El hongo afecta no sólo a los fresnos, sino a las múltiples especies de aves, insectos y plantas que dependen de ellos. Los cerca de 80 millones de fresnos en Reino Unido se encuentran en peligro.
La enfermedad causada por un hongo, que ha devastado la población de esos árboles en otros países de Europa, se está extendiendo en territorio británico. La Comisión Forestal de Reino Unido divulgó una guía en su sitio en internet para ayudar al público a identificar los síntomas de la enfermedad y alertar a las autoridades.
La experiencia de otros países en el continente no es alentadora. Dinamarca ha venido combatiendo durante una década la infección, que ya ha acabado con más del 90% de los fresnos.
Y el ministro de Medio Ambiente británico, Owen Paterson, reconoció que la enfermedad ha llegado para quedarse. Un vivero en Inglaterra, obligado ahora a destruir 50.000 fresnos jóvenes, dijo que demandará al gobierno por haber ignorado las primeras advertencias sobre el posible impacto de la enfermedad en el Reino Unido en 2009.
¿Qué medidas pueden tomarse para combatir el hongo? ¿Y qué riesgo existe de que ponga en peligro los fresnos en el continente americano, ya en serio peligro en Norteamérica por un insecto devastador llamado barrenador esmeralda?
Avance implacable
Los frondosos fresnos, con sus características semillas, son parte de la cultura y la historia de millones de personas en el planeta.
En Dinamarca generaciones de niños han aprendido que según la mitología nórdica, el fresno es el «árbol de la vida», esencial para el bienestar de las personas y el planeta.
«La leyenda es que cuando muera el fresno, el mundo como lo conocemos desaparecerá», le dijo a la BBC Moreton Kyelman, del Museo Danés de Caza y Silvicultura. «El árbol de la vida está conectado con todo lo que existe».
Pero los fresnos están desapareciendo de Dinamarca. El hongo causante de la enfermedad, Chalara fraxinea, fue descubierto en Europa del Este a principios de la década del 90 y detectado en Dinamarca en 2002. Para 2005 ya se había extendido por todo el país y hoy en día se estima que al menos el 95% de los fresnos en territorio danés han muerto o están en proceso de morir debido a la infección.
En el Reino Unido se ha confirmado la presencia de la enfermedad en al menos 115 sitios. La infección sólo se conoce en Europa, donde ya ha sido detectada también en Austria, Bélgica, República Checa, Finlandia, Francia, Lituania, Polonia, Alemania y Suiza, entre otros países.
Manchas
El hongo se ha detectado en ciertas especies de fresnos, principalmente el fresno europeo (Fraxinus excelsior).
Las señales más visibles se inician en la parte superior del árbol con manchas necróticas pequeñas en los tallos y ramas. Las manchas aumentan de tamaño, lo cual causa marchitez y necrosis de las ramas, así como muerte de la parte superior de la copa y posteriormente de los árboles. La enfermedad afecta a los árboles de todas las edades, pero es muy seria en los árboles jóvenes, y actualmente no existen medidas de control eficaces.
En el caso del Reino Unido, las autoridades forestales anunciaron que el combate a la enfermedad se centrará en contener la expansión de la enfermedad. Los árboles enfermos jóvenes serán cortados y destruidos, pero los maduros permanecerán en principio por su importancia para otras especies silvestres. Los fresnos pueden vivir más de 400 años y son claves para muchas especies de aves, insectos y líquenes dependen de estos árboles.
«Los científicos nos han dicho que una vez instalado en territorio británico, el hongo no podrá ser eliminado», dijo Paterson.
«Sin embargo, eso no significa el fin del fresno en el Reino Unido. Si podemos hacer más lento su avance y minimizar su impacto, tendremos tiempo para hallar árboles con resistencia genética».
Escarabajo devastador
En el continente americano, los fresnos enfrentan otro enemigo devastador, el llamado barrenador esmeralda del fresno, una de las especies invasoras más destructivas de Norteamérica.
Oriundo de Asia, desde que fue introducido a territorio norteamericano en la década de los años 90 y detectado en 2002, el escarabajo ya ha causado la muerte de más de 50 millones de fresnos en Estados Unidos y Canadá.
¿Que riesgos existen de que tanto el hongo que amenaza a los fresnos en Europa como el escarabajo que acaba con millones de esos árboles en Norteamérica llegue a América Latina?
En Argentina, por ejemplo, «el estatus del hongo en el país es ausente. No se encuentra en el listado de plagas cuarentenarias para la Argentina y al momento no se ha declarado el alerta sanitario sobre esta enfermedad», le explicó a BBC Mundo la ingeniera forestal Laura Maly, de la Coordinación de Sanidad Forestal de la Dirección Nacional de Protección Vegetal de Argentina (Senasa).
El escarabajo también está ausente.
Se puede considerar que la Argentina a través de la implementación de la norma internacional que regula los embalajes de madera utilizados en el comercio internacional, la NIMF N° 15, colabora en la disminución del riesgo de dispersión de las plagas asociadas a los embalajes como lo es el caso del barrenador esmeralda del fresno», agregó la Ingeniera Maly.
En el caso de Chile, el país «mantiene uno de los sistemas mas estrictos de vigilancia y normativa para el ingreso de material vegetal al país, con inspecciones en todas las vías de ingreso al país. Podemos indicar que se controla la totalidad de las mercancías y pasajeros que ingresa al país, por lo que la tasa de interceptación de plaga y enfermedades en bastante alta», le dijo a BBC Mundo la ingeniera forestal Aida Baldini, gerente forestal de CONAF, la Corporación Naciones Forestal, y profesora de la cátedra de Protección Fitosanitaria de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
«La ropa de las personas también tiene bajas posibilidades ya que se aplican pesticidas, que eliminan una amplia gama de hongos e inserctos pero son inocuos para las personas».
En cuanto al barrenador esmeralda, la ingeniera Baldini señaló que «a nivel de América Latina, tenemos redes de contacto que nos permiten activar detecciones precoces. También tenemos acuerdos sobre las metodologías de inspecciones, especialmente entre los países del Cono Sur (Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil), lo que nos da bastante seguridad de impedir la entrada de este u otro insecto forestal».
Vía: Acento