Uno habría tendido a pensar que luego del terremoto del 11 de marzo en Japón, ya habrían cerrado, si bien no todas, pero sí al menos las centrales nucleares que se encuentran cerca del mar. Bueno, no era así. La planta Hamaoka -que se encuentra a orillas del mar y a 190 kilómetros al suroeste de Tokio- seguía funcionando con normalidad pese a estar sumamente expuesta a un futuro tsunami.
Al seguir registrándose temblores y fuertes réplicas desde el pasado 11 de marzo, el primer ministro nipón, Naoto Kan, decidió prevenir en vez de curar y optó por cerrar temporalmente la central hasta que las condiciones estén dadas para volver a operar con seguridad.
Esta medida también fue llevada a cabo por los pronósticos del ministro de la Ciencia de Japón quien señaló que hay 87 por ciento de posibilidades de que en ese área se produzca un terremoto de 8 grados Richter en los próximos 30 años. Por lo mismo, y según la agencia de noticias Kyoso, señaló que esta medida puede durar cerca de dos años.
Vía: Veo Verde