Un estudio con una diminuta cámara colocada en el cuerpo de una ballena minke, una especie escurridiza poco analizada, demuestra que esta especie se alimenta como los conocidos «Comecocos» o «Pac-man» en aguas de la Antártida, según unas imágenes difundidas por WWF.
El vídeo, que forma parte de un proyecto estadounidense y australiano de estudio de los hábitos de las ballenas, revela cómo este cetáceo se desplaza a 24 kilómetros por hora mientras acelera para comer de una manera que recuerda al personaje de vídeojuegos.
Pliegues en la garganta ayudan a las minke a alimentarse como los “Comecocos”
Los pliegues de la garganta de la minke se expanden mientras en cada embestida engulle el agua cargada de presas, según un comunicado del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, siglas en inglés),
“Lo más notable fue la frecuencia de las embestidas y la rapidez con la que procesa el agua y se alimenta nuevamente, repitiendo esta tarea cada diez segundos durante la inmersión para alimentarse. Era como un Pac-man que comía continuamente”, dijo el líder del proyecto, Ari Friedlaender.
Las minke, que miden unos nueve metros, se alimentan engullendo agua cargada de krill o peces pequeños que filtra con las barbas, parecidas a un peine y que se encuentran en los maxilares.
“Es impresionante la rapidez con la que nadan las minke y la rapidez con la que se alimentan”, añadió Friedlaender.
Un minuto para procesar cada engullida de alimentos
Otras ballenas más grandes como la azul o de aleta (rorcual) absorben un volumen de agua equivalente a su masa corporal pero a diferencia de la minke, la segunda especie de ballena más pequeña, tardan un minuto en procesar cada engullida.
Friedlaender indicó que su pequeño tamaño permite a las minke maniobrar a través de los mares congelados y alimentarse rápidamente, lo que les ha ayudado a encontrar un nicho en la Antártida.
Por el contrario, las ballenas más grandes necesitan maniobrar en el mar abierto y áreas más densas de krill o peces para compensar la energía que necesitan para acelerar, engullir y procesar cada bocanada de agua.
“Las minke pueden alimentarse en el hielo. Su tamaño pequeño disminuye la energía que necesitan para alimentarse y pueden sacar provecho de áreas menos densas de presas”, precisó.
Las aguas congeladas son importantes para las minke porque además de ser fuentes de alimento, les permite esconderse de uno de sus depredadores, las orcas.
Su hábitat está amenazado por el cambio climático
El cambio climático amenaza este hábitat donde en los últimos 50 años el agua congelada se forma dos meses más tarde de lo que era habitual y retroceda un mes antes en la península Antártica.
La pesca de krill en zonas como la península Antártica y el Arco Scotia es otra de las amenazas a las que se enfrenta la ballena minke al igual que otras especies como pingüinos, focas o aves marinas cuya alimentación depende de este pequeño crustáceo.
EFEverde