Preocupado. El ambientalista Nelson Bautista expone problemas del sector ambiental.
Nelson Bautista, ambientalista con muchas inquietudes sobre los problemas que afectan al sector, suma sus preocupaciones a la problemática ambiental y resalta varios temas, entre los que se destacan la situación de las áreas protegidas, los bosques y el agua.
“El terrible asedio contra el Sistema de Áreas Protegidas, la orfandad y desamparo en el cumplimiento legal de las leyes ambientales, el incremento de las amenazas a los bosques naturales. La dramática situación sobre el manejo de los residuos sólidos y en especial el tratamiento a los plásticos”, dice al tiempo de agregar el problema de la debilidad financiera y administrativa, así como la de la autoridad rectora.
Bautista, quien coordina la Fundación Acción Verde Inc., enfoca lo que denomina las cinco amenazas ambientales más serias que enfrenta República Dominicana y apunta que “la expansión agrícola y la descarada explotación intensiva de terrenos dentro de los parques nacionales como Valle Nuevo, Baoruco, Los Haitises y Nalga de Maco. Hechos ampliamente documentados y puestos en conocimiento de las autoridades correspondientes, pero que lejos de actuar con apego a la Ley se empeñan en negarlo o simplemente dejarlo pasar”.
A esto se suma el nefasto precedente que se sienta con la sentencia número TC/0905/18 de Tribunal Constitucional, que declara “no conforme con la consideración que el decreto 371-11 que creó el Parque Nacional Manolo Tavárez bajo el alegato de que más de 40 comunidades estarían en riesgo de perder sus derechos de propiedad. Esto representa un grave desafío al Sistema Nacional de Áreas Protegidas y la defensa de la seguridad hídrica de la nación”.
¿Qué procede? Simplemente, precisa Bautista, “que las autoridades responsables del área actúen acorde con el mandato de las leyes que nos rigen. Hacer cumplir ese mandato implica la preservación de los espacios naturales protegidos para beneficiar el interés general sobre el particular”.
Criticó la orfandad y desamparo en el cumplimiento legal de las leyes ambientales, las violaciones a las Ley General de Medio Ambiente 64-00 y la Ley Sectorial 202-04, y, además, a la misma Constitución de la República.
“Todo esto se ha puesto de manifiesto en sentencias que no se acatan, como la del Tribunal Superior Administrativo que ordena el cese de actividades agrícolas en Valle Nuevo, las múltiples resoluciones de antiguos ministros de Medio Ambiente sobre temas puntuales como el desalojo de Valle Nuevo y permisología ambiental y vedas”.
Apunta, además, que “también nos encontramos con casos donde el propio Estado está fomentando su desacato, otorgando permisos y concesiones pero además promoviendo programas gubernamentales en zonas en las que la ley no lo permite.
“Esto impacta de forma dramática y particular en el recurso agua, la protección de los acuíferos y sus cuencas. Para alcanzar los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) es vital lograr el debido fortalecimiento institucional para que cada estamento del estado asuma el rol que le ha sido encomendado”.
Los bosques. Sobre el incremento de las amenazas a los bosques naturales, Bautista refiere que factores como la falta de consecuencias en la persecución de los incendios forestales (más de 90% de ellos son provocados), las plagas que han diezmado especialmente los bosques de montaña, por ejemplo: más de 300,000 árboles han sido cortados solo por los efectos del barrenador del pino (Ipscalligrafus) en las montañas circundantes a San José de las Matas y el saqueo de especies de la flora en peligro de extinción, como el caso del Guaconejo en los bosques del Sur profundo y de otras especies.
Sobre la problemática del agua, que preocupa a diversos sectores de la vida nacional, Bautista comentó: “Otra vez el agua y la biodiversidad son las víctimas más afectadas. Si bien los proyectos agroforestales de la Presidencia de la República “alivian” en algo la necesidad de repoblación forestal, se hace necesario un reenfoque hacia la protección de los Bosques Naturales y a propiciar e impulsar la siembra masiva de especies endémicas y nativas que sirvan de sustento a la biodiversidad y que también, de algún modo, permita un aprovechamiento sustentable de estos recursos”.