Hacendados ocupan áreas del río Yaque

Santiago. El río Yaque del Norte, sometido a todo tipo de contaminación, ahora comienza a ser ocupado por dueños de fincas de arroz y guineos a su paso por Santiago hasta Manzanillo.La dirección provincial del Ministerio de Medio Ambiente sometió la pasada semana a tres empresarios a los que acusa de talar cientos de árboles y ocupar la ribera del río Yaque del Norte para la siembra de varios rubros.

Dos de estos empresarios se establecieron a menos de 30 metros del Yaque, violando las normas medioambientales.

Mario Tejada, titular provincial, dijo que en una finca propiedad de Verónica Bermúdez fueron talados mil 500 árboles sin autorización.

De esa cantidad, 1,472 eran de la especie de samanes.

Además en la finca ubicada en la comunidad Batey I del distrito municipal de La Canela, decomisaron 2,515 sacos de carbón al parecer hechos con los árboles derribados.

Siembra de ribera

Otros de los apresados fue Carlos Estévez quien tomó parte de la ribera del río Yaque en la comunidad de Platanal para sembrarlo de guineo. “No solo son estos casos los que tenemos, también hay empresarios dedicados a la siembra de guineo en Mao, Montecristi, La Canela y Hatillo que se meten más allá de los 30 metros que establecen las leyes de medio ambiente”, dijo Tejada al hablar con reporteros de el Caribe.

Tejada informó que persigue a un hombre de nacionalidad haitiana, al que consumidores de drogas le atribuyen ser responsable de pegarle fuego a la ribera del Yaque.

“Recientemente apresamos a un empresario de apellido Vargas, que construye un cementerio privado cercano al río Yaque, pensando que eran estos los responsables de pegar le fuego a la ribera del Yaque.”, adujo.

Alcaldía busca construir pista para motocicletas

Otra queja que enfrenta el Ministerio de Medio Ambiente es la intención de la alcaldía de levantar una pista de motocross en la zona afectada por el fuego en la ribera del Yaque, Tejada dijo que hasta el momento el alcalde Gilberto Serulle carece de los permisos.

Sin embargo, descarta que las llamas puedan ser ocasionadas por interesados y lo atribuye a vagabundos.