El planeta «no va esperar por nosotros» ha afirmado el experto limnólogo Steve Carpenter quien ha admitido que «se sentiría mejor» si viese las políticas medioambientales «ir más deprisa».
Antes de recibir esta tarde el premio Ramon Margalef de Ecología 2018 de la Generalitat Catalana este estudioso de los ecosistemas de agua dulce (Kansas-EEUU-, 1952) ha avisado de que “el clima está cambiando de manera negativa y se hace obvio porque cada vez hay tormentas, sequías o inundaciones más grandes: esto no es normal, esto es nuevo”.
Carpenter (Kansas- EEUU-, 1952) es miembro de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. y presidente del Comité de Ciencia del Programa sobre Cambio del Ecosistema y Sociedad de Future Earth.
El premio ha valorado la creatividad y la originalidad de este científico, uno de los científicos medioambientales más influyentes del mundo, que ha transformado la comprensión de los ecosistemas y ha aportado mejoras significativas y continuas a la compresión de los lagos.
En una entrevista con EFEverde, el científico estadounidense, con una extrema amabilidad, a pesar de que lleva tres días con la misma ropa, porque le han extraviado la maleta en el vuelo, recuerda que ya había estado en España y en Barcelona, se muestra “feliz de estar de vuelta” y “honrado de tener la oportunidad de hablar con gente importante del país durante algunos minutos sobre cosas en que estarán interesados”.
El científico, que ha sobresalido en investigación sobre la eutrofización, el enriquecimiento en nutrientes de un ecosistema acuático, principalmente inorgánicos, y el estudio de los ecosistemas, explica que los principales problemas que presentan los lagos en EE. UU. son “el enriquecimiento y nitrificación, los problemas de toxicidad o los problemas de pesca, que son muchos”.
Estos problemas “también están pasando en Europa”, según él, aunque la diferencia está en que “Europa tiene distintas regulaciones” y, si bien no es un experto en las regulaciones europeas, tiene la impresión de que “están haciendo un mejor trabajo controlando los nutrientes que en Estados Unidos“.
Las causas sí que son similares, ya que, según Carpenter, gran parte de la contaminación que afecta a los ecosistemas la genera la industria agrícola y la concentración de la producción animal: “Las cosechas son el gran problema que lleva la contaminación a todas partes. Y el nitrógeno también es otro de los problemas, particularmente porque es tóxico para los humanos”.
La producción animal masiva genera grandes cantidades de nitrógeno, que, de acuerdo a este científico, no solo afecta a la calidad de las aguas sino que además este nitrógeno también pasa a la atmósfera contribuyendo a la contaminación y el calentamiento global.
El experto asegura que “necesitamos descubrir cómo gestionaremos el planeta para que 8.000 millones de nosotros podamos vivir buenas vidas, con una división de los recursos justa y así salvar el planeta para generaciones futuras”.
Carpenter opina que el hecho de que en la Cumbre del Clima de Katowice (Polonia), que se celebró la pasada semana, los líderes de EE. UU., Arabia Saudí, Kuwait y Rusia se opusieran al acuerdo “no debería suponer que estos países decidan por el resto y que otros millones de personas mueran solo para que ellos se hagan ricos. Eso no debería pasar”.
El científico admite que el cambio climático es un “problema social, no es un problema científico” y avisa de que “la tierra es limitada y la producción de alimentos también, y el incremento de la contaminación y el calentamiento lo está cambiando todo”.“La ciencia ha probado que la mejor manera de resolver un problema complejo es tener diversos puntos de vista desde donde observarlo. De hecho, la diversidad de puntos de vista lleva a mejores soluciones”, explica el científico, que dice que no hay una solución concreta al calentamiento, pero que a ella se llega “hablando”.
Después de su larga carrera profesional, Carpenter confiesa que está “medio retirado” pero que continua trabajando, recopilando datos que ha recogido a lo largo de su trayectoria y volviéndolos a analizar, y explica que tiene entre manos una investigación sobre la desaparición delpike azul, un pez de agua dulce de las regiones del oeste norteamericano.
Ona Giner Gozalvez
EFEverde