Basura, aguas residuales, pestilencia, animales famélicos, una anciana y mugrienta pareja de leones. Jaulas vacías, un cocodrilo arrimado a un muro de piedra cubierto por un moho verde, un mono aferrado a la tela metálica de su jaula, quizás entristecido por su cautiverio. Aves exóticas -como los pelícanos- junto a un estanque de agua sucia. Cañadas hediondas, un bosque enmarañado y descuidado, ese es el paisaje que presenta el zoológico de Moca, único público con que cuentan el interior del país.
Las instalaciones del parque en muchas áreas están destartalados, con pasadizos visiblemente agrietados, jaulas solitarias y llenas de mugre. El espacio fue abierto en la década de los 80 bajo la gestión del alcalde Rubén Lulo Gitte, pero descuidado durante sucesivas administraciones municipales.
La situación ha provocado que la asistencia de público sea casi nula , pero algunas personas visitan el zoológico los fines de semana bpara lo cual pagan $25 pesos por entrada.
El administrador, Alfonso Ortiz (Chocho), explicó que hasta este jueves -cuando el alcalde mocano, Remberto Cruz, les asignó un millón de pesos- el zoológico no contaba con ningún presupuesto. Sin embargo, considera que ese dinero «no es suficiente, jamás en la vida, eso no alcanza ni para comenzar» pues considera que para tener un zoológico «como manda» se necesitan entre 20 y 25 millones de pesos.
Ortiz, quien tiene 28 años en el zoológico, dice que la situación presente es que hay pocos animales, pero asegura que no han muerto de hambre y que se hace responsable de compras a créditos en establecimientos suplidores para alimentarlos. «Se ha muerto una parte de los animales de vejez y no por hambre, porque estamos suficientemente abastecidos. Siempre he dicho que este zoológico no es apto para mantener algunos animales que tenemos aquí, como los leones, avestruces, el cocodrilo y otros que requieren más espacios», aseguró Ortiz.
El patronato del zoológico está compuesto por 20 personas, «pero sólo trabajan tres o cuatro, los demás son decorativos», según Ortiz.
Remozamiento
La Universidad O&M está contribuyendo para construir un espacio veterinario, algunos cubículos y remodelar otros. CORAAMOCA se encargará de canalizar la cañada. En ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales hará una poda y otros trabajos para remozar el zoológico, según su administrador.
Ortiz reconoce que la baja asistencia, se debe, entre otros problemas, a la falta de limpieza, pero aseguró que «la cañada no es el zoológico que la contamina, sino que el agua viene sucia de otro lado».
Durante la gestión del alcalde peledeísta doctor Guarocuya Cabral -recordó- se firmó un convenio con las autoridades del Zoológico Nacional de Santo Domingo, «pero ese acuerdo se echó para atrás, por la gente de la Capital lo politizaron. A Patricia (Patricia Toribio, administradora del Zoológico de Santo Domingo), que me excuse, pero ella sabe que se firmó un convenio y ella estuvo aquí varias veces». El acuerdo establece que el Zoológico Nacional cooperaría en el mantenimiento y asesoría al zoológico de Moca, pero nunca se ha cumplido.
El administrador dijo que pese a la situación actual el zoológico no corre el riesgo de ser cerrado, «porque el pueblo de Moca no va a permitir eso. Somos el único pueblo con un zoológico o mejor dicho, un semi zoológico y por eso todas las instituciones están unidas para mantenerlo abierto, sólo faltaba el senador y ya se comprometió a ayudar».
Especies
En cuanto a la procedencia de la especies, dijo que los leones fueron una donación de los hermanos Suárez; las ejemplares de avestruces, una fue regalada y otra comprada; y los monos fueron adquiridos por el zoológico.
En el zoológico hay, además de los leones, un cocodrilo, monos, pelicanos, guaraguaos, mauras, conejos, cerdos israelíes, pajuiles, pavos reales, ocho variedades de tórtolas, cinco de palomas, tortugas, iguanas, un burro, entre otras.
Más de sesenta especies de árboles figuran en la flora, pero según Ortiz por la falta de poda no pueden «parir» ni florecer y muchas de las plantas, se han doblado o inclinado con el tiempo.