Washington. Exjefes de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) de Estados Unidos avisaron de los efectos desastrosos que tendrán los recortes propuestos por el presidente, Donald Trump, para la investigación científica sobre el cambio climático y para las comunidades pobres del país.
“(Esta propuesta) representa un asalto total al aire limpio y al agua limpia y a nuestra capacidad de tener hogares seguros, escuelas y lugares para trabajar”, dijo en una conferencia de prensa telefónica Gina McCarthy, administradora de la EPA entre 2013 y 2017 bajo el Gobierno de Barack Obama (2009-2017).
McCarthy y Carol M. Browner, jefa de medioambiente entre 2009 y 2011, criticaron el plan presupuestario de Trump para el año fiscal 2018, presentado este jueves y que plantea un recorte de 31 % para la EPA, dirigida ahora por Scott Pruitt, un escéptico del cambio climático.
El presupuesto de Trump, cuya aprobación y modificación depende del Congreso, elimina 3.200 empleos, lo que significa que una de cada cinco personas en la agencia serán despedidas.
Las exjefas de la EPA creen que los recortes impedirán a la agencia cumplir con su objetivo de proteger la salud de los estadounidenses e investigar sobre los efectos del cambio climático, así como sobre las mejores formas de frenar el calentamiento global.
Además, la experta en cambio climático, Nicole Hernández Hammer, aseguró que el presupuesto tendrá un mayor impacto en zonas pobres y en las que viven latinos, como el condado de Miami-Dade (Florida), que ha visto aumentar poco a poco el nivel del mar y ha sufrido fuertes inundaciones en los últimos años.
La experta destacó que 35 % de la población blanca vive en la costa, pero ese porcentaje se eleva hasta 45 % entre los hispanos, que viven con mayor frecuencia en áreas afectadas por la contaminación y que tienen 40 % más posibilidades de sufrir asma que el resto de estadounidenses, según dijo Hernández Hammer.
“El cambio climático es real y eso está basado en verdades científicas. Este presupuesto ignora la realidad y nos pone en riesgo”, dijo Hammer, quien trabaja para la Unión de Científicos Preocupados y participa en el grupo Mamás de la Fuerza del Aire Limpio (”Moms Clean Air Force”).
A cambio de los recortes en medioambiente, artes y ayuda internacional, el presupuesto de Trump propone un pronunciado aumento de gasto en las áreas de defensa y seguridad nacional.
El documento presupuestario, llamado “Estados Unidos primero: Un anteproyecto presupuestario para volver a hacer grande a EE.UU.”, establece las prioridades de gasto del nuevo Gobierno, pero el Congreso es el que tiene el poder de decidir cómo se distribuirá el presupuesto federal.
Además de los recortes en la EPA, el presupuesto señala a Naciones Unidas, al que le suprime los fondos destinados a varios programas de lucha contra el cambio climático.
El presupuesto refleja las promesas electorales que hizo Trump, quien también prometió que derogaría el Plan de Energía Limpia, proclamado en 2015 por su antecesor, Barack Obama, y que busca reducir las emisiones de carbono de las centrales eléctricas.