P. Profesor, por primera vez escuchamos que en nuestro país existen áreas protegidas municipales, si eso es cierto, ¿dónde están y quienes velan por su conservación?
R. Las áreas protegidas municipales no son una novedad, pues tanto en el país como en diferentes países del continente Americano y de Europa, es un procedimiento utilizado para darle protección especial a determinados espacios urbanos, suburbanos o en ambientes naturales muy próximo a las ciudades que conservan buena parte de su entorno natural y que pueden ser utilizados como áreas especiales o con potencialidades para recreación, ecoturismo, esparcimiento y educación ambiental.
Casi siempre, dentro o alrededor de los grandes asentamientos humanos, pueblos y ciudades, se conservan en excelentes condiciones algunas muestras boscosas, manantiales y maravillosas fuentes de agua, humedales, árboles emblemáticos, especies valiosas de la flora y fauna local, que pueden habilitarse para el uso público y colocar a cualquier ciudadano en medio de un ambiente sano, ameno, agradable…, sin tener que recorrer grandes distancias y a veces, en cuestión de minutos. Áreas de esta naturaleza existen en la mayoría de pueblos y ciudades de la República Dominicana que son valorados positivamente por los gobiernos locales, autoridades e instituciones públicas y sectores organizados de la sociedad, principalmente en Juntas de Vecinos y grupos ecologistas. Casos concretos los tenemos en “La Noria” de Monción, “Laguna La Bacácara” en Pimentel. “Los Cachones” de Jaragua, el “Ecoparque de La Paz” en Salcedo, “Las Caobas” en San Cristóbal, “Parque Ecológico” de Nigua, “Laguna Aurelio” en Haina, “Parque Ecológico” de La Romana, “Islita de Los Pinos” en Boca Chica y en Santo Domingo tenemos “El Parque de Las Investigaciones” en Pantoja, “Las Malvinas” en Villa Mella, “El Cachón de la Rubia” en Lucerna “Los Ojos de las Américas” en Los Frailes, “El Cachón” de San Isidro, “Parque Ecológico Los Tres Brazos”, “La Isla de La Esperanza”, “Laguna Yaguasa” en Guaricano. Hay otras áreas protegidas municipales que se proponen y conocen en diferentes pueblos del país como Sosúa, Bánica, El Limón de Jimaní y varios poblados alrededor del Lago Enriquillo, incluyendo el “Parque de la Amistad Transfronteriza” que cubre espacios nacionales y de la República de Haití. Estas áreas están bajo la tutela de los gobiernos locales y tienen los soportes técnicos y, cuando las circunstancias lo demandan, protección vinculada a la colaboración establecida con el Ministerio Ambiente.
Vía: Hoy Digital