En agosto del año 2011, representando al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, dicte la conferencia «Restauración Ecológica en zonas Urbanas y Semiurbanas con criterios biológicos y culturales», durante la celebración del Congreso Mundial de la Sociedad para la Restauración Ecológica en Yucatán, México.
En esa presentación analicé los resultados de las restauraciones ecológicas de humedales en áreas urbanas y semiurbanas que viene implementando el Ministerio de Medio Ambiente, sin lugar a dudas el esfuerzo de restauración integral más extraordinario que se haya hecho en el país, y destaqué la magnitud del impacto que han tenido estas restauraciones, tanto en las comunidades aledañas como en las formas de vida que dependen de estos ecosistemas.
Enfaticé, además, el hecho de que en estas restauraciones se cumplen todos los objetivos del programa del Congreso Internacional de la Sociedad para la Restauración Ecológica, pues además de crear y mejorar refugios para las diferentes formas de vida, han contribuido a la generación de empleos y al desarrollo sostenible, al tiempo que ofrecen lugares para la recreación y el estudio a comunidades marginadas.
Al finalizar la conferencia, se nos acercó una estudiante de postgrado del Laboratorio de Restauración Ecológica de la Escuela de Estudios ambientales de la Universidad de Victoria en Canadá, cuya tesis trata, precisamente, sobre el impacto de la restauración ecológica en áreas urbanas de bajos recursos.
Posteriormente nos solicitó por escrito la colaboración del Ministerio en la implementación de su investigación, y hace dos días nos escribió de nuevo y nos reitera lo mucho que le impactó la conferencia sobre la experiencia dominicana en la restauración de humedales en áreas urbanas y nos invita a dar una teleconferencia en la que se destaque la relación de los habitantes con la naturaleza; la relación de los habitantes de la comunidad entre ellos y con otros sectores de la sociedad; la relación de los habitantes de la comunidad consigo mismos. Es decir, si se ven más felices, sanos, etc., y cualquier otro cambio, ya sea material, intelectual o espiritual que se pueda percibir a partir del proyecto de restauración.
En otra ocasión, María Rivera, representante de la Convención Rámsar para Latinoamérica y el Caribe, le comunicó al Viceministro de Áreas Protegidas y Biodiversidad que le interesaba que el Ministerio compartiera con ellos sus experiencias en materia de restauración ecológica en la reunión regional de Ramsar y que estas experiencias se presentaran también en la Reunión de las Partes (COP, por sus siglas en inglés), que es el máximo organismo de Rámsar. Comentó la doctora Rivera que en ningún país se estaba implementando un proyecto de restauración de tal magnitud, más de 30 áreas intervenidas, y con la participación activa desde sus inicios de las comunidades.
Vía: Diario Libre