En marzo de este año se anunció la incautación en el Puerto de Haina Oriental de 550 quintales de larimar, que serían depositados en un contenedor con destino a China. En ese momento, el presidente del Frente Barrial de Desarrollo Comunitario Artesanal (Frebadeco), Julio César Hubiera, informó que los camiones con la carga del mineral fueron seguidos por miembros de la Asociación de Artesanos y denunciados a las autoridades de Aduanas, quienes retuvieron el cargamento que pertenecía a un ciudadano chino conocido solo como Sajil.
En este tipo de negocios, según Hubiera, estaban involucrados, además, un hindú conocido como Saota y una mujer de origen norteamericano llamada Marah Lago. De esta última se sabe que comercializa joyas de larimar a diferentes partes del mundo, a través de su página de internet www.marahlago.com. Estas joyas son vendidas entre 150 y 1, 300 dólares.
Pero algunas de las interrogantes que todavía muchos se hacen es ¿Sería esta la primera ocasión en que un cargamento de larimar en bruto intenta salir del país? ¿Cómo se desarrolla el proceso para que el larimar pueda ser exportado?
De acuerdo a los responsables de vender y enviar el mineral en bruto a los principales extranjeros que compran en la mina de Larimar, ubicada en la sección Los Checheses, comunidad Las Filipinas, provincia Barahona, son ellos los que realizan todos los trámites.
«Las exportaciones las hacemos nosotros los productores y todo el que se dedica al comercio del larimar, porque los extranjeros que vienen aquí detrás del larimar normalmente hacen sus conexiones y se van», coinciden Melvin Matos y Hairo Feliz, vendedores de larimar, entrevistados por separado.
«Me contactan, me dicen la cantidad que quieren comprar, me depositan el dinero y yo le mando su larimar, así se maneja el negocio», agregó Feliz.
En la actualidad, Hairo Feliz nos confiesa que solo le vende a Marah Lago, a quien durante quince años le ha enviado tanto larimar en bruto como semiprocesado.
«En bruto le vendo de las tres calidades, de una a tres toneladas cada tres meses más o menos». Una cantidad que dice exporta a través de Aduanas.
«Antes del problema que surgió con los artesanos se exportaba normal por todas las vías, se exportaba vía marítima, por avión y a través de agencias de viaje», explicó.
Aunque le solicitamos algunas de las facturas que le habían entregado en Aduanas, nos manifestó que de estas transacciones solo conserva recibos de la compra del material a las cooperativas que dirigen la mina y a las que los inversionistas deben acudir si quieren trabajar en la zona.
«Siempre que la envío la registro como larimar, nunca he pagado dinero para que pase por lo que entiendo no he hecho nada mal, cuando comenzaron los problemas sí habían gente que lo sacaban con otro nombre, pero yo nunca lo hice». Una información que coincide con las denuncias de dos artesanos que prefirieron mantener su nombre en anonimato.
«En Aduanas siempre lo han hecho como se acostumbra, pagando y se saca con otro nombre no como larimar, se saca como piedra caliza, de rio o piedra azul», indicaron los artesanos.
Un minero al que consultamos el tema nos informó que de manera esporádica suben a la mina unas camionetas a llevarse el larimar que luego es transportado al muelle de Haina. Son denuncias de diferentes personas que van en la misma dirección, y que definitivamente mueven a preocupación pues de ser cierta reflejaría que en el país no existe un efectivo control aduanal.
Estadísticas cuestionables
Pero lo más cuestionable en este tema de la exportación de larimar, es que de acuerdo a estadísticas de la Dirección General de Aduanas (DGA) y el Centro de Exportación e Importación de República Dominicana (CEI-RD), en los últimos siete años del país no ha salido exportaciones de larimar en bruto.
«Las exportaciones de las que Aduanas tiene registros son las bisuterías, o sea, los artículos que se utilizan como adornos de la persona como aretes collares, brazaletes, anillos que puedan contener larimar en su composición», explicó Gabino José Polanco, subdirector técnico de la DGA.
«La Aduana registra lo que se declara formalmente por un exportador o por un interesado, la Aduana no puede dar información de nada que no tenga registrado y por supuesto si algo se declara en un aeropuerto o en un puerto la Aduana lo va a registrar, sin importar quien lo exporte o quien lo importe, ese es el principio general», agregó el funcionario.
Sin embargo, su afirmación y los datos que arrojan las estadísticas de la institución difieren completamente con las del exportador Hairo Feliz, quien atestigua que hasta principios de este año había estado exportando larimar en bruto por todas las vías. Difieren también con varias facturas de exportaciones de larimar que posee Guaroa Betances, otro exportador que entrevistamos. En dichas facturas, se observan claramente las salidas que le dio la DGA en marzo y junio de 2009 al mineral.
«Yo duré como dos años exportando, terminé como en 2011, yo exportaba hacia Hong Kong», manifiesta Guaroa Betance, uno de los que le exportaba al citado chino Sajil.
«Si era en saco se le hacía un amarre para que no se saliera y así van colocándolo en paquetes, luego cuando llega al aeropuerto sea por barco o por avión, se prepara con cinta pegante para que no haya rotura ni perdida», especifica.
Pregunta ¿Pero usted exportaba larimar en bruto? Respuesta: Si, pero lo que exportamos es lo que nos sobra, las que los artesanos no pueden comprar, porque ellos compran un poquito y luego duran meses y meses para volver a comprar, nosotros no podemos esperar a que ellos terminen de vender y luego venir nuevamente a comprar para nosotros poder comer.
Una exportación prohibida
No cabe duda que durante años el larimar en bruto estaba saliendo del país, esto a pesar de que el decreto número 3-02 prohibía su exportación.
El decreto número 3-02 que crea la Dirección de Fomento y Desarrollo de la Artesanía Nacional (FODEARTE) como una dependencia del Ministerio de la Presidencia en su artículo 15, acápite XV, atribuye a esa entidad y al Ministerio de Industria y Comercio, regular, supervisar, autorizar y disponer todo lo relativo a la explotación, extracción, permisología, procesamiento y exportación del ámbar y el larimar en la República Dominicana, así como prohibir la exportación de estos minerales en bruto o semiprocesado.
Dónde está el dinero de los impuestos
Ahora la interrogante es: ¿Si a la DGA supuestamente nunca llegó registros de las mercancías de larimar que salían del país, dónde fueron a parar los impuestos que claramente se observa en las factura se le cobraba a los exportadores por el envío, es decir, en algún momento llegó el dinero a la DGA o nunca lo hizo?
«Nosotros siempre pagamos nuestros impuestos para exportar y se pagaba según la cantidad, es decir, según la cantidad que usted exporte eso le van a cobrar, por quintal por tonelada», especifica Betance y nos confirma que las exportaciones las hacían por el muelle de Haina y el Aeropuerto Internacional de las Américas (AILA), en su caso, utilizaba este último medio.
Definitivamente un tema donde hay muchas cosas que las autoridades deberán aclarar, pues si esta es una situación que se da con un material que hasta el momento su exportación es considerada ilegal, nos preocupa lo que pueda estar sucediendo con otras mercancías aún más restringidas.
Decreto no había sido regulado
Para el nuevo presidente de la Dirección de Fomento y Desarrollo de la Artesanía Nacional (Fodearte), Miguel Pimentel, las irregularidades que se han presentado en el sector que rodea el larimar ha llegado a esos términos por la falta de un reglamento que aplique sanciones.
«El reglamento no existe como tal porque no es un reglamento aprobado, no es un reglamento que se ha conocido ni se ha decretado», reveló Pimentel.
Y es que el citado decreto, creado en el 2002, mandaba además a esta entidad y a Industria y Comercio, a preparar un reglamento de regulación general para la explotación, mercadeo y exportación del ámbar y el larimar y a someterlo al Poder Ejecutivo para su posterior implementación, lo cual nunca se hizo y es ahora luego de once años que se comenzará a trabajar.
«A los cuarenta días de haber asumido la dirección de Fodearte, hicimos el reglamento y lo entregamos a Industria y Comercio pero no tuvimos respuesta de ellos, pasó el tiempo y ahora hay que olvidarse de ese reglamento que depositamos y trabajar en la línea de lo que dispuso en el sector del larimar el presidente Danilo Medina en su viaje a Barahona cuando surgió el conflicto con la exportación ilegal», explicó Miguel Pimentel, quien asumió el cargo en junio de este año.
Sin embargo, desconoce cuándo el país podrá contar con la pieza.
«Después que nosotros lo tengamos debe pasar por el Consejo Administrativo y luego se determina como reglamento, pero dependerá de la voluntad del Consejo su pronta aprobación», enfatizó.
A esta situación se suma la falta de un manual de inspectoría.
«Tú no puedes hacer un reglamento sin un manual de inspectoría, pero tampoco se puede trabajar el tema de la exportación del larimar porque si incautas un cargamento nada me dice qué voy a hacer, si se lo devolvemos, si se le pone una multa, si lo entrego nuevamente a los extractores o al que lo compró, o sea, a quién se lo doy», cuestiona el funcionario.
Reglamento creará seguridad
Con la creación de este reglamento los mineros del larimar podrán contar con reglas claras que abarcarán todos los puntos de la explotación, desde adecuar los hoyos que son los lugares donde se extrae el mineral hasta dotarlos de equipos de seguridad y de primeros auxilios, un tema que se hace urgente en la mina.
«Desde que se está trabajando en esta mina han muerto entre 15 a 17 personas, porque los mineros no usan ninguna protección», manifestó Manolo Guevara, vicepresidente de la cooperativa La Filipina.
Un peligro en progreso
Cada día los trabajadores de la mina donde se produce el larimar, corren el riesgo de perder la vida electrocutado, por asfixia y ante un posible derrumbe, solo con el objetivo de ganarse unos pesos para la subsistencia de ellos y su familia.
«Cuando se comenzó la mina, el larimar no estaba en la profundidad que está ahora, estaba mucho más accesible, pero al pasar el tiempo se ha ido agotando y ha profundizado», relata Domingo Aquino, tesorero de la cooperativa La Filipina.
Manifiesta que antes para sacar el larimar hacían hoyos de 40 y 50 pies, pero ahora deben escavar hasta 350 pies para poder encontrar el mineral, una situación que expone cada vez más la vida de los mineros.
Costo de la extracción
«Casi siempre se viene a obtener un larimar ya cuando se tiene una inversión de un millón o un millón y pico de pesos», destaca el inversionista Ricardo Pérez.
En un día soleado, los obreros pueden sacar de un quintal a dos quintales de material, el cual venden de 1, 200 a 1, 500 pesos la libra cuando es de buena calidad. La de segunda cuesta entre 500 y 600 la libra.
Pero los días de lluvias son los más difíciles. En estos tiempos, los mineros deben esperar a que concluya el temporal, para bajar a sacar el agua de los casi 60 hoyos que han construido y en los cuales utilizan pistolas y palas eléctricas para extraer el larimar.
«Estamos tratando de sobrevivir porque la mina se ha puesto difícil, en un día normal, por ejemplo, uno puede sacar hasta cinco mil pesos, pero a veces pasamos días sin conseguir», expresó Rafael Cuevas, piquero en la mina.
Comunidad en la zona
En humildes viviendas construidas a base de zinc y madera, con pisos de tierra, sin energía eléctrica, ni agua potable, unos ochenta hombres y mujeres, dominicanos y haitianos han hecho de la mina su lugar de residencia.
Manifiestan que coexistiendo allí, se ahorran dinero y las dificultades de atravesar un camino pedregoso, con tramos inclinados y solitarios que necesariamente utilizan para llegar hasta el yacimiento.
Así cada día, despiertan en aquel ambiente gris producto de los desperdicios de las rocas que deben picar para dar con el preciado mineral. En el caso de las mujeres, han hecho de la venta de comida en la mina, un negocio.
Pero los que se quedan son la minoría ya que cerca de dos mil personas entre obreros, compradores, artesanos e inversionistas deciden marcharse a su residencia, que normalmente se encuentra en la ciudad de Barahona y subir al que se ha convertido en su lugar de trabajo. Un traslado que para los obreros resulta difícil de costear.
«Para subir y bajar y estar aquí debo gastar diario entre 200 y 400 pesos que se van en gasolina para el motor y la comida», manifestó Rafael Cuevas, quien destaca, no se queda en el lugar para no dejar sola su esposa y tres hijos.
Origen del Larimar
De acuerdo al geólogo Osiris De león, se habla de Larimar desde 1916 cuando el padre Miguel Domingo Fuentes que fue el primero que encontró la piedra en los ríos de la zona reportó el hallazgo.
En 1970 adquirió el nombre de Larimar en el país cuando el señor Miguel Méndez probó la piedra en uno de los talleres de artesanía que tenía y le colocó el nombre de Larimar en honor a una hija.
En 1984 el geólogo Osiris De León, realizó un estudio sobre esta piedra semipreciosa, de la cual tomó diferentes muestras para analizarla.
«Hice infractrometría de rayos x e hice espectrofotometría de absorción atómica y entonces encontré que la fórmula del Larimar es la de un inosilicatos del grupo de los tirosenoide que se llama pectolita, nombre mineralógico real», explicó.
Su color lo hace exclusivo
Osiris De león aclaró que la pectolita no es exclusiva de República Dominicana ya que se han encontrado yacimientos importantes en California y Nueva Jersey, en Estados Unidos, Bahamas, Italia e Inglaterra.
Sin embargo, según De León, la pectolita dominicana tiene una particularidad que no la tiene las de otros países.
«El larimar tiene un color verde azuloso que no lo tienen las pectolitas de otros países porque esas normalmente son de color blanco por la concentración de sílice y cal, es decir, aquellas no tienen carbonato de cobre como la nuestra», explicó este geólogo.
Características únicas que hacen del larimar una piedra atractiva a nivel internacional y que por su valor ya se habla de que pudiera llegar a constituirse como una marca país.
Esperemos que las promesas hechas al sector por el mandatario Danilo Medina no queden en una más y que a partir de ahora todos los sectores involucrados desde su extracción hasta su exportación, creen los reglamentos necesarios para proteger este tesoro nacional.