Por: R. Osiris de León
Desde el 15 de abril del 2009, cuando fuimos consultados por la prestigiosa comunicadora Consuelo Despradel, respecto a la pertinencia o no de la instalación de una planta de cemento Portland en la región hidrogeológica de Los Haitises, dijimos públicamente que de acuerdo a los estudios hidrogeológicos que habíamos desarrollado para el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, INDRHI, en el periodo 1981-1983, dentro del Plan Nacional de Investigación, Aprovechamiento y Control de las Aguas Subterráneas, PLANIACAS, la región de los Haitises no admite ningún tipo de industria, y menos una cementera.
En múltiples conferencias, entrevistas y artículos que escribimos y publicamos en el año 2009, dijimos que la región cárstica de Los Haitises, con una extensión superficial de unos 1,617 kilómetros cuadrados, constituye uno de los ecosistemas de paisajes geomorfológicos de domos calizos y sumideros de aguas superficiales más importantes del país y del mundo, donde las lluvias anuales promedian unos 1,700 milímetros por cada metro cuadrado, y que esas aguas se infiltran rápidamente gracias a la alta permeabilidad de las rocas calizas y gracias al extenso sistema de cavernas que se intercomunican subterráneamente.
Dijimos, y escribimos en la prensa, que por sus grandes reservas de aguas subterráneas no contaminadas, el ecosistema cárstico de Los Haitises representa la principal alternativa para el futuro suministro de agua potable para unos 5 millones de habitantes de la ciudad de Santo Domingo y toda la región Este del país, y que cualquier actividad industrial que se desarrollare allí, especialmente una cementera que explotaría la roca caliza mediante el uso de explosivos elaborados en base a nitrato de amonio y fuel oíl, contaminaría rápidamente las aguas subterráneas, y que eso había que evitarlo.
Manifestamos públicamente, una y otra vez, que por tal motivo la cementera Estrella autorizada por el Gobierno y por el Ministro de Medio Ambiente debía ser emplazada en otro lugar, alejado de Los Haitises, porque en la República Dominicana hay miles de lugares donde se puede instalar una cementera, principalmente en toda la franja sur comprendida entre Bávaro y Pedernales. Nunca estuvimos en contra de la cementera, sino en contra del lugar que fue muy mal escogido.
Pero decir y sostener este criterio, el cual es estrictamente científico y ambiental, motivó que el Vicepresidente de la Republica, Rafael Alburquerque; el Ministro de Medio Ambiente, Jaime David Fernández; el Vice Ministro de Áreas Protegidas, Eleuterio Martínez; el vocero de Medio Ambiente, Mayo Rodríguez; el Director de Minería, Octavio López; el subdirector de Minería, Santiago Muñoz; el Director del periódico El Caribe, Manuel Quiroz; el articulista de El Caribe, Marcos Taveras; y los comentaristas matutinos Christian Jiménez, Oscar Medina y varios más, dijeran que nuestra oposición a la cementera estaba apoyada por los intereses económicos de las industrias cementeras privadas que no querían competencia en el mercado del cemento. Un argumento ridículo y falaz.
César Medina pidió en sus programas de radio y de televisión que ningún medio de comunicación entrevistara a Osiris de León, Manuel Quiroz instruyó a los periodistas de El Caribe para que ninguno entrevistara ni publicara nada dicho o escrito por Osiris de León, además de permitirle a Marcos Taveras el uso de las páginas de El Caribe para que dijera que los ecologistas son unos mercenarios, y es que el actual Gobierno, sus funcionarios, sus voceros y sus aliados, siempre quieren ganar los debates técnicos por descalificación, nunca por tener la razón.
Afortunadamente el Recurso de Amparo que interpusimos ante el Tribunal Contencioso, Tributario y Administrativo, fue tan contundente en su estructura analítica, que la juez Sarah Henríquez Marín falló a nuestro favor ordenando detener los trabajos de instalación de esa cementera, lo que obligó al Presidente de la República, Leonel Fernández, a solicitar la opinión técnica del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD.
Ante tan delicado encargo, el PNUD se auxilió del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, PNUMA, y de más de una decena de especialistas internacionales, quienes luego de escuchar a todas las partes que opinaban al respecto, incluyendo a la Academia de Ciencias, y luego de estudiar la realidad hidrogeológica de la zona, concluyeron, en noviembre de 2009, que el proyecto de la cementera en Los Haitises “NO ERA VIABLE”.
Pero no obstante la contundencia de las conclusiones del PNUD, el Jefe del Ministerio de Medio Ambiente, y los Directivos del Consorcio Minero Dominicano, promotor del mal emplazado proyecto, expresaron su total desacuerdo con el informe del PNUD, y dijeron que dicho informe estuvo influenciado por nuestras opiniones técnicas contrarias a la instalación de una cementera en Los Haitises. Lágrimas propias de la derrota.
Sin embargo, ahora, un año después del informe del PNUD que rechazó la cementera en Los Haitises, el Director Ejecutivo del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, INDRHI, ingeniero Frank Rodríguez, dice públicamente que el gobierno ha realizado una nueva investigación hidrogeológica en la región de Los Haitises, mediante la utilización de trazadores isotópicos radiactivos.
La investigación hidrogeológica fue denominada “Proyecto de Aplicación de Técnicas Isotópicas para el Estudio y la Evaluación Integral de la Explotación de Aguas Subterráneas en Los Haitises”, y fue realizada con la asistencia técnica y financiera de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), un organismo de las Naciones Unidas con sede en Ginebra, Suiza, y en coordinación con la Comisión Nacional de Energía.
Frank Rodríguez dijo que “La región de Los Haitises tiene un suelo compuesto principalmente por roca caliza de alta permeabilidad, que ocasiona que las aguas de lluvia se infiltren casi en su totalidad, impidiendo que las mismas circulen en fuentes superficiales, por lo que para la obtención del recurso se tiene que recurrir a la extracción de aguas subterráneas”. Tal y como habíamos dicho en el año 2009.
También dijo que “El principal hallazgo obtenido hasta ahora ha sido que en esa zona cualquier sustancia contaminante se transmite rápidamente, afectando los cuerpos de agua interconectados, ya que la velocidad de transmisión es de apenas siete horas, lo que pone en evidencia la alta vulnerabilidad del agua localizada en el subsuelo”. Similar a lo que habíamos dicho en el año 2009.
Pero lo más importante que ha dicho Frank Rodríguez, Director del INDRHI, es que “Esos resultados nos permiten afirmar que las aguas residuales por actividades agrícolas o de ganadería deben ser controladas y evitarse las actividades de tipo industrial, que acarrearían serios problemas a este singular ecosistema. Cualquier tipo de intervención o explotación en esta zona tendría consecuencias muy negativas sobre la calidad de las aguas, que se extenderían a las cuencas de los ríos en la Planicie Costera Oriental, la parte baja del río Yuna y parte de la cuenca del río Ozama”. Similar a lo que habíamos dicho en el año 2009.
Ya anteriormente la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA), con sede en Viena, había auxiliado al INDRHI en la utilización de trazadores isotópicos para determinar el sentido del flujo de las aguas subterráneas en el acuífero cárstico de la sierra de Bahoruco, y para determinar las vías de filtraciones en las presas de Chacuey y Maguaca, y en los tres casos los resultados fueron 100% coincidentes con nuestros resultados de 1983 y 1987.
Lo vergonzoso para quienes hicieron el ridículo público de defender una cementera indefendible, es que el INDRHI es una institución gubernamental adscrita al Ministerio de Medio Ambiente, lo que quiere decir que el nuevo estudio no lo ha hecho un “Geotodólogo enemigo del Gobierno”, como usualmente nos llaman algunos Geoignorantes que están al servicio pagado del gobierno, y habría que esperar a ver si ahora se atreven a acusar al Director del INDRHI de estar siendo pagado por las cementeras privadas para decir que en Los Haitises deben “evitarse las actividades de tipo industrial”, tal y como dijimos nosotros en el año 2009.
Lo penoso del caso es que ninguno de ellos tiene el valor de admitir que mintieron deliberadamente para intentar engañar a un país donde el 85% de la población dijo NO A LA CEMENTERA, ni el Ministro de Medio Ambiente tiene el valor de renunciar a su cargo por autorizar y defender un intento de agresión a un ecosistema estratégico que siempre había sido respetado por todos los ambientalistas y por todo el pueblo dominicano.
La reflexión final que podemos extraer de este nuevo estudio hidrogeológico realizado por el INDRHI, mediante técnicas isotópicas, es la de que cuando usted predica el evangelio de la verdad, puede sentarse tranquilo bajo la sombra de un samán a esperar que el funeral de la mentira y la calumnia pase discretamente en su camino hacia el cementerio construido sobre un suelo calcáreo que ha de neutralizar la acidez producida por la descomposición bacterial de las lenguas perversas que se accionan mecánicamente cada vez que reciben las 30 monedas de plata que sirvieron para que Judas vendiera a Jesús. Lástima que muchos de ellos no hayan leído a Mateo 27:5.
El veredicto final, excelente muy bueno