LA DESCUBIERTA. Don Tomás se pierde en el bosque de la carretera Los Carraos, Guayabal. Regresa con un palo seco de guaconejo «abandonado por depredadores». La especie está decayendo en la zona, el contrabando se apropia de su esencia, «ahora se encuentra únicamente en las lomas».
«Ese es un tráfico muy viejo. Hace tiempo se trata de llevar guaconejo hacia Haití porque ese material ellos lo usan para la fabricación de perfumes. Talan entre Barahona y Neiba, pero siempre tratamos de perseguirlo e incautar el material», confirma a Diario Libre el viceministro de Recursos Forestales del Ministerio de Medio Ambiente, Manuel Serrano.
Tras tres horas de recorrido de DL por la zona, no se observó custodia de Medio Ambiente para evitar la tala del árbol, lo que sí se vio fueron los obreros que, al parecer, forman parte de la red depredadora, caminando libremente en el lugar.
P. Hola, ¿qué hacen por aquí?
Trabajando, contesta el haitiano que acompañaba a un chofer dominicano que no quiso hablar. Su camión iba bajando rebosado de madera cuando se encontró de frente el equipo de prensa. El estrecho y pedregoso camino demandaba que la guagua de DL diera reversa para que ellos pudieran avanzar, pero se mantuvo por unos minutos para conversar.
P. ¿De qué árbol es esa madera?
“Guaconejo“, responde el haitiano. Trabaja por RD$200 el día en el transporte de la madera. «Uno lo está haciendo po´ que tiene su familia, y no hay ma´ que hace».
P. ¿Y qué hacen con la madera?
R. Se lo llevan pa una fabric y lo muelen, sacan el aceite y lo mandan pa fuera.
El calor se incrementó al tocar las 12:30 del mediodía, cuando sin haber almorzado, los obreros se dirigían a depositar los palos en un lugar apartado de la carretera. DL los siguió hasta allí sin que se percataran, pero no accedieron a ofrecer más detalles sobre los dueños de la carga. La zona no está habitada.
Se le solicitó al Ministerio de Medio Ambiente la cantidad de apresados por esta causa, pero nunca dio respuesta, aunque por vía telefónica el viceministro de Recursos Forestales adelantó que a veces la situación se les escapa de las manos.
«Hay una empresa que lo usa del lado dominicano que está autorizada por el Ministerio, hay gente que vende a esa empresa y mientras sea esa, no hay problemas, pero los del tráfico ilegal hacia Haití buscan la manera de evadir, a veces sacan el permiso, dicen que es para la empresa local y se van por Elías Piña, los atrapamos ahí», subraya Serrano.
«Para Haití es una producción grande, es una exportación ilegal, y es una demanda que el país no está en condiciones de satisfacer», añadió.
El valor del guaconejo
El guaconejo es una planta de alto valor por las esencias que produce. Dentro de las variedades que hay, la más atractiva es la del sur. El perfume es el principal negocio. «La mayor parte de los perfumes que se fabrican en el mundo, se hacen a partir del aceite de guaconejo de República Dominicana», resalta Eli Martínez, del Ministerio de Medio Ambiente.
Mientras, el ingeniero forestal Milton Martínez, indica que es un combustible excelente, un desparasitante y que su costo es elevado. «Una rama vale hasta mil pesos, es un negociazo», destaca el experto.
Advierte que ya en Haití lo agotaron, «y si en territorio dominicano nos descuidamos lo harán también».
Cantidad que se corta
Varias personas consultadas en la comunidad de Guayabal, coinciden en que los traficantes de guaconejo sacan entre 20 y 30 camiones rebosados a diario.
«Pasan en nuestras narices, esas lomas están toditas depredadas», enfatizó San José Soto.
«Vemos los camiones bajar a la 1:00 y las 3:00 de la madrugada, van con dirección a Haití, creo que las autoridades están de acuerdo porque los camiones se parquean frente de la fortaleza del Ejército», informó otro comunitario.
El alcalde de La Descubierta, Pascual Pérez, también los ha visto pasar a altas horas de la noche. «Vemos el trasiego de los camiones, que a veces no sabemos de dónde vienen. No vienen de día, es de noche».
«Secan el árbol»
¿Cómo los que trabajan en este negocio pueden hallar tanta madera?
Explican los comunitarios: «Ellos le hacen una corona en el tronco, lo pican con un machete o un hacha y al mes o mes y medio ya el árbol está seco, ahí ya deciden tumbarlo, picarlo y montarlo en el camión, cuando hacen ese proceso, son seis y siete camiones que bajan en dirección a la frontera».
Dicen que conocen el proceso porque un grupo de la comunidad fue al lugar donde se estaba cortando el árbol.
«Vimos mucho que les faltaba el proceso de secado, pero estaban ya picados. Hemos presentado la denuncia a Medio Ambiente, aquí, pero de Medio Ambiente aquí prácticamente no hay nada, porque hay un encargado provincial (Julio Román), que no trabaja para evitar que corten el árbol, es después que lo cortan, porque creo que les interesa más la madera que el árbol parado», precisaron.
El haitiano que conversó con DL confirmó que cuando se termina la madera «hay que buca gente pa córtalo». Esta versión también fue confirmada por el ingeniero forestal Milton Martínez, quien lleva años estudiando el caso.
Sin embargo, otros dos que trabajan en esta práctica y con los que DL conversó lo niegan.
«Conseguimos los palos andando en lomas, donde quiera que hay una matica tú la recoges en el suelo. Se la pasan recogiendo en el monte, caminando, haciendo pilitas y ahí las van bajando. Es un trabajo de tres y cuatro semanas. Van apilando y cuando tienen la cantidad la trasladan, pero dizque a matá árboles, no, mentira del Diablo. Nadie mata árboles aquí».
Este ciudadano dominicano, aunque no quiso revelar su nombre, dijo que trabaja recogiendo los árboles del guaconejo y vendiéndolos al primero que los compre.
«Es que el guaconejo es un palo viejo muerto que no sirve para nada. Y yo le voy a decir algo, uno está en la tierra y de la tierra uno tiene que aprovecharse, lo que no se puede cortar del árbol es lo verde, eso no lo hacemos, lo que recogemos es leña seca. Es un trabajo para perros, es tan difícil que para conseguir otro hay que recorrer dos kilómetros», afirma.
Indica que muchos comienzan el trabajo a las 8:00 de la mañana.
Ruta de los camiones
«Cien por ciento opuestos»
“¡Medio Ambiente tiene que hacer algo con esta situación, porque nos vamos a quedar sin agua!». San José Soto reside en Guayabal desde hace 24 años y extraña el caudal de los arroyos de agua en ese lugar.
«Este manantial es el alma de este pueblo, pero ahora con la depredación de los árboles, cuando llueve si acaso se llena de agua», manifestó.
Asimismo, Rosario Sena (Audri), nacido en la referida comunidad, dijo estar «cien por ciento opuesto» a la tala del guaconejo.
«Esos caños rebosaban todos en tiempos de lluvia y se mantenían mucho tiempo, pero han bajado mucho, quiero que las autoridades tomen cartas en el asunto, porque es lo único que tenemos, no tenemos acueducto funcionando. Aquí es que la gente se alimenta de agua».
El alcalde de La Descubierta pide al Ministerio de Medio Ambiente definir una política con los actores.
«Medio Ambiente toma los camiones presos, incautan los vehículos, les ponen una multa, pero no vemos una política de prevención. Ellos hacen algunas acciones, pero son temporeras».
POR KIRSIS DÍAZ/FOTOS Y VIDEO MARVIN DEL CID
Vía: http://www.diariolibre.com/