BOGOTÁ. Una compañía colombiana ha convertido «la desventaja ambiental» de la no biodegrabilidad del plástico en una «ventaja competitiva», mediante la fabricación de artículos a partir de plásticos reciclados, lo que los hace mucho más duraderos, y se plantea incluso hacer casas para familias de bajos recursos.
«Ecomodulares», una marca que creó hace tres años la empresa bogotana Polímeros Reciclados, se especializa en fabricar desde casas hasta tablones para vallados en los que la madera o ladrillos tradicionales son sustituidos por módulos de plástico reciclado.
«Podemos hacer casas, pesebreras, juegos infantiles y todo aquello que pueda fallar por la exposición al sol o la lluvia, porque el plástico es perfecto ya que no cultiva bacterias y puede ser una gran solución para las regiones con un nivel de humedad alto», dijo el presidente de la junta directiva de Polímeros Reciclados, Mauricio Rodríguez, a Colombia.inn, agencia operada por Efe.
La compañía aspira a facturar este año unos 300.000 dólares mediante la realización de proyectos principalmente con firmas del sector agrícola y petrolero.
En Cartagena (norte del país), Polímeros Reciclados ya construyó un muelle con materiales plásticos reciclados, que ha resultado «un éxito», porque tres años después «la obra está perfecta, sin cambios de ningún tipo», dijo Rodríguez.
Otro hecho importante ha sido trabajar con Independence de Colombia, firma que presta servicios para la perforación, mantenimiento y reacondicionamiento de pozos de petróleo y gas.
Polímeros Reciclados ha sido seleccionada para reemplazar barandas, escaleras y pisos en las plataformas petroleras con elementos hechos de plástico.
Además esta compañía promueve un proyecto para usar las 936 toneladas de plástico que se producen a diario en Bogotá en la fabricación de viviendas para personas de bajos recursos.
«El plástico de esta ciudad va en su mayoría a parar a un relleno sanitario. De 936 toneladas se reutilizan solo 30. Si con las demás se hicieran viviendas estaríamos hablando de 180 casas diarias», apuntó Rodríguez.
Destacó que, en promedio, el valor del metro cuadrado de una casa «oscilaría entre los 158 y 264 dólares».
Sobre planes de expansión, Rodríguez confirmó que han recibido propuestas de exportar sus productos a Venezuela, pero aclaró que el propósito es aprovechar los residuos locales.
«No queremos exportar sino replicar en cualquier lugar del mundo nuestra empresa, porque de lo contrario iríamos en contra de la sostenibilidad en la que creemos», argumentó.
Para este emprendedor, «lo ideal sería construir las piezas allí mismo, porque se cuenta con la materia prima» y solo se encargarían de fabricar las máquinas localmente para así ayudar a que los recicladores y el medio ambiente en ese país también se beneficien.
por EFE
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