Un diagnóstico preliminar del Ministerio de Medio Ambiente reconoció que en Constanza las autoridades locales son débiles en cuanto a la operatividad y coordinación para frenar el deterioro ambiental de esa importante zona de la cordillera Central, donde nacen los principales ríos del país.
El informe fue presentado en un taller para la formulación del “Plan estratégico para la gestión efectiva de los recursos naturales del municipio de Constanza” y en el se documentan los principales hallazgos de los daños ambientales que están provocando la desertificación de esa zona productora de agua, debido a prácticas agrícolas insostenibles por intensiva y extensiva.
Entre los principales problemas ambientales identificados en el municipio de Constanza figuran: retención y secuestro de las aguas desde su nacimiento; asentamiento agrario en zonas de laderas y cuencas hidrográficas que se han extendido fuera de sus límites originales y créditos encubiertos para producción agrícola en áreas con algunas limitaciones legales.
Otra violación documentada fue el uso intensivo del suelo de montaña para la producción agrícola (3.5 cultivos por año) afectando superficies ubicadas dentro del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, los nacimientos y las márgenes de las corrientes de agua.
Además, cultivos agrícolas en terrenos de ladera en pendientes que sobrepasan el 60%; sistemas de riego que, en la mayoría de los casos, promueven la erosión de los suelos.
En el municipio se registran prácticas de conservación de suelos ausentes; tumbas y quemas recientes que evidencian ampliación de la frontera agrícola en las cuencas altas y medias de los principales ríos y arroyos enclavados en zonas de producción.
Los técnicos de Medio Ambiente también indicaron la existencia de infraestructuras abandonadas, que se habían levantado para acaparar aguas, por merma en la fuente de abastecimiento. Adicionalmente, el trasvase de agua de unas cuencas, subcuencas y microcuencas a otras
Contaminación química. Asimismo evidenciaron un mal manejo de agroquímicos y depósitos de residuos sólidos y envases; depósitos y uso de combustibles para operar bombas (algunas en evidente mal estado) en las márgenes de las corrientes de agua.
Además, agua de reúso para producción agrícola en las partes bajas de la cuencas (río Tireo en las cercanía de la presa Pinalito) y residuos de cosechas mal manejados.
Afecta consumo. Como consecuencia del secuestro de agua en las parte alta, el informe apunta que se registró una baja en la disponibilidad de agua para el consumo humano, lo que generó un su racionamiento en los principales poblados del municipio, así como la reducción de aguas superficiales usadas para el sistema de riego de los cultivo del valle.