Mientras en nuestro Congreso declaran de “Interés Nacional” un proyecto de ley que convierte a Loma Miranda en Parque Nacional, leo un reportaje de Daniel Johnson Benoit del Listín Diario sobre la calidad educativa de las escuelas de Bonao, gracias a la labor que hace más de una década realiza Fundación Falcondo y Cigar Family.
Luego leo un artículo donde el senador Euclides Sánchez reclama obras para La Vega, y sin embargo fue el primer promotor de declarar Loma Miranda como Parque Nacional, en defensa del medio ambiente.
Con respecto al medio ambiente parece que algunos se olvidan que no estamos hablando solamente de flora y fauna, estamos hablando del hombre y su entorno. Y es el hombre el primero que debe educarse para entender, aprender e implementar las medidas que cuiden y conserven el medio ambiente, pero no en detrimento del desarrollo, pues un pueblo sin educación, de gente pobre, con instituciones pobres, que no es capaz de trazar pautas y aprovechar las técnicas del mundo moderno, para aprovechar de forma responsable y medida sus recursos naturales, es un pueblo ambientalmente más vulnerable y que se limita al progreso.
El anteponer los derechos ambientales por encima de los derechos que tiene el ser humano para desarrollarse es atentar contra el ser humano en sí mismo, porque cuando el hombre actúa con inteligencia puede aprovechar los recursos naturales, sabiendo mitigar los impactos y controlar el daño que pueda hacerse a su alrededor. El derecho ambiental debe ir de la mano con el derecho al desarrollo. Esto aplica para todos los sectores, no es la actividad minera la única que contamina, la actividad agrícola es la mayor contaminante de nuestros suelos y aguas subterráneas, pero como tenemos que comer nadie se queja ni dice nada. La industria en general contamina, el turismo contamina, las zonas francas contaminan, pero para eso existen reglas, leyes y regulaciones, para que aprendamos a realizar actividades productivas teniendo en cuenta el medio ambiente, su cuidado, protección y mitigación de los impactos.
Muchos se anotarán una batalla ganada al declararse Loma Miranda como parque nacional. ¿Y entonces? ¿Quién gana la batalla de las miles de personas que han crecido y desarrollado el pueblo de Bonao en torno a la actividad minera, cuál será ahora su medio y sustento de trabajo? ¿Qué vamos a hacer con todos estos técnicos desempleados? ¿Qué vamos a hacer con los empleos indirectos que genera esta empresa?
Hablábamos de educación al principio, ¿qué vamos a hacer con las escuelas que han sido apadrinadas por Fundación Falcondo desde hace más de una década? El trabajo ha sido continuo elevando el nivel académico de la provincia Monseñor Nouel a uno de los más altos del país. ¿Quién va a continuar la labor cultural que se ha desarrollado en Bonao? ¿Qué pasará con los trabajadores de la Vega? Espero que su senador y demás miembros del Congreso Nacional tenga un plan para conseguirles trabajos dignos a los que gracias a la “Lucha en contra de Loma Miranda” perderán sus empleos.
Los ingresos que genera la actividad minera son importantes para el desarrollo de la República Dominicana, es indecoroso y bajo ganar batallas a base de mentiras, no son los académicos ni ambientalistas, ni los científicos los que darán de comer a los desempleados, ni tampoco son los congresistas, que no saben defender las obras que de verdad generan valor agregado a los pueblos que ellos se supone que representan.
Los ingresos que provienen de la actividad minera (Impuesto Sobre la Renta, salarios, regalías, el 5%, el 11% de las acciones del Estado Dominicano en Falcondo, exportaciones, entre otros), son necesarios para generar otras fuentes de empleo. Elevar el salario de la clase médica debe ser una prioridad para utilizar estos recursos, mejorar el nivel educativo de nuestro sistema escolar debe ser otra, lo que se traduce en un pueblo mejor educado y mejor atendido en cuanto a salud. Estos ingresos nos pueden permitir mejorar y elevar la calidad de los profesionales del Ministerio de Ambiente, para que a su vez tengamos un mejor monitoreo de las actividades que nosotros los humanos desarrollamos, para progresar.
En la medida que definamos mejor cuál es el interés nacional de la República, contra el interés particular de un grupo; y que dejemos de lado el querer ganar “prestigio” utilizando temas de moda para tener relevancia pública; en la medida que sepamos invertir en nuestro desarrollo, siendo capaces de mitigar los impactos ambientales, estaremos promoviendo una mejor República Dominicana, menos contaminada ambientalmente y empezaremos a caminar hacia el progreso.
Escrito por: Cristina Thomen Ginebra
Vía: http://listin.com.do