Por: Néstor Medrano
La Fundación Brugal Cree en su Gente entregó anoche el gran premio George Arzeno Brugal al Hogar Escuela Doña Chucha, de San Cristóbal, en una ceremonia que removió la sensibilidad del auditorio, por la labor social, comunitaria y artística de las organizaciones que resultaron galardonadas.
Previamente, el Hogar Escuela Doña Chucha había ganado un premio en la categoría de Asistencia Social. Las demás organizaciones premiadas en cada renglón fueron la Asociación Agrícola de Los Dajaos, en ‘Defensa y protección al medio ambiente’; la Fundación Abriendo Caminos, en el renglón ‘Educación’; en Desarrollo Comunitario la Junta Agrogeológica de Salcedo, y en Arte y Cultura, Casa de Teatro. Cada una de esas categorías fue premiada con un millón de pesos y, con el millón quinientos mil pesos adicional que se entrega al gran premio George Arzeno Brugal al principal galardón, suman seis millones 500 mil pesos.
Educación es el futuro
Al pronunciar el discurso central del acto, Franklin Báez Brugal, presidente de la Fundación, proclamó que ahora como nunca los dominicanos que menos tienen necesitan más, ya que, según entiende, “vivimos en una nación de grandes contrastes, de derroche innecesario y donde el lujo irresponsable de otros es directamente proporcional a las carencias de muchos”.
Dijo que en los últimos años el mundo ha vivido una de sus peores crisis, lo que ha afectado de manera sensible a los mercados del mundo, y los efectos de la crisis solo serán atenuados con la integración de todos los sectores en la misión de enrumbarse por el camino del desarrollo. Indicó que los dominicanos “somos un pueblo trabajador y emprendedor por naturaleza”.
Este año la Fundación Brugal recibió 126 propuestas para optar por los galardones y de esas propuestas 42 resultaron finalistas.
Durante el acto, celebrado en la Casa San Pablo, se otorgó un reconocimiento al dominicano Manny Vidal Ramírez, un dominicano que se ha superado en la ciudad de Nueva York.
Vidal Ramírez proclamó que es una responsabilidad del gobierno asistir a los maestros y directores de escuelas para conseguir el desarrollo; de los padres encaminar la crianza de sus hijos, y de la sociedad, plantear las soluciones conjuntas con los empresarios y con los sectores productivos, para apuntalar verdaderamente el desarrollo.
“Este año, República Dominicana solo dedicó el 2.1 % del Producto Interno Bruto a la educación y en el 2011 proyecta apenas un 2.5, lo que nos coloca como el segundo país en América Latina con el segundo índice más bajo en esa materia”, preciso Ramírez, quien dirige un centro escolar modelo en Nueva York.
Dijo que República Dominicana solo saldrá del subdesarrollo cuando sus gobernantes entiendan que solo la educación podrá liberarnos del atraso.
La conmovedora historia de Vidal Ramírez fue reseñada por LISTÍN DIARIO como parte de su campaña “Cambiemos la página, para cambiar las cosas”.
Manny se graduó Magna Cum Laude en la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Poco después, como la canción de Juan Luis Guerra, buscó visa para un sueño y se marchó a Nueva York.
Como todo emigrante, vivió momentos muy difíciles en sus primeros años. En el reportaje escrito por J. C.
Malone para LISTÍN DIARIO cuenta cómo el joven profesional se vio obligado a subsistir trabajando 14 horas diarias, mientras “cargaba cajas de plátanos, yucas, ñames, yautías, bebidas gaseosas, laterías, sacos de arroz, velones y cuantos productos llenan los colmados dominicanos”.
Barría la bodega y su acera varias veces al día. Luego, comenzó a conducir un taxi y, en sus pocas horas libres, se dedicó a estudiar inglés.
Más tarde, gracias a sus esfuerzos, logró un empleo en Hostos Community College. Allí ganaba mucho menos que en el taxi, pero ya tenía la satisfacción de volver a la academia.
En 1994, tres años después de haber llegado, Manny seguía en Hostos, era profesor de matemáticas en Marta Valle High School, y completaba una maestría en el City University of New York (CUNY).
Via: Listín Diario