SANTO DOMINGO. Son cerca de veinte años que el ornitólogo y conservacionista Chris Rimmer tiene estudiando las aves en La Hispaniola, en especial a una pequeña que es cantora y migratoria, el Zorzal de Bicknell.
Rimmer es cofundador y director ejecutivo del Centro Vermont para Ecoestudios (VCE, por sus siglas en inglés), con sede en Norwich, Vermont, Estados Unidos. Su trabajo se centra en el estudio y conservación de aves de bosque montañoso del noreste de Estados Unidos y de la isla La Hispaniola.
“Veinte años después de nuestra primera incursión en el terreno de Zorzal de Bicknell, una conclusión es clara: que los seres humanos actúan decididamente en contra de esta especie globalmente rara y vulnerable”. VCE
El Zorzal de Bicknell (Catharus bicknelli) es una especie de ave migratoria de la familia Turdidae, que anida en Canadá y Estados Unidos e invierna en Cuba, Haití, Jamaica y principalmente en República Dominicana.
Chris Rimmer visitó recientemente la República Dominicana para seguir con el trabajo de preservación del zorzal y conversó con representantes del Ministerio de Medio Ambiente y del Grupo Jaragua sobre los proyectos en el futuro cercano para proteger la Sierra de Bahoruco.
Este mes visitará por primera vez el país el consultor guatemalteco Oscar Maldonado, experto en planeamiento de proyectos de conservación, quien estudiará la problemática ambiental en Sierra de Bahoruco, de la mano de un equipo técnico formado para tal propósito, donde participarán el Ministerio de Medio Ambiente, el Grupo Jaragua y otras entidades.
¿Cómo inicia sus estudios el Centro Vermont en República Dominicana?
Desde 1994 empezamos a estudiar al zorzal. Necesitábamos saber dónde pasan el invierno, qué hacen, cómo son los hábitats, en qué condiciones buenas o malas están; no sabíamos nada.
Un par de años más tarde, después de iniciar los estudios, venimos aquí (Santo Domingo), éramos nuevos, no conocíamos a nadie. Nos reunimos con un grupo de ornitólogos locales y algunas personas del Ministerio de Medio Ambiente y fuimos a Sierra de Bahoruco. Subimos a Pueblo Viejo y durante la primera mañana ahí, en los primeros cinco metros dentro del bosque escuché un llamado, uno muy distintivo y me dije: ´¡Guau, aquí está!´, y seguimos encontrando muchos más en todo el bosque, en uno de los mejores puntos de congregación en la sierra. Y así empezamos a estudiar a las aves ahí.
Luego enviamos gente alrededor de toda la isla pasa saber dónde estaban todas ellas, en qué hábitats, e iniciamos un trabajo intenso por casi veinte años.
Tenemos todo este tiempo estudiando a todas las aves ahí, utilizando redes, contándolas, poniendo transmisores en el zorzal, siguiéndolas hasta sus hábitats, Etc. En muchas maneras las hemos estudiado.
Así fue que aprendimos sobre su ecología, lo que necesitan tanto hembras como machos que se ubican cada uno en diferentes hábitats y zonas. Aprendimos mucho, aprendimos que necesitan el bosque nuboso y que este está en un gran peligro, se puede perder.
¿La deforestación es la mayor amenaza?
Esta es la mayor amenaza, la pérdida del hábitat por la agricultura, principalmente la siembra de aguacate, que es un gran negocio, además de los cultivos por haitianos ilegales y el grave problema de los hornos de carbón.
¿Cómo has visto la reducción del hábitat desde 1994?
Desde 1994 es muy obvia la reducción del hábitat en muchas zonas, como El Aceitillar, Los Arroyos, Las Mercedes y Loma del Toro. El bosque se está perdiendo y lo puedes ver ahora como hace 5 y 10 años, es escalofriante.
¿Cuánto tiempo crees que le queda al bosque nuboso de Sierra de Bahoruco?
Nada importante se está haciendo ahora, de verdad. Estamos tratando de cambiar eso. Creo que en 20 o 25 años estaremos en serios problemas. No diría que el zorzal estaría extinto si en 25 años no se ha hecho nada, pero posiblemente sea muy tarde de corregir las cosas. Pero también hay otros problemas, como el cambio climático, este está secando estos bosques… si se siguen secando y secando no va a ser viable para estas aves. No sabemos exactamente qué va a pasar porque es una combinación de factores.
Tenemos zorzal en Cuba, mejor protegido que aquí, lo tenemos en Puerto Rico y en Jamaica, pero no son una gran cantidad. Es aquí donde estamos concentrando nuestros esfuerzos y no solo es el zorzal, para nosotros es como una sombrilla, lo protegemos para proteger muchos otras organismos y plantas, es un gran esfuerzo.
Para mi, Estados Unidos y nuestra organización, esta ave es el enlace para proteger todo.
¿Le han explicado al ministro de Medio Ambiente todos estos problemas?
Nunca he hablado con el ministro… hablamos siempre con un viceministro. Ellos reconocen el problema, no son ciegos o estúpidos y hablamos en buen tono.
Ellos dicen que están comprometidos a cambiar las cosas, corregir los problemas, pero hablar es fácil, actuar es difícil.
Hay mucho que está pasando con productores de aguacate, ellos son poderosos, tienen mucha influencia. No se bien la relación que los aguacateros tienen con el gobierno, puedo suponerlo, pero esto no es fácil.
¿Crees que sería mejor si el Gobierno de Estados Unidos habla directamente con el Gobierno Dominicano sobre el tema?
Creo que sería mejor, y aunque el Gobierno de Estados Unidos tiene buena relación con el dominicano, no tenemos ninguna autoridad. Se pudiera presionar mostrando a otros países la situación, para que sepan del mal trabajo que está haciendo en República Dominicana en cuanto a la conservación, pero nadie quiere eso.
Hace unos meses personas del Gobierno de Estados Unidos vinieron a ver los problemas por sí mismos en la Sierra, ellos hablaron con el ministro. Creo que eso puede ayudar, pero no se sabe qué va a pasar.
Creo que el mismo pueblo dominicano, más que nadie, debe presionar al Ministerio para que ponga atención al problema, no a mi. Si la gente se involucra mucho creo que pondrán atención.
Aquí en el país hay un “boom” de interesados en la conservación, pero siempre pasa lo mismo con Sierra de Bahoruco: no llama la atención por la lejanía y su situación fronteriza. ¿Cómo la gente puede entender su importancia?
No se trata solo de animales y plantas, se trata de los servicios ecológicos de los que la gente se beneficia, como el agua. Los humanos se benefician directamente de un ecosistema saludable y eso es un mensaje poderoso para la gente, de cómo se pueden afectar directamente. Si pierden el agua, el agua se contamina o se producen deslaves… ¡miren a Haití! Eso es un buen ejemplo con el que la gente puede poner atención al problema.
¿Cuánto ha invertido la organización en estos estudios?
En 20 años hemos gastado cientos de miles de dólares, somos una organización sin fines de lucro y eso ha significado muchos recursos, pero estamos dispuestos a gastar más y no nos vamos a rendir hasta que declaremos victoria… declararemos victoria.