No se trata de una forma caprichosa, las aves vuelan en esta particular formación semejante a una V para aprovechar la energía del individuo que está adelante, según un estudio llevado a cabo por investigadores británicos.
El misterio de por qué tantos pájaros vuelan en formaciones en V está muy cerca de resolverse.
Científicos de la escuela de veterinaria de Universidad de Londres, en Reino Unido, colocaron dispositivos para recolectar datos a las aves de una bandada entrenada para migrar siguiendo a un avión ultraligero.
Gracias a esto, pudieron observar que los pájaros volaban en la posición óptima: ganando impulso del ave que va delante al mantenerse cerca de la punta de su ala.
El estudio, publicado en la revista Nature, demostró además que las aves sincronizan sus aleteos.
Un experimento previo realizado con pelícanos ofreció el primer indicio real de que las formaciones en V sirven para preservar energía, al mostrar que el ritmo cardíaco de las aves disminuía cuando estaban volando juntas en V.
Pero este nuevo trabajo siguió la pista y observó el vuelo de cada uno de los pájaros de la bandada, y registró su posición, velocidad y dirección, así como cada batir de alas.
Ventaja aerodinámica
El trabajo fue posible gracias a un proyecto de conservación de la organización Waldarapp en Austria, que ha criado bandadas de ibis eremitas y las ha entrenado para que sigan a un avión ultraligero.
El objetivo de este proyecto inusual es traer esta especie de vuelta a Europa, ya que estas aves fueron diezmadas por la caza.
Waldarapp las está entrenando para que viajen por una ruta migratoria que se había perdido.
Al colocar pequeños dispositivos para recoger datos en estas aves en peligro crítico de extinción, los científicos pudieron ver que las ibis cambiaban frecuentemente su posición y alteraban el ritmo de su aleteo para obtener una ventaja aerodinámica.
«Aparentemente son muy conscientes de dónde están las otras aves en la bandada y se ubican en la mejor posición posible», explicó Steven Portugal, líder del equipo de investigadores.
Esto hace que saquen partido del aire que se mueve hacia arriba generado por el pájaro que va delante, ya que cuando un ave vuela hacia adelante crea este movimiento de aire ascendente.
Al planear o al aletear, empuja el aire hacia abajo por debajo de sus alas.
«El movimiento de aire hacia abajo es malo», explicó Portugal.
«Las aves no quieren estar en este movimiento de otra ave, porque las empuja hacia abajo».
Pero el aire se escurre por la parte exterior de las alas y luego vuelve a subir por las puntas de éstas.
«Esto puede ofrecer algo así como un viaje gratis para el ave que viene detrás», dijo Portugal.
«Por lo tanto, el otro pájaro quiere ubicar su propia punta de ala en el aire hacia arriba originado por el que va delante».
El otro resultado realmente sorprendente, dicen los científicos, es que las aves también «sincronizan perfectamente sus aleteos para coincidir con el movimiento de aire correcto que llega del que vuela delante».
«Cada ibis mantenía la punta de su ala en el área de aire ascendente a través del ciclo de aleteo», precisó Portugal.
Fenómeno natural
«Lo que estas aves son capaces de hacer es asombroso. Pueden percibir lo que pasa con el ibis que va delante, de dónde viene el buen aire y cómo posicionarse perfectamente en él.»
Steven Portugal, investigador del Royal Veterinary College
De la misma forma en que las aves ahorran energía aprovechando el impulso de otras, muchas compañías que trabajan en el desarrollo de vehículos aéreos no tripulados buscan copiar la formación en V por su eficiencia energética.
«Elucidar este mecanismo puede contribuir a que sepan cómo pueden replicar esto con formaciones de aviones para ahorrar combustible», dijo Portugal.
Para los científicos, empero, supone un mejor conocimiento de un fenómeno natural realmente fascinante.
«Las formaciones en V son tan hermosas», expresó Adrian Thomas, profesor de biomecánica de la Universidad de Oxford, en Reino Unido.
«Las vemos todo el tiempo y queremos entenderlas y explicarlas, y este equipo ha hecho mucho en esa dirección».
«Lo que estas aves son capaces de hacer es asombroso», añadió Steven Portugal.
«Pueden percibir lo que pasa con el ibis que va delante, de dónde viene el buen aire y cómo posicionarse perfectamente en él».
«Desde el punto de vista sensorial, es realmente increíble».
Vía: http://www.acento.com.do/