El deshielo de glaciares en todo el mundo parace imparable y seguirá su curso en las próximas décadas. Según un estudio del investigador climático de Bremen, el catedrático Ben Marzeion, publicado en la revista Nature Climate Change la masa glaciar mundial se reducirá a largo plazo en un 36%.
Los autores del estudio llegan a la conclusión de que el deshielo es la reacción a los efectos de los gases de efecto invernadero ya emitidos con el consiguiente aumento de la temperatura. Las reducciones de emisiones futuras solo pueden originar, por lo tanto, que no se derrita aún más hielo glaciar.
Para mantener el nivel de la masa glaciar actual, según el estudio, la temperatura media global debería descender al nivel de la época preindustrial, como en 1870.
Emisiones pasadas con mucha repercusión
Según los datos de la Organización Mundial de Meteorología, la temperatura terráquea global media en 2017 fue de 1,1 grados por encima de la registrada en 1850.
Los glaciares se formaron a lo largo de muchos siglos. Según los expertos, cada kilogramo de CO2 que se emite a la atmósfera es responsable de la pérdida a largo plazo de 14,8 kilos de hielo glaciar. Los investigadores no han calculado la pérdida de hielo adicional en el Ártico y el Antártico.
Si se mantiene la temperatura media de 1,5 o 2 grados pactada en el Acuerdo de París, esta no tendrá ninguna repercusión en los glaciares en este siglo, según se puede leer en dicho estudio y solo será relevante después de 2080. La gran parte de la pérdida de glaciares hasta 2100 es el resultado de las emisiones pasadas.
Responsabilidad para el futuro
«Los autores muestran que los glaciares reaccionan durante mucho tiempo a las emisiones pasadas», comenta Torsten Albrecht de Postdam, del Instituto de Investigación Climática (PIK).
Los glaciares en Groenlandia y el Antártico están en modo «memoria a largo plazo” y muestran «tanto la dimensión histórica de nuestra responsabilidad para las próximas generaciones como también la necesidad de dejar atrás, tan pronto como sea posible, el consumo de energía fósil”.
Tobias Bolch, coordinador del grupo de glaciología en la Universidad de Zúrich, ve similitudes entre este y anteriores estudios. «Lo relevante del estudio es que cuantificó el tiempo de adaptación global y se expuso claramente que, a corto plazo, no originará diferencias a la hora de aumentar la temperatura”.
Gero Rueter (RMR/JOV)
Deutsche Welle (DW)