Durante el proceso de consultas de la Comisión del PNUD que analiza el proceso de otorgamiento de la licencia ambiental al proyecto minero e industrial para la fabricación de cemento en el Municipio de Gonzalo, zona de Los Haitises, se han presentado excelentes exposiciones por parte de los diferentes grupos y personas que han participado. En todas destacan las sólidas argumentaciones sobre lo improcedente del indicado proyecto.
Se ha propuesto que todas estas intervenciones y exposiciones sean recopiladas para una posterior publicación, idea que ha sido respaldad y acogida. A continuación reproduzco la exposición que presenté frente a los expertos del PNUD, como integrante de la Comisión Ambiental de la UASD. Ese día, otros académicos de la Universidad hicieron también brillantes exposiciones frente a los comisionados. Nuestra exposición fue la siguiente. Distinguidos integrantes de la Comisión de Especialistas del PNUD La Universidad Autónoma de Santo Domingo, tras escuchar las opiniones de los docentes e investigadores que forman parte de su Comisión Ambiental, ha fijado su posición contra el establecimiento una planta procesadora de cemento y una explotación minera para el aprovechamiento de calizas en la zona contigua al Parque Nacional de Los Haitises. No obstante, nuestra academia de estudios superiores ha accedido en participar en estas consultas y contribuir en todo lo que sea posible con esta Comisión de Expertos, conformada por el PNUD a solicitud del gobierno dominicano. Confiamos en que las conclusiones de tan calificados especialistas facilitará a la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la República Dominicana rectificar el error cometido y proceder a retirar la Licencia Ambiental concedida al indicado Proyecto en el referido lugar. Como podrán comprobar, la sociedad dominicana ha expresado de múltiples maneras su rechazo al establecimiento de dicho proyecto en la zona periférica del Parque Nacional de Los Haitises, incluso mediante una encuesta de opinión de la reconocida empresa encuestadora Gallup que determinó que más del 85% de la población rechaza el establecimiento de la cementera y la explotación de calizas en el lugar proyectado. La zona de Los Haitises, es el territorio bautizado con esta toponimia por los pueblos originarios que poblaban la isla antes de la llegada de los europeos. El término Haitises significa “tierra alta o montañosa”, y es un adecuado plural para un lugar que concentra miles de colinas o mogotes, en una de los paisajes kársticos más conspicuos del planeta. Esa topografía abrupta, que ocupa parte de la zona costera y se extiende tierra adentro por más de 1800 kilómetros cuadrados, que visto a vuelo de pájaro se asemeja a un inmenso cartón de huevos, es el resultado de prolongados e intensos procesos Geomorfológicos, de muy rara ocurrencia en el planeta. Su ubicación en el nordeste de la isla, puerta de entrada predominante de los vientos alisios, principales responsables del régimen pluviométrico del país, ha dado por resultado una combinación de clima, geología, topografía, suelos y régimen hídrico únicos. A su singularidad biofísica, y gracias a esta, se suma un bosque muy húmedo, de especies latifoliadas, que ha ocupado los cientos de pequeños valles, los pasadizos entre colinas y se ha trepado entre las rocas sin suelo de los mogotes, constituyendo uno de los principales bosques de este tipo en la región de El Caribe. Gracias a su geomorfología laberíntica y su topografía infranqueable, la zona de Los Haitises sobrevivió a cuatro siglos y medio de depredación y destrucción, que comenzó con la llegada de los Españoles a la isla al final del siglo XVI. Aguijoneados por la miseria que generaban y mantenían los ingenios azucareros en la llanura que rodea el sur de los Haitises, muchos obreros agrícolas y cortadores de caña comenzaron a ocupar parte de ese territorio para levantar pequeñas unidades productivas diversificadas que aquí conocemos como conucos. Este proceso se vio acelerado con la caída de la industria azucarera en las décadas de los 70, 80 y 90, que provocó nuevas ocupaciones en la zona de Los Haitises para la producción de cultivos menores de consumo, primero, y de yautía para la exportación, luego. Los estudios que ustedes realizarán les pondrá en contacto y conocimiento con el extraordinario valor natural, económico, social y cultural del área Su extraordinario valor se evidencia en los esfuerzos nacionales e internacionales para su conservación. En la República Dominicana se han sucedido diversas iniciativas legales para otorgar un régimen de protección adecuado a esa zona de tanta importancia, lo cual es un indicador del valor que se le otorga a la misma. Desde el año 1968 se han sucedido 8 instrumentos legales para la protección de Los Haitises como son la ley 244 de 1968, el Decreto 149 de 1976, el 88 del año 1993, el 233 del 1996, el 319 de 1996, el 297 de 1997, el 453 de 1998 y el 17-06. Además de las leyes 64 del 2000 y 202 del 2004, que definen el estado actual en cuanto a categoría y límites del área protegida. En el plano internacional, solo por mencionar algunas, vale destacar el extraordinario aporte técnico y económico de la Agencia Española de Cooperación Internacional –AECI-, de la USAID, de la Universidad de Cornell, de la GTZ y el DED de Alemania, entre otros. Los Haitises han sido considerados para formar parte de la Reserva de Biosfera de la Bahía de Samanà, que se ha identificado para ser sometida al Programa del Hombre y la Biosfera de la UNESCO, con la condición de zona Núcleo Principal de la misma. Todos estos son indicadores del extraordinario valor que se le reconoce al área. Pero ese valor en biodiversidad, en recursos hídricos, en potencial para el ecoturismo puede ser condenado a la desaparición si se adoptan decisiones de gestión de su territorio y del territorio circundante que no sean compatibles con el propósito central de su protección o que generen procesos irreversibles y adversos a tales objetivos. Como expertos, conocerán de las conclusiones de eventos internacionales sobre áreas protegidas y de la experiencia internacional que no concibe la existencia de un área protegida, ni la gestión apropiada de esta si no se incluye la regulación de las actividades en la zona de influencia de las mismas. Es así que surge el concepto de zona de amortiguamiento. Como zona relacionada con un área protegida en la cual se aplican regulaciones en los usos del territorio, procurando que se mantengan las actividades productivas y otras actividades humanas que no provoquen procesos que vayan a alterar los recursos que se conservan, al tiempo que contribuyen al bienestar de los habitantes de la misma. Pues de lo que se trata en el conflicto generado por el otorgamiento de la Licencia Ambiental para instalar una Cementera y un área de explotación de calizas en la zona aledaña del Parque Nacional de Los Haitises es precisamente de un problema de gestión sostenible de un territorio protegido y su zona de influencia, y de una visión de desarrollo regional. La zona de amortiguamiento existe aunque no lo defina una ley, porque de lo contrario la gestión del área núcleo protegida no estaría suficientemente resguardada. Aunque estuvo definida en todos los instrumentos jurídicos anteriores, en los vigentes actualmente la zona de amortiguamiento fue excluida en forma caprichosa en un irregular proceso de aprobación de la Ley 202-04, sobre áreas protegidas. Sin embargo, todos los que hemos laborado en la gestión de áreas protegidas y la experiencia internacional, así como las recomendaciones técnicas de los más calificados organismos multinacionales, obligan a una gestión especial del entorno de los espacios naturales protegidos. De lo contrario, no tendría sentido un status de protección al margen de un manejo adecuado del entorno. En tal sentido, contrario a la propaganda que pretende descalificar a los defensores del ambiente y en particular del Parque Nacional de Los Haitises, tildándoles de enemigos del desarrollo, es precisamente a favor del desarrollo que nos pronunciamos. Mas concretamente a favor de una opción de desarrollo sostenible e incluyente. A favor del desarrollo que no degrade los recursos naturales, que no destruya los espacios naturales protegidos, que no excluya a las mayorías. La región periférica de Los Haitises tiene todo el potencial para un modelo de desarrollo que supere el modelo destructivo y empobrecedor y a la vez contribuya sosteniblemente a la solución de las necesidades nacionales y a la crisis alimentaria mundial. Las condiciones edafoclimàticas de la zona de Los Haitises incluyendo su entorno tienen potencial para la producción de alimento y ese debe ser su uso principal y primordial. En la zona prosperan bien la producción de productos menores, la siembra de frutales y el cacao. También la el pasto y la crianza de animales, en especial bovinos para carne y leche y otros animales de crianza. La zona también es idónea para la producción de madera através de plantaciones forestales. Tanto el Parque como su zona de influencia tienen un potencial invaluable y aun sin explotar para el turismo sostenible y el ecoturismo. El Presidente de la República Dominicana, en su reciente viaje a España, expresó la necesidad de reorientar el modelo hacia el fortalecimiento de la producción y en especial hacia el fortalecimiento de la seguridad alimentaria. En esa estrategia la zona de influencia del Parque Nacional de Los Haitises puede y debe jugar un rol importante. Esas actividades son compatibles con una zona de amortiguamiento y con el propósito de salvaguardar los servicios ambientales que como el agua, proporciona dicho Parque, que por cierto, son también elementos imprescindibles para el desarrollo. O acaso ¿puede haber desarrollo sin agua de calidad?. Estas opciones además permitirían dar una respuesta realmente prometedora e integradora a la problemática social del Parque, garantizando su sostenibilidad, e incorporando a los habitantes como sujetos de su propio desarrollo y no simples objetos para explotarlos y luego desecharlos. Finalmente, queremos significarles que la decisión con respecto a este caso, tendrá repercusiones sobre todo el Sistema Nacional de Areas Protegidas de la República Dominicana. Todas las áreas protegidas están bajo la amenaza de concesiones mineras tanto en su zona periférica, como en su zona núcleo en algunos casos. Una decisión favorable a permitir la instalación de cementeras y minerías en la zona de influencia del Parque Nacional de Los Haitises, abre la posibilidad de que ocurra lo mismo en todo el Sistema Nacional de Areas Protegidas. El territorio nacional tiene infinidad de opciones territoriales para la instalación de industrias y cementeras, asimismo dispone de depósitos de calizas en múltiples lugares del territorio nacional que no entran en contradicción con ningún territorio protegido. Por tanto, no vemos ninguna, pero ninguna razón para insistir en establecer un uso tan dañino en torno a un área de tanto interés, importancia y valor. Agradezco finalmente la oportunidad que nos han brindado. Muchas gracias. Por: Roberto Sánchez |