- A más de dos años de ser donado al país, no ha cumplido su propósito en el río Ozama
Aprincipios de julio de 2018 la tormenta tropical Beryl, a su paso por Santo Domingo, dejaría una de las imágenes más memorables sobre el problema de la contaminación por residuos sólidos en la capital dominicana y el mundo. Medios de todo el mundo publicaban una enorme cantidad de plástico y foam en pleno malecón. Desechos arrastrados a lo largo del río Isabela y Ozama, los cuales tomaron varios días en ser removidos. Era una especie de isla de plástico que motivó al cineasta dominicano José María Cabral, junto a Nashla Bogaert, a realizar un documental de corte medioambiental, “Isla de Plástico” (2019), que muestra una parte del problema de la contaminación por plástico en el país.
Desde hace años han surgido iniciativas públicas y privadas para recoger los plásticos que flotan en el río Ozama. En 2013 se reportaron 76,440 toneladas de basura que en los últimos siete años extrajeron de los ríos Ozama e Isabela cinco fundaciones comunitarias del Distrito Nacional, cantidad que cubriría aproximadamente 75 veces la pista del Estadio Olímpico Félix Sánchez. Sumado a las más de 600 toneladas extraídas por Sans Soucí Holdings hasta ese momento y que pretendía presentar un plan al Gobierno para disminuir significativamente los plásticos que llegaban al Ozama desde diferentes puntos de la ciudad.
Las imágenes de plástico en el malecón en 2019 ponían en el mapa al río Ozama, como uno de los ríos responsables de llevar al océano toneladas de plásticos al año.
El trabajo del Interceptor
Para el 2019 la organización sin fines de lucro The Ocean Cleanup, tenía operativos dos máquinas de última tecnología en Yakarta, Indonesia y Klang, Malasia. Las máquinas denominadas Interceptors habían sido ofrecidas como donación a Vietnam y la República Dominicana, entre otros destinos.
En 2019 cada Interceptor tenía un costo de 700,000 euros.
Ocean Cleanup, con sede en Róterdam, Países Bajos, fue fundada en 2013 por Boyam Slat, un estudiante adolescente de ingeniería aeroespacial, quien quería desplegar una serie de barreras flotantes en el océano para capturar los desechos plásticos.
De acuerdo con un artículo del New York Post de septiembre de 2021, The Ocean Cleanup ha sido financiado por donaciones en efectivo y corporaciones, incluida Coca-Cola, así como donantes en especie como A.P. Moller-Maersk, contaba con activos fijos por más de US$51 millones a finales de 2020.
La promesa de The Ocean Cleanup es limpiar el océano de plástico para el año 2040. Meta que ha sido ampliamente cuestionada por diferentes sectores a nivel mundial.
Según el artículo del NY Post, en el mejor de los escenarios la organización prevé eliminar, en unos años, unas 20,000 toneladas al año en el Pacífico Norte, una pequeña fracción de los aproximadamente 11 millones de toneladas de plástico que fluyen anualmente hacia los océanos. Y se espera que esa cantidad llega al océano casi se triplique a 29 millones de toneladas anuales para 2040, según Pew Charitable Trusts. Así también Naciones Unidas prevé que la cantidad de plástico en el océano se duplique para 2030.
El sistema utilizado por The Ocean Cleanup para recoger el plástico en el océano lo denominan System 002 y consiste en dos buques Maersk propulsados por combustible, que remolcan el sistema de captación en forma de herradura de 520 metros de ancho a través de la superficie del océano. Una cámara subacuática ayuda a garantizar que la vida marina no se enrede.
Sin embargo existe un grupo de animales microscópicos, que las cámaras no detectan, conocido como neuston. Los organismos del ecosistema neuston se encuentran en la capa superficial que separa el aguade la atmósfera, a la deriva justo con los parches de plástico. Según un artículo de The Atlantic, la operación de The Ocean Cleanup en aguas abiertas afectará este grupo de animales. Mencionan que en las 146 páginas de la evaluación de impacto ambiental de The Ocean Cleanup, este ecosistema no se menciona ni una sola vez, aunque es bien conocido por biólogos.
“Gastaron no sé cuántas decenas de millones de dólares para inventar la pesca”, dijo Miriam Goldstein, directora de política oceánica del Center for American Progress al medio estadounidense Gizmodo, quien tiene un doctorado en oceanografía biológica. El Sistema 002, dijo Goldstein, es una red arrastrada entre dos barcos. “Tenemos un nombre para una red que se arrastra entre dos barcos, y es pesca de arrastre”.
Ocean Cleanup piensa desplegar 15 System 02 en el océano, lo que representa de 30 a 40 grandes barcos a combustible fósil trabajando 24 horas, los 365 días del año, lo que costaría cientos de millones de dólares liberando una gran cantidad de gases de efecto invernadero.. Ocean Cleanup está comprando créditos de carbono para compensar el uso intensivo de combustible y señaló que Maersk está experimentando con biocombustibles menos contaminantes, según el artículo de The Atlantic.
El Interceptor 004
Según The Ocean Cleanup el 80% del plástico que llega al océano proviene del 1% de los ríos del mundo, alrededor de unos 1000.
Por eso desarrollaron el Interceptor, “la primera solución escalable para interceptar de manera eficiente el plástico en los ríos antes de que llegue a los océanos. Al abordar 1000 ríos en todo el mundo, nuestro objetivo es evitar que el 80 % del plástico fluvial ingrese a los océanos en cinco años desde su implementación”, se puede leer en su página web.
En los siguientes años se sumaban otras tantas iniciativas, como los barcos recolectores de la Fundación Tropigas y su proyecto “Ribera Verde”, que para el 2019 anunciaba la construcción de otros 5 barcos recolectores con 10 veces más capacidad de los que tenía en funcionamiento, a un costo de US$400,000 cada uno, entre otras iniciativas.
Es un sistema autónomo que funciona con energía solar y es capaz de extraer 120.000 libras de plásticos al día (54.000 kilos), de modo que podría liberar al río de unas 2.300 toneladas de basura al año, evitando, además, que estos residuos lleguen al mar.
El Interceptor 004 fue transferido a la República Dominicana en marzo de 2020. Su puesta en operación se realizó a través de un acuerdo entre el Ministerio de la Presidencia, en su rol de coordinación de la Comisión Presidencial Ozama-Isabela, The Ocean Cleanup y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y cuenta con el apoyo de la Embajada del Reino de los Países Bajos y la Armada Dominicana.
La puesta en operación del Interceptor 004 es parte de la plataforma Rescate Ozama, una iniciativa multisectorial que busca articular a todos los actores que trabajan en favor de la reducción del consumo, la eliminación de los plásticos y residuos de los ríos de la República Dominicana.
Cientos de personas manifestaban por redes sociales el fin a la presencia del plástico en la costa de la capital. Ocean Cleanup publicaba en sus redes “Esto es para todos, para todos los dominicanos”.
Sin embargo los problemas iniciaban para el Interceptor. Salió de operación en junio del 2020, cuando la tormenta Elsa afectó su operación, hasta diciembre de ese mismo año que fue anclado de nuevo a inmediaciones de La Ciénaga, un popular barrio a las orillas del río Ozama, ,muy cerca de la desembocadura.
The Ocean Cleanup publicaba en sus redes una foto del Interceptor en su punto de operación con las palabras: “Ese sentimiento cuando te das cuenta de que esta basura no llegará al océano gracias a la limpieza del Interceptor 004 en República Dominicana”.
Sin embargo, el efecto que se esperaba a lo largo del malecón no se ha conseguido después de más de dos años de haber llegado el Interceptor. La basura plástica sigue inundando las playas cercanas a la desembocadura del río Ozama. Especialmente en temporada de huracanes, ya que existe un protocolo entre la Armada y The Ocean Cleanup para proteger el aparato de las tormentas, explicó Rescate Ozama a Diario Libre. Tormentas que arrastran la mayor cantidad de desechos sólidos al mar por el río.
Desde enero a junio de 2022 Diario Libre ha visitado más de 15 veces La Ciénaga, en diferentes horas y días de la semana, sin poder observar el Interceptor funcionando una sola vez.
Los plásticos en superficie pasaban al lado del aparato inactivo, ya que la barrera que guía los desechos al mismo está paralela a la corriente a un costado de un recodo.
Diario Libre entrevistó pescadores y vecinos cercanos al Interceptor para saber si ellos habían observado las operaciones del mismo. Todos coincidieron que para ellos el aparato no funcionaba, porque nunca lo observaban recogiendo plásticos.
Un pescador de La Ciénaga, que prefirió que omitieramos su nombre, comentó a Diario Libre que en un año solo lo había visto funcionando tres veces y cuestionó el impacto que pudiera tener en el río. “Yo creo que eso es un calentador de agua, porque no veo que haga otra cosa”, comentó en son de burla.
También Diario Libre entrevistó a pescadores del malecón, los cuales dicen no haber percibido ningún cambio en la cantidad de plásticos que llegan a las diferentes playas entre Montesinos y la playa llamada de Los Pescadores en el último año.
Diario Libre solicitó a Rescate Ozama información sobre los resultados del Interceptor desde su puesta en operación.
Cuánto plástico ha recolectado el Interceptor
Según un comunicado enviado a este medio, el Interceptor desde su puesta en funcionamiento ha recolectado poco más de 130 toneladas de desechos de todo tipo, incluyendo lilas y otras materias orgánicas. En los últimos 8 meses el Interceptor solo ha recogido cerca de 33 toneladas de desechos, una pequeña fracción de la capacidad ofrecida. Según Rescate Ozama, esto se debe a que aún se encuentran en fase de estudio y clasificación de los desechos junto al Instituto Tecnológico de Santo Domingo, Intec. Diario Libre visitó Junto a Rescate Ozama y Ocean Cleanup el Interceptor y la operación de clasificación de residuos por parte de Intec, el pasado 10 de junio. Durante la visita al Interceptor el gerente del proyecto de The Ocean Cleaup para República Domincana, Erik Holbom, explicó a Diario Libre que el sistema está en constante evaluación y optimización. Se plantean mejoras al sistema basado en las condiciones propias del río Ozama.
Por ejemplo están planteando que la barrera no sea paralela al río, sino que lo atraviese para poder interceptar la mayor cantidad de plásticos. Esta barrera se retiraría automáticamente cuando una embarcación deba subir por el río. Además han instalado cámaras en uno de los puentes, que analizan por medio de inteligencia artificial los desechos que bajan por el río.
El proceso de caracterización de residuos debió concluirse la primera semana de julio. Rescata Ozama explicó que a partir del 11 de julio, inicia un nuevo estudio junto a The Ocean Cleanup relacionado a la fauna y pequeños animales que pudiera recolectar el Interceptor, con la bióloga marina Yolanda León.
María Eugenia Morales del PNUD, explicó a Diario Libre que Rescate Ozama va más allá de la operación del Interceptor en el río. “Esta iniciativa busca promover la acción para la gestión integral y sostenible de plásticos y residuos, a fin de contribuir con las metas de producción y consumo sostenibles en la República Dominicana, y la conservación de los océanos”.
Explicó que durante este tiempo se han desarrollado diferentes acciones para unir esfuerzos con los actores locales, empresarios, academia, ONG, y gobiernos locales, siendo el Interceptor “la punta de lanza” para el rescate del río.
Además del análisis y clasificación de residuos, se está analizando el destino final de los desechos recolectados que actualmente son enviados al vertedero de Duquesa.
Lo que opinan los ambientalistas
Diario Libre consultó a diferentes ambientalistas sobre la operación del interceptor. Jake Kheel, ambientalista y vicepresidente de la Fundación Grupo Punta Cana cree que el Interceptor no fue diseñado para la realidad del río Ozama, aunque sus intenciones son buenas. Entiende que recolectar biomasa puede ser un problema para el aparato, uno de los principales problemas del río es que está sobrecargado de lilas, una planta invasora, que posiblemente es más abundante que el plástico. Además de no atacar la raíz del problema, no es más que una medida reactiva que no hace nada para prevenir la contaminación del río.
Carlos Perkins de la Fundación Ozama verde expresa que se alegraron por la donación del Interceptor que entiende ha tenido buenos resultados en otros países, pero cree que al Interceptor no se le ha dado el uso debido, además de la gran cantidad de basura que llega al río en todo su cauce sin control.. “Si se le diera un uso con mayor regularidad al Interceptor, con la supervisión y apoyo económico del Ministerio de Medio Ambiente, no tendríamos tanta basura visible en el río Ozama”, concluyó.
Nelson Bautista de Acción Verde expresó a Diario Libre: “A primera vista uno dice ¡wow, que impresionante, deberíamos tener uno en cada río! pero luego te aterriza de nuevo la realidad y te das cuenta que lo que ocurre en el ozama es el equivalente a una gran hemorragia y que por buenas intenciones y lo bien que funcione el Interceptor, no deja de ser más que una bendita que sella por instantes la herida, pero no más. Teníamos la aspiración de que el Estado dominicano, la municipalidad, los Ministerios a cargo, prepararan el terreno con antelación a la puesta en operaciones de este equipo: Educando las personas que viven «río arriba», promoviendo proyectos de reducción, reutilización y clasificación, estableciendo puntos de acopio y rutas de recogida frecuentes y efectivas, etc. Así, el Interceptor 004, eufemísticamente llamado por algunos «el zafacón 5G», es sobrepasado por mucho en cualquier avenida del Ozama, con su carga incontable de descuidos que no se pueden atrapar así de fácil: y eso, si que es una gran pena”.
Mientras el Interceptor sigue en fase de estudio, en el Malecón de Santo Domingo se siguen organizando constantemente jornadas de limpieza de plásticos. Como la organizada en la playa de Güiba el 4 de junio de este año por Coca-Cola, uno de los patrocinadores globales de The Ocean Cleanup.
Diario Libre solicitó a Rescate Ozama el costo operativo del Interceptor en el país, explicando que el Interceptor 004y todo lo necesario para ponerlo en funcionamiento fueron “contribuidos” por The Ocean Cleanup. Las operaciones del día a día están a cargo de la Armada de la República Dominicana.