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Fundación Propa-Gas presenta estudio Pedagogía de la Tierra ante las Naciones Unidas

fundacion_propa-gas_estudioNUEVA YORK. «Sin educación no hay política ambiental posible». Movida por esta convicción, Doña Pirigua Bonetti de Santana, presidenta de la Fundación Propa-Gas, decidió dirigir uno de los programas de la institución directamente a entender qué se enseña y qué se aprende sobre la naturaleza en nuestras escuelas de educación primaria.

Durante tres años, el proyecto llamado «Pedagogía de la Tierra» analizó junto a maestros, alumnos y a los responsables del Ministerio de Educación, qué conocimientos manejan y transmiten los profesores y cómo los reciben los niños. Más que un estudio, el programa es una reflexión sobre la relación entre naturaleza y sociedad según los textos de Ciencias Naturales del primer ciclo de educación primaria.

Porque… ¿están recibiendo los alumnos los conocimientos necesarios para que su relación con su medio ambiente sea la adecuada?

Experiencias vividas a lo largo de su trabajo con las comunidades que influyen directamente en el Parque Nacional de Valle Nuevo demostraron a Doña Pirigua la urgencia de emprender programas educativos. «En una reunión con trescientos niños en edad escolar en Constanza, les pregunté cuántos conocían la reserva de Valle Nuevo. Sólo levantaron la mano tres», revela.

Con su hablar pausado y firme, concluye: «Sólo se ama lo que se conoce. Si no conocen su medio… ¿cómo podemos aspirar a que lo cuiden, a que lo traten correctamente?».

En las Naciones Unidas

Y así, en el marco de la Octava Reunión del grupo de trabajo abierto sobre Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Fundación presentó en las Naciones Unidas, el pasado jueves, el programa «Pedagogía de la Tierra».

Al conversatorio asistió Vibeke Jensen, directora de la Oficina de Nueva York de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), para quien el programa presentado por la Fundación Propa-Gas «está perfectamente alineado con las inquietudes de la Unesco, que enfrenta como prioridad la formación de los maestros en programas medioambientales y que encuentra en la baja preparación de éstos, a nivel mundial, una grave dificultad para luchar contra la degradación ambiental. Y por lo tanto… contra la pobreza».

Igualmente, Yamile Eusebio, directora de la oficina de Nueva York de la GFDD, aliada de la Fundación, y representantes de la misión diplomática dominicana ante la ONU.

Para pensar

El estudio, realizado junto al Centro de Reflexión, Encuentro y Solidaridad Oné Respé, se levantó en tres años y en talleres y visitas con 50 maestros de La Vega, Santiago, San Cristóbal, Constanza y Haina.

Para Claudia Catrain, directora ejecutiva de la Fundación, el proceso «fue enriquecedor y retador, el Ministerio de Educación colaboró desde el principio y próximamente tenemos otra sesión de trabajo ya con los resultados del estudio en la mano».

¿Problemas detectados? «Varios. Para empezar, el centro del proceso educativo está puesto en la enseñanza, no en el aprendizaje», resalta esta educadora formada además en técnicas de teatro educativo. La memorización y la repetición son los pilares de un sistema que, en el caso de esta asignatura, es particularmente preocupante. Como ilustró Catrain, no se resaltan los contextos locales ni espaciales de los que se parte, no hay contacto directo del niño con el tema. Más aún, los textos no inducen a crear en el niño el sentido de ser guardián de la naturaleza, no se le explica esta interdependencia ni la relación entre las diferentes formas de vida. «Pedagogía de la Tierra» aspira a ser el principio de un cambio en nuestras escuelas. Es un estudio optimista por la receptividad de los maestros, realista ante los obvios obstáculos encontrados y pesimista (pero no desesperanzado), ya que como se dice en las conclusiones «la crisis ambiental es la crisis de nuestro tiempo. No es una crisis ecológica, es una crisis social».

Vía: http://www.diariolibre.com/