La Antártida oculta bajo los valles del desierto más frío y seco del planeta una red de lagos y agua salada subterráneos que puede sustentar vida microbiana hasta ahora desconocida, según una investigación publicada hoy en “Nature Communications”.
El estudio proporciona “pruebas contundentes de que los lagos subterráneos y los sedimentos saturados de salmuera pueden sustentar ecosistemas microbianos en el subsuelo”.
Sus resultados permiten, además, tener un mejor conocimiento de la Antártida, arrojan nueva luz sobre pasados cambios climáticos en la Tierra y proporcionan “fuertes evidencias de que un acuífero salobre similar podría sustentar vida microscópica en Marte”.
“Sabemos que hay importantes sedimentos saturados bajo la superficie y es posible que se filtren al océano”, señaló el microbiólgo Jill Mikucki, de la Universidad de Tennessee en Knoxville (EE.UU), quien formó parte del equipo de investigación.
Para explorar el subsuelo, hasta 300 metros de profundidad, se empleó un nuevo sistema de mapeo electromagnético con un sensor aéreo llamado SkyTEM, con el que se tomaron imágenes del desierto más seco y frío del mundo, los Valles Secos de McMurdo, en la Antártida.
Los investigadores creen que las nuevas salmueras descubiertas albergan comunidades microbianas, lo que puede ampliar los conocimientos sobre la adaptación biológica de ecosistemas hasta ahora desconocidos que sobreviven en el frío y la oscuridad del invierno antártico.
Además, el estudio puede ayudar a los científicos a entender si unas condiciones parecidas pueden existir en otro lugar del Sistema Solar, en especial bajo la superficie de Marte, que guarda similitudes con los Valles Secos de McMurdo.
Los investigadores descubrieron que la salmuera no congelada forma acuíferos profundos interconectados bajo los glaciares y lagos, así como dentro de los suelos permanentemente helados.
Esta salmuera, que se extiende desde la costa hasta unos doce kilómetros tierra adentro en los Valles Secos de McMurdo -la zona más grande sin hielo de la Antártida- pudo aparecer por la congelación o evaporación de un antiguo lago. EFE