Patricia Báez M.
Las grandes civilizaciones de la humanidad se desarrollaron a orillas de ríos. El hombre y la mujer siempre han buscado el agua y cerca de ella establecen sus asentamientos. Con ella se preparan alimentos, se asea y se produce.
Sin embargo, cuando las sociedades se industrializaron, también las industrias buscaron de los ríos para ubicarse y verter en ellos los desechos tóxicos de su proceso productivo, y aunque ya esto está prohibido o regulado en algunos países y regiones del mundo, en República Dominicana, la situación sigue igual. Por eso no es extraño que las tres principales empresas productoras de ron del país, de apellidos muy sonoros, aún tengan sus fábricas a orillas de tres de nuestros principales ríos: El Yaque del Norte, el Ozama y El Higüamo.
En el Ozama además de empresas privadas, estáMolinos del Ozama, que de acuerdo al Proyecto Amigos del Ozama los barcos que descargan cereales dejanmanchas de aceite y combustible, así tablas de los contenedores.
También están las hidroeléctricas, Estrella del Norte y del Sur, las que tanto denunciaron vecinos de la Zona Colonial por el ruido. Esas, dicen los Amigos del Ozama, también vierten en el río, aceites y combustibles cuando sus plantas arrancan o son reparadas.
Y una metalera próxima al puente Francisco J. Peynado. “Solamente con la metalera, ese río tiene para estar dañado de por vida, por la cantidad de óxido que despide”, dijo para Acento.com.do Jesús Torres, miembro del Proyecto Amigos del Ozama, creado en enero de este año 2011 con el interés de colaborar con el saneamiento de este recurso natural.
Varias tuberías de aguas negras también drenan en este río, tanto en su margen oriental como occidental. Por ejemplo, existe un desagüe de aguas negras frente a la primera capilla del Nuevo Mundo, la del Santo Rosario, pero tan contaminado y putrefacto que no parece un río, sino un lodazal negro y hediondo.
Y barcos y más barcos abandonados, como hijos enfermos y sin padres.
Después, más arriba, uno cree que ha llegado a Venecia (Italia), pero a una Venecia depauperada. Las yolas pueden estacionarse en las puertas de las casuchas, de tan metidas que están en el río. Las tuberías de las casas, todas, drenan –en directo- en el río, además de ser el basurero, igual como la empresa de ron, los barcos, las hidroeléctricas, Molinos del Ozama y compartes, no hay distinción de uso, sólo de condición económica y estatus social.
Algunos viven del mismo río, de cruzar personas a 20 pesos ida y vuelta, de recoger corotos para revender, pescar, en fin, es toda una cultura, un mundo diferente, que sólo pueden entender quienes lo habitan por necesidad y con la esperanza de ser reubicados en algún momento.
“Bueno, lo que yo me gano, algo en el trabajo, y lo cojo para comer (¿tiene esperanza de que le den un apartamento?) Tienen más de doce años desalojando y no desalojan, nunca ná”, respondió Juan Antonio García, un residente en El Dique I que encontramos haciendo un murito a orillas del río.
Su esposa, Karina Rubio, a pesar de vivir en esta situación (sucio, humedad, insectos, etc.), dice no temer al cólera, porque todo lo lava con cloro. Sin embargo, hay algo de lo que no tienen escapatoria, las crecidas del río.
“Hay que salir pa fuera, a la calle llega el agua”, dice el esposo.
Para Carlos Perkings Torres, coordinador general del Proyecto Amigos del Ozama, estas personas están dispuestas a salir de sus casuchas, aunque no les den un apartamento, por lo que con pocos recursos está seguro de que podrían obtener entre 50 y 100 pies de margen de río para sembrarlos y sanear el entorno del caudal.
“Hemos hecho un estudio sociológico de todo lo que es el río Ozama desde la desembocadura hasta las Malvinas, y entendemos que sí, que estas personas están dispuestas a mudarse si uno se lo pide, no hay que hablar de millones, de grandes cantidades. Y si nosotros obtenemos de 50 a 100 metros de la orilla sembrándola de manglares y acacia, arboles que produzcan mucho lodo, poniéndole vigilancia por un año o año y medio, pues la naturaleza va a hacer lo propio, se va a restaurar”, sostiene.
El objetivo principal de esta organización es limpiar el Ozama, para lo que realiza mensual una limpieza de tramos accesibles de la margen, recogen la basura en fundas, y luego el Ayuntamiento de Santo Domingo Este tiene el compromiso de pasar a recogerla, pero en algunos puntos no lo hace, por lo que las fundas llenas de desperdicios se quedan como trofeos a la ineficiencia.
También da charlas en escuelas, liceos, universidades, y directamente en los barrios que componen el entorno del río: Simón Bolívar, Gualey, La Ciénaga, El Dique I y II, La Lata, Los Mangos y Los Tres Brazos.
En seis meses de existencia, han solicitado ayuda al Ministerio de Medio Ambiente, al Ayuntamiento de Santo Domingo Este y al del Distrito Nacional. La ayuda solicitada es fundas, guantes, y entre 5 a 10 personas de limpieza para ayudar en la jornada. De todas esas peticiones sólo han recibido respuesta del Ayuntamiento de Santo Domingo Este que les donó entre 200 y 300 fundas. Más nada.
En algún momento, esta ONG logró que el Ayuntamiento del Distrito Nacional se comprometiera a pasar en un punto cercano a los varios de la orilla del río, para que la gente fuera a llevar la basura hasta allí, pero los vecinos luego les reportaron que los camiones sólo pasaron la primera semana.
Este grupo de personas, entiende que la mayor cantidad de contaminantes sólidos son plásticos, por lo que sugieren que se vuelva a las fundas de papel, para de alguna forma disminuir la producción de desperdicios.
A pesar de toda esta podredumbre, en algunas partes el río está limpio y Amigos del Ozama se siente satisfecha y reconoce que también Ambiente y Salud Pública han estado haciendo su trabajo, después de la detección de la bacteria del cólera en sus aguas.
Por el interés de las autoridades, pareciera que habláramos de cualquier río, pero el Ozama es el cuarto acuífero en importancia del país. Nace en la Sierra de Yamasá, donde le dicen Río Verde, allí las aguas son limpias, pero aquí abajo, en Santo Domingo, es una sola cloaca.
¿Podrán los Amigos del Ozama limpiarlo?
Datos clave:
Nombre: río Ozama
Nacimiento: Loma Siete Cabezas, en la Sierra de Yamasá
Desembocadura: mar Caribe
Longitud: 148 kilómetros
Profundidad: entre 50 y 60 pies
Barrios en su entorno: Simón Bolívar, Gualey, Sabana Perdida, El Dique I y II, La Lata, Los Mangos, La Ciénaga y Los Tres Brazos.
Vía: Acento.com