A la iniciativa, que se conoce a nivel mundial como «La Hora del Planeta», adhirieron alrededor de 3.800 ciudades en 134 países.
Cientos de emblemáticos monumentos y millones de hogares de todo el mundo apagaron sus luces el sábado a medida que avanzaba por el globo terrestre «La Hora del Planeta», una iniciativa mundial para sensibilizar a la opinión pública sobre el problema del cambio climático.
El evento comenzó en el Pacífico, en las isla Fiyi, Nueva Zelanda y Australia, y se propagó por Asia, Europa, África y América con la llegada de la noche.
La Ópera de Sídney fue el primero de los grandes monumentos que se quedó a oscuras, seguida por el estadio del Nido de Pájaro de Pekín, que acogió los Juegos Olímpicos de 2008.
Posteriormente, llegó el turno a Europa. La Acrópolis de Atenas y otros lugares históricos griegos como las columnas del templo de Poseidón, de la catedral Notre Dame de París y de la noria gigante London Eye, en la capital británica apagaron sus luces. Sin embargo, la emblemática Torre Eiffel sólo quedó a oscuras durante cinco minutos, por motivos de seguridad, precisó la alcaldía de París.
También se unieron a la acción Times Square de Nueva York y la famosa estatua del Cristo Redentor en Río de Janeiro, así como cientos de millones de ciudadanos de todo el mundo, sensibilizadas por el problema del consumo excesivo de electricidad y de la contaminación del planeta por dióxido de carbono, gas de efecto invernadero causante del cambio climático.
El apagón dio pie en Buenos Aires a una serie de eventos culturales en 60 punto de la ciudad con recitales, obras circenses, danza y teatro callejero, de la que pudieron disfrutar miles de porteños.
El Obelisco, que permaneció a oscuras durante una hora, era escenario de la actuación de la actriz y cantante Elena Roger, en un espectáculo en el que también participará la Orquesta Sinfónica de Moscú.
Esta iniciativa, creada en Australia en 2007 por la organización de defensa de la naturaleza WWF, abarcó este año 3.800 ciudades en 134 países y tiene el objetivo de llamar la atención sobre el proceso de calentamiento global.
En el momento en que comenzó el evento en el Pacífico, cerca de 600.000 personas habían dicho «me gusta» la página oficial de La Hora del Planeta» en Facebook y cada pocos minutos aparecían cientos nuevos mensajes al respecto en Twitter.