Hasta 300.000 aves marinas mueren cada año víctimas de la pesca de palangre, según un nuevo estudio. En este tipo de pesca un buque arrastra líneas de hasta cientos de kilómetros de largo con más de mil anzuelos.
Aves como los albatros, una especie amenazada, son atraídas por las carnadas y se enredan, ahogándose al ser arrastrados bajo la superficie.
El estudio tardó cuatro años en completarse y comprende datos de flotas pesqueras a nivel mundial.
«Para reducir la mortalidad bastaría usar algún tipo de espantapájaros en los puntos en que las líneas se sumergen», afirma Orea Anderson, de la Real Sociedad para la Protección de Aves, RSPB por sus siglas en inglés, la ONG británica autora del estudio.
«También podrían colocarse pesas en los anzuelos para que éstos no estén al alcance de las aves que descienden en picada».
Flotas de gran impacto
El informe llama a los organismos reguladores a hacer obligatoria la introducción de mecanismos de protección de aves en las líneas de pesca.
Los autores del estudio destacan varios ejemplos de flotas que utilizan pesca de palangre. Una flota española que opera cerca de la costa de Irlanda es acusada de causar la muerte de unas 50.000 aves cada año.
La flota japonesa de pesca de atún también es mencionada como responsable del mayor impacto en la población de albatros y de causar la muerte de unas 20.000 aves anualmente.
«Estos niveles de muerte de aves no son sostenibles», advierte Orea Anderson.
Los expertos señalan que el Reino Unido tiene una responsabilidad especial en la protección de los albatros, ya que dos tercios de la población global en reproducción de estas aves se encuentran en torno a territorios británicos en el Atlántico Sur.
«La importancia de estos territorios significa que tenemos una responsabilidad especial de tomar en cuenta los resultados de este estudio», asegura Andy Clements, director de la Fundación Británica de Ornitología.
El estudio fue divulgado en la víspera del Día Mundial de los Océanos, este 8 de junio, en el que varias organizaciones europeas hicieron un llamado sobre el impacto de la sobrepesca.
El 88% de los recursos pesqueros del continente están sobreexplotados, a niveles que ponen en peligro la sostenibilidad de especies, según advirtió este miércoles Oceana, una de las principales ONGs dedicadas a la protección de los mares.