La presentación de este filme cuyo autor es el sueco Anders Aberg, fue realizada en el Auditorio del Centro León por Milcíades Mejía, Presidente de la Academia de Ciencias de la República Dominicana, quien hizo algunos comentarios de los aportes de Ekman a la botánica en el país.
Erik Leonard Ekman: Reconocido, pero Desconocido; incluye locaciones y recoge pasajes de la vida del afamado botánico sueco Erik L. Ekman quien fue un científico y colector de plantas que dejó profundas huellas en la comunidad científica de Cuba, Haití y la República Dominicana.
En 17 años de duros trabajos, Ekman recolectó 35,712 números, compiló unos 100 mil ejemplares, alrededor de 1800 especies nuevas para la ciencia y 55 géneros nuevos; un trabajo formidable difícil de igualar por explorador alguno.
Las condiciones de vida en que Ekman se desenvolvió fueron de extrema austeridad; mayormente dormía a la intemperie durante sus excursiones botánicas, con una alimentación muy deficiente y andanzas a pie o rara vez a lomo de mula.
La última excursión la hizo al “Firme del Banilejo”, entre Ocoa y Bonao, en busca de flores y frutos de un arbolito de avellano criollo, una especie nueva, a la que meses más tarde, Ignatius Urban la nombró en su honor Omphalea ekmanii.
Como una muestra de gratitud eterna, la Academia de Ciencias de la República Dominicana y el Jardín Botánico Nacional junto al Centro León en Santiago y otras instituciones como la Sociedad Ecológica del Cibao (SOECI) y el Consorcio Ambiental Dominicano realizaron este homenaje a la figura de un botánico que entregó su vida por dar a conocer la riqueza florística del Caribe y especialmente de la Isla Española.
Estas actividades forman parte del programa mensual de educación y animación sociocultural del Centro León gracias al apoyo de la Fundación Eduardo León Jimenes y Cervecería Nacional Dominicana.
Más sobre Erik Leonard Ekman
Nació el 14 de octubre de 1883 en el barrio Katarina, sur de Estocolmo, Suecia. Finalizó los estudios primarios en Jonkoping en 1903.
Ingresó a la Universidad de Lund, graduándose de licenciado en 1907; finalizó la maestría en 1911 y el doctorado ciencias, en el 1914.
Ganó una beca para realizar exploraciones botánicas en Brasil por dos años. Para entonces, el profesor Ignatius Urban, del Jardín Botánico de Berlín, estaba preparando un volumen acerca de la Flora de Santo Domingo y necesitaba más material botánico de las Antillas.
Él tenía muy buenas referencias de Ekman y lo consideró la persona indicada para lograr ese objetivo. Gestionó con el comité de becas Regnell y consiguió que hiciera una parada de ocho meses en La Española, antes de llegar a Brasil.
Ekman desembarcó en La Habana a mediados de abril de 1914 y debía continuar hacia Haití a la mayor brevedad posible. En ese año se produjeron levantamientos guerrilleros en nuestro país y las comunicaciones entre ambas islas se vieron afectadas; así es como Ekman, varado en La Habana, inició las exploraciones en Cuba, justo cuando estalla también la Primera Guerra Mundial.
En Cuba, Ekman se demoró 10 años, tiempo en el que exploró toda la geografía de esa isla; recolectó 19,212 números y 50 mil ejemplares; de éstos, alrededor de 1000 especies y 25 géneros de plantas resultaron ser nuevos para la ciencia.
Ekman sale de Cuba y llega a Haiti el 13 de julio de 1924 y se establece en Port-au-Prince con la recomendación de iniciar las colecciones botánicas en Morne de la Selle, en solo cuatro años caminó por todo el territorio haitiano, realizando importantes hallazgos.
El 28 de diciembre de 1928 cruzó la frontera por Jimaní y se estableció en la República Dominicana por el resto de sus días. Mal de salud, pero con la experiencia adquirida en Cuba y Haití, en sólo tres años recorrió casi toda la geografía de nuestro país.
En la Española recolectó 16,500 números y 50 mil ejemplares, incluidas unas ochocientas especies y 30 géneros nuevos para la ciencia. El Dr. Erik L. Ekman honró a numerosos lugares de la República Dominicana, bautizando con sus nombres a numerosas especies de plantas nuevas para la ciencia.
Desde el 10 de Enero de 1931 su estado de salud comenzó a agravarse con ataques de fiebre palúdica y principio de pulmonía. El 14 de enero fue ingresado en la clínica Altagracia de la ciudad de Santiago y murió el 15 de enero de 1931, contando apenas con 47 años de edad.
Vía: Acento