Inaugurado un 25 de Diciembre del 1970, hace hoy 44 años, en la orilla norte del parque se construyeron complejos de apartamentos y para las primeras personas que allí se mudaron el parque se convirtió en el patio de la casa, “mi patio”.
La poca actividad diurna, la oscuridad y el descuido de su infraestructura, lo convirtieron en refugio de homosexuales y prostitutas, a los que luego se adicionarían los pequeños traficantes de drogas, ladrones y asaltantes, que ven en su interior un lugar seguro para realizar sus operaciones o simplemente escabullirse.
A finales de los años 80´s y principio de los 90´s jóvenes que gustaban del deporte ocuparon el parque de manera cotidiana y se creó un movimiento con el fin de convertir en peatonal la avenida Mirador. La sala capitular del ADN emitió la resolución 61/94 estableciéndola como peatonal en horario matutino de 6:00 A.M. a 9:00 A.M. y vespertino de 4:00 P.M. a 8:00. En el año 2005, la resolución 181/05 cambia el nombre de la avenida, que pasó a llamarse Paseo Mirador de la Salud, y que estableció un nuevo horario peatonal para los fines de semana comprendido desde el Viernes a las 04:00 pm hasta el Lunes a las 09:00 am.
Esos jóvenes agrupados en torno al deporte y la vida sana motivaron el desarrollo de otros grupos en procura del ejercicio y la vida saludable. Los eventos deportivos, que en sus inicios atraían decenas de personas, fueron creciendo hasta los miles que participan hoy en día. Se puede afirmar que cientos de personas han sido rescatadas de la obesidad, el alcohol, las drogas, enfermedades cardíacas, empujados por “la fiebre del maratón” que impulsan los diferentes grupos que allí pernotan.
El Mirador, que por mucho tiempo solo fue un Parque de Penumbras, cómplices ilente de delitos e inmoralidades, se ha ido transformando en un espacio de vida y salud con la realización de actividades deportivas sanas. Sin embargo, y de manera increíble, hemos visto como se ha desatado una campaña sistemática en los medios de comunicación en contra las actividades que allí se realizan. La causa: “ciudadanos preocupados porque los “ruidos” que allí se producen son nocivos a la salud y el medio ambiente”.
Se imagina usted a las personas que viven alrededor del Central Park en New York protestando, llamando al 9-1-1 o entablando demandas por causa de los ruidos y problemas de tránsito que se originan por las celebraciones de eventos, incluyendo el famoso maratón de Nueva York. Eso no ocurre porque los residentes de esa zona entienden que deben tolerar eso si quieren vivir frente al Parque.
Para una pequeña parte de los residentes frente al parque Mirador, el tiempo no ha pasado. Lo siguen mirando como “su patio”, sin darse cuenta que es un área de recreación nacional. Parecería que prefieren el parque de las penumbras y las tinieblas al parque de luz que sirve de espacio para las actividades más sanas de nuestra sociedad, el deporte y la salud.
La generación que creció en el ambiente de intolerancia social de los años 50´s, 60´s o 70´s, ahora, en medio de ésta democracia con bajo desarrollo de la justicia, parece descargar sus frustraciones mediante el desarrollo de acciones con clara muestra de intolerancia. Mire a su alrededor y observe quienes son los más agresivos e intolerantes en el tránsito, o visite el Parque y vea el perfil de las personas que pasean su perro sin bozal y permitiendo que estos hagan sus necesidades en el medio de la calzada.
Es curioso observar como se invierte tiempo y energía en tratar de curar lo sano y no lo enfermo de la sociedad. Teniendo un ambiente lleno de corruptos, delincuentes, ladrones de lo privado y lo público, se sorprende uno de que existan personas que consideren importante reclamar que no le hagan ruido en “su patio” y lleguen al extremo del sometimiento judicial.
No objetamos el derecho de los vecinos a reclamar, sin embargo, nosotros que hemos estado por más de 20 años sin faltar un día a ese parque, que nos hemos adicionado a las luchas para la preservación y defensa del mismo nos preguntamos: ¿Están estas personas realmente preocupados por el “medio ambiente” o simplemente creen que todavía el parque mirador es “mi patio”, para cada tarde de ejercicios.
Por Rafael Cueto
Via http://hoy.com.do/