidad por medio de políticas aceptadas por sus miembros.
Ese principio ha tomado fortaleza tras la firma del Pacto verde cooperativo. Un Compromiso con la Tierra, adoptado en la primera Cumbre cooperativa realizada en Guadalajara, México, en 2009.
El pacto muestra preocupación por “el deterioro del medio ambiente, reflejado en fenómenos como el calentamiento global, la escasez de recursos naturales, la deforestación, la contaminación de los recursos hídricos y el aire, la destrucción de la diversidad biológica y la desertificación de los suelos”.
Y acuerda la adopción de acciones y procedimientos orientados a la conservación del medio ambiente como un ejercicio de una auténtica responsabilidad social cooperativa, e involucrar el tema medioambiental como una norma de conducta y como parte de la estrategia de competitividad empresarial.
A dos años de ese compromiso, que ha significado un paso trascendente en la historia cooperativista, creó en el país el Grupo Cooperativo de Producción, Trabajo y Servicios Múltiples para el Manejo de Desechos Sólidos y Reciclaje (Coop-Reciclaje), con el objetivo primero de “establecer un sistema de formación ambiental en instituciones públicas, privadas, edificios, viviendas y otros espacios, que induzca, facilite e incentive la separación en origen de los residuos sólidos”.
Así lo deja establecido en sus estatutos, los que fueron conocidos en la asamblea constitutiva celebrada en junio de 2011. Coop-Reciclaje ya recibió su reconocimiento legal mediante el decreto de incorporación número 345-12, y, como era de esperarse, ya se adhirió al Pacto verde cooperativo.
Esencia de la cooperativa
Ángela Martínez, fundadora y presidenta de Coop-Reciclaje, habla de la necesidad de que la población se involucre en la práctica de reciclar la basura bajo el argumento de que ésta tiene valor, por lo que no debe botarse.
“La gente cree que la basura pertenece al ayuntamiento, y pertenece al ayuntamiento cuando está en la calle y está mezclada; pero usted dentro de su edificio, dentro de su empresa, hace lo que quiera con su basura: la separa, la vende. Y de hecho ya se ha iniciado la separación, pero lo que está sucediendo es que hay personas que la están donando y no se han dado cuenta que ellos pueden hacer sus propios negocios” con esa basura, expresa.
Martínez informa que esta cooperativa tendrá un gran espacio para las personas que quieran formarse en el tema de aprovechar los desechos que tienen valor económico, con el interés de que esas mismas personas repliquen los conocimientos aprendidos, impartiendo talleres en otros lugares, y que los pongan en práctica en sus condominios, empresas y en las instituciones estatales.
“Esa persona, a través de la cooperativa, se puede formar y crear su mecanismo propio para dar talleres sobre la basura y el manejo adecuado de los residuos… la idea nuestra es formar mucha gente. Nosotros seremos facilitadores del proceso”, plantea.
La presidenta de la innovadora cooperativa insiste en la necesidad de que en las instituciones públicas, que son las que tienen que dar pautas de comportamiento, se inicie la separación de la basura en origen, tal como lo prevé la Norma para la gestión ambiental de residuos sólidos no peligrosos del Ministerio de Medio Ambiente, que instruye en su acápite 5.2.1 que en todas las instituciones públicas se implanten sistemas de clasificación de residuos sólidos previo a su recolección o envío a los sitios de disposición final.
Otros propósitos
Coop-Reciclaje, además del gran objetivo expuesto por su presidenta, persigue iniciar un sistema operativo en centros educativos y colegios que induzca e incentive la separación en origen, y diseñar e implementar, con el apoyo de las universidades, campañas educativas ciudadanas promoviendo el uso y reúso de los enseres que así lo permitan.
También, iniciar programas de registro de buzos y recuperadores, así como pequeñas y medianas empresas relacionadas con el reciclaje, e iniciar una gestión de recuperación de materiales reciclables y reutilizables a través juntas de vecinos y otras instituciones.
Otros objetivos son servir de puente para facilitar el acceso a fuentes de recursos y mercadeo a pequeños productores y comunidades que deseen incursionar en el reciclaje de papel y en la elaboración de abono orgánico (el 53.5 por ciento de la basura es orgánica), así como establecer estrategias económicas, mecanismos de incentivo, puntos de donaciones y centros de acopio de productos reciclables, lo que se traducirá en beneficio económico y ambiental para los recolectores socios, la cooperativa, la comunidad y toda la sociedad.
La fundadora de Coop-Reciclaje cuenta que cuando se acercó al Instituto de Desarrollo y Crédito Cooperativo (Idecoop) para el registro de la cooperativa, le informaron que no tenían referentes de cooperativas de reciclaje, por lo que ella se hizo acompañar de técnicos de ese organismo hasta Punta Cana, provincia La Altagracia, para que conocieran el proyecto de reciclaje de la Fundación Punta Cana y lo tuvieran como referente. “Después de conocer esa experiencia, fue aceptada mi propuesta”, asegura.
Miembros y categoría
El principal requisito para pertenecer a esta cooperativa es promover la inclusión social a través de la formación y la cultura del reciclaje, y el ingreso a la misma se puede hacer a través de las siguientes categorías: socios solidarios, que son personas interesadas en el proceso del reciclaje y que desean brindar apoyo técnico y/o económico a la cooperativa; socio colaborador, se concibe como una institución pública, edificio multifamiliar, condominio, vivienda, persona física y jurídica con fines o sin fines de lucro, interesada en el manejo adecuado de los residuos; socio corporativo, es una empresa comprometida con la responsabilidad social, la contribución activa y voluntaria al mejoramiento ambiental, su situación competitiva y el valor añadido, responsable de los impactos ambientales que genera en su entorno y que a través de la formación y la cultura del reciclaje protege y favorece que su personal de aseo participe en el proceso, y el socio recuperador, que se dedica a la labor de reciclar con fines y sin fines de lucro.
La afiliación puede hacerse a través de Internet, a través de las direcciones electrónicashttp://coopreciclaje.com/ y http://reciclaya.com/.
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EL DEBUT PÚBLICO DE COOP-RECICLAJE
La primera actividad pública de Coop-Reciclaje será el seminario “Manejo de los desechos sólidos desde la perspectiva ambiental: fuente de recursos y negocios”, el próximo miércoles 17 de octubre, con el objetivo de fomentar el conocimiento del manejo integrado de los desechos sólidos y su potencial como fuente de recursos y negocios en el marco del sector cooperativo.
La actividad se realizará en la sede de la Cooperativa de Maestros (Coopnama).
Las y los conferencistas serán Gladys Helena Rodríguez Mesa, de la Cooperativa Recuperar, de Medellín, Colombia; Germania Luperón, de la Escuela Nacional de Educación Cooperativista (Enecoop); José Rafael Almonte y Francisco Flores Chang, del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales; Carmen Lembert, de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD); Gustavo Rodríguez, de la Federación Dominicana de Municipios (Fedomu); Georgina Rodríguez, del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP) y Ángela Martínez, de Coop-Reciclaje.
Por: Solange de la Cruz Matos
Vía: Listín Diario
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