El temblor de 5.3 grados (en la escala de Ritcher), ocurrido en la madrugada del 5 de enero en la zona sur de República Dominicana, se produce en una zona de mucha actividad sísmica, que incluye la cercanía con varias fallas geológicas.
De hecho, de 1965 a la fecha se han reportado 7 movimientos telúricos, con intensidades que fluctúan entre 4.5 y 5.5 grados.
En región interceden principalmente tres fallas geológicas:
San José de Ocoa-Restauración, Los Pozos-San Juan y la de el Cercado.
Alrededor de allí se han producido los siguientes movimientos sísmicos en épocas recientes:
M: 5.3, Junio 03, 1965
M: 4.5, abril 10, 1975
M: 4.7,Octubre 17, 1977
M: 4.9,Noviembre 03, 1987
M: 5.5,Septiembre 05, 1988
M: 5.2, Agosto 19, 1993
M: 4.4,Octubre 15, 1998
M: 5.3, Enero 5, 2012
El temblor del 5 de enero provocó gran alarma en gran parte del país, especialmente en Santo Domingo y el sur, algunos incluso especularon erróneamente sobre la posibilidad de un Tsunami, dado que según los expertos para que se produzca un Tsunami deben darse las siguientes condiciones:
1) El área de ruptura, o una fracción mayoritaria de ésta, debe estar bajo el lecho marino y a una profundidad menor de 60 kms.
2) La frontera de placas o falla tectónica debe ser de subducción, con componente vertical de movimiento y no de desgarre con desplazamiento sólo lateral.
3) En un cierto lapso, el sismo debe liberar suficiente energía y transmitirla eficientemente. (Sobre 7.5 grados de magnitud en la Escala de Richter).
Sin embargo también aclaran que como tales características son sólo verificables vía instrumentos y tras un análisis técnico que requiere de un tiempo racional, deberá bastar la ocurrencia de un sismo local de gran intensidad, que impida a las personas mantenerse en pie, que haga caer muros, derrumbe torres y logre desplazar algunas casas de madera, para declarar la Alerta de Tsunami.
Redacción acción verde.