Puede la UASD asumir un rol de supervigilancia, participar activamente en la búsqueda de soluciones a la problemática ambiental del país e insertarse en el seno de la sociedad para promover y acompañar iniciativas conservacionistas?.
Antes de ayer se le tomaba el juramento y se orientaba al naciente »Grupo Conservacionista Cabo Francés Viejo», integrado por los maestros de la enseñanza pública (incluyendo a las autoridades locales de educación), los estudiantes universitarios, los pescadores, personalidades y líderes comunitarios de Cabrera. Previo a esta actividad se investigaba in situ las causas de la mortandad de peces que acaba de ocurrir en Samaná, las cuales las autoridades ligan a las actividades iniciales de la »construcción del mega-proyecto turístico» que se desarrolla en la zona.
La semana pasada, después de asistir como testigos a los tribunales de Santiago Rodríguez donde un funcionario local sometía a la justicia a los representativos de la comunidad de Los Cerros de San José por haber cometido el delito de defender al río Guayubín, la Comisión Ambiental le entregaba al Decano de la Facultad de Ciencias el informe final sobre el desmonte del bosque latifoliado (árboles de hoja ancha) y los datos en ciernes del turismo insostenible que se practica en el entorno de la Laguna Bávaro, muy especialmente después que el Decreto No. 200-99 le sustrajera 10 kilómetros cuadrados de los 15 que tenía el »Refugio de Fauna Silvestre» creado mediante el Decreto 309-95.
Ya habíamos acompañado a las autoridades de la UASD, encabezadas por su rector magnífico, licenciado Miguel Rosado, en la firma de convenios conservacionistas con la Dirección General Forestal, el Jardín Botánico Nacional y la Autoridad Portuaria Dominicana. Anteriormente el mismo rector había presidido los actos de puesta en circulación del documento tan esperado por la comunidad académica del país y los países de la región, sobre los resúmenes del III Congreso de la Biodiversidad Caribeña y junto al Consejo Universitario en pleno, en el homenaje que la universidad rindió el »Día Mundial del Ambiente» a cuatro figuras del firmamento conservacionista de República Dominicana: Antonio Thomén, Sophie Jakowska, Aniana Vargas y Sixto Ramírez.
Casos insólitos
De todas las actividades emprendidas por la Comisión Ambiental de la UASD, ninguna ha sido de mayor trascendencia ni ha tenido mayor peso que »la denuncia pública y el levantamiento de la información básica y precisa» sobre el contenido y las consecuencias del Decreto 319-97, que reducía el sistema nacional de áreas silvestres protegidas prácticamente a la mitad, eliminando reservas ecológicas tan valiosas como los humedales y manglares del Bajo Yuna y la Bahía de Samaná, los humedales y manglares de la Albúfera de Maimón, de la franja de manglares de Macao – Cortesito y parques nacionales de trascendencia mundial como el Lago Enriquillo, Cabo Cabrón y otras reservas valiosísimas del patrimonio natural dominicano que hasta ese momento se resguardaban mediante la protección que le brindaban los decretos 221-95, 309-95 y 233-96.
En una respuesta rápida a esta medida insólita, la Comisión Ambiental preparó a los tres días de emitirse esta disposición del Poder Ejecutivo, una propuesta que de inmediato fue acogida por las autoridades universitarias y enviada al Poder Ejecutivo así como a las instituciones del Estado con competencia directa, dándole una explicación precisa y detallada sobre las áreas a las que se le había quitado la protección, las que fueron desnaturalizadas al ampliarse hasta introducir poblados y campos agrícolas y las que fueron reducidas hasta el punto de su inminente desaparición. También se explicaba el hecho inexplicable del desconocimiento (hecho por esta pieza jurídica) de las categorías de manejo establecidas por la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), que habían sido adoptadas por el país en disposiciones anteriores.
Documentos técnicos
Por su naturaleza académica, el fuerte de la Comisión Ambiental de la UASD consiste en la preparación de documentos técnicos sobre los casos de mayor trascendencia con respecto a la naturaleza dominicana, con la finalidad de buscarle una respuesta científica o al menos una orientación apropiada al deterioro ambiental, a la contaminación y a la agresión permanente de que está siendo víctima la biodiversidad que caracteriza esta media isla.
De hecho, la comisión es una instancia especializada en el área de la ecología y el medio ambiente creada por la universidad, con la finalidad de participar activamente en la búsqueda de soluciones a los principales problemas ambientales del país, realizando los estudios e investigaciones que resulten pertinentes para darle una respuesta apropiada y con una base técnica y científica, a los casos específicos o generales que se presenten en el ámbito nacional.
En tal sentido, la Comisión Ambiental preparó y envió al Presidente de la República a los principales incumbentes de la Dirección Nacional de Parques, de la Dirección General Forestal y otras dependencias del Estado Dominicano, incluyendo esta vez al »Congreso Nacional», varios documentos – propuestas claves para resolver conflictos de amplias proporciones, como por ejemplo:
1.- La »Propuesta de la Universidad Autónoma de Santo Domingo para la Solución del Conflicto Creado por el Decreto No. 319-97», que eliminó 29 unidades del »Sistema Nacional de Areas Silvestres Protegidas», redujo considerablemente la superficie de varios parques nacionales, reservas científicas y desconoció las categorías de manejo de la UICN que habían sido adoptadas por el país. Esta propuesta fue atendida conjuntamente con las elevadas por otros sectores de la Sociedad dominicana, mediante la promulgación del Decreto 394-97 que suspenda el anterior y que creo una comisión para su estudio, análisis de propuestas y recomendaciones finales.
2.- Luego se prepararon dos informes de la Universidad Autónoma de Santo Domingo que abrieron un gran debate nacional sobre el »Impacto del Turismo en la Isla Catalinita del Parque Nacional del Este» y el »Drenaje del Sistema Costero de Humedales de Bayahíbe» creado por los complejos turísticos en expansión de la zona y que avanzan hacia la periférica de este mismo parque nacional. En el primer caso se rescindió el contrato entre la Dirección Nacional de Parques y una empresa tour-operadora de Boca de Yuma, pero en el segundo caso no se dio ninguna respuesta. .
3.- La propuesta de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (a través de su Comisión Ambiental), para la actualización y modernización de la Ley 67 del 8 de noviembre de 1974 sobre Parques Nacionales. Esta propuesta también se encaminó por los mismos canales que la anterior y todavía está en proceso de conocimiento en las distintas instancias del Gobierno dominicano relacionadas con los recursos naturales y el medio ambiente.
Alerta temprana
La Comisión Ambiental alertó al Gobierno y a la sociedad dominicana sobre los permisos de »extracción de traviesas del Parque Nacional de Los Haitises», que se le habían otorgado a una empresa privada para suplir de estos materiales al Consejo Estatal del Azúcar, en perjuicio del Patrimonio Natural del país y la biodiversidad que atesora esta unidad protegida. Esta iniciativa de la universidad, de la cual la prensa nacional se hizo eco, condujo a la revocación de tal medida.
La Comisión también participó en el debate de la problemática ambiental generada por la plaga de Ips calligraphus que atacó fuertemente el año pasado los bosques de coníferas dominicanos (pinos) y que amenazaba con destruir considerables áreas boscosas, básicamente de pinares de la Cordillera Central y participó (en representación de las autoridades de la UASD) en la apertura de la campaña de protección y rescate del Río Soco, emprendida por el Núcleo de Ingenieros Agrónomos de la seccional del Seibo del CODIA y las autoridades representativas de la provincia de Hato Mayor.
Por otro lado, se hizo un estudio de reconocimiento de la »vía panorámica Costa Azul», en Macao, provincia La Altagracia, en la Costa Oriental del país, donde proyectos turísticos de gran magnitud amenazan su integridad. De igual manera se realizó una visita técnica al »Monumento Natural Albufera de Maimón», un área protegida que se encuentra amenazada por las mismas causas, los proyectos turísticos y además, los proyectos de drenaje para incorporar sus humedales a la producción agrícola de la zona.
ESTUDIOS Y MONITOREO
Todos estos trabajos de campo tienen un doble propósito, uno hacia adentro y el otro hacia afuera. En primer lugar la UASD tiene por norma el estudio o la investigación como herramienta de apoyo a la docencia y de ahí que todos estos informes técnicos o estudios de casos se convierten en materia o tema obligado en las cátedras de »Ecología» y »Conservación de recursos naturales» y como documentos de consulta para los trabajos de monográficos, asignaciones docentes y trabajos de medio término de las asignaturas de la carrera de Biología.
En segundo lugar, la universidad está obligada a mirar hacia afuera, no puede perder de vista que es una instancia de la sociedad que la ha creado y que por lo tanto, a ella se debe. De ahí que cualquier peligro que se advierta en el quehacer académico y que atente contra su salud, su bienestar o su porvenir, debe ser debidamente conocido o divulgado abiertamente y con las orientaciones pertinentes que cada caso amerite. Para eso existe y se ha creado la Comisión Ambiental
por Eleuterio Martínez
Publicado originalmente en el Listín Diario del 14 de Septiembre del 1999