Tenida como una de las cuevas mejor protegidas de la República Dominicana, la Cueva de la Arena, en el litoral de Los Haitises, está recibiendo ahora una descarga de agresión nunca vista antes en su historia. Y decimos que ha sido de las mejor protegidas porque esta cueva es la “puerta de entrada” al recorrido del litoral de Los Haitises, en realidad, el único recorrido organizado de ese Parque Nacional.
Al ser su “puerta de entrada” se encuentra a unos cincuenta metros de ella, en una pequeña ensenada, la oficina y Centro de Recepción de la subsecretaría de Áreas Protegidas. Un número apropiado de mesas con asientos sirve para el descanso y como comedor para los visitantes. Eso impedía que la cueva pudiera ser vandalizada, como ocurre con el resto de las cuevas accesibles del país.
En un viaje que realizamos recientemente a Los Haitises, el Espeleogrupo de Santo Domingo y el Grupo Cubano de Investigaciones de Arte Rupestre -GCIAR-, nos encontramos con que este Centro de Recepción no cuenta con personal que pueda atenderlo, por lo que los visitantes que llegan desde Sánchez, Samaná y Sabana de la Mar, se desplazan por el área y por la cueva sin la necesaria orientación en relación con la protección de las mismas.
Esa situación ha propiciado que visitantes inescrupulosos se dediquen a poner nombres, frases y fechas en sus paredes. Pero hay algo peor que eso, han sido pintadas en sus paredes figuras remedando las pictografías aborígenes que existen en muchas otras cuevas de la zona.
Lo de las inscripciones y grafitis no es de extrañar. Es una inclinación de las personas poco instruidas que se repite tanto en cuevas como en baños públicos (principalmente de escuelas y universidades, donde está la gente menos instruida), paredes de edificios sin vigilancia, postes, muros de las calles y otros lugares similares.
Lo que sí resulta más lamentable que extraño, es el hecho de que se están pintando remedos de pictografías. Es decir, en la Cueva de la Arena se han pintado figuras similares a las aborígenes, y creo saber la razón.
Los operadores de grupos y guías turústicos necesitan satisfacer la curiosidad de los turistas y llenar la promesa de mostrarles cuevas con arte rupestre indígena. La Cueva de la Arena, aunque tiene varios petroglifos y algunas pictografías, no los tiene en abundancia, aparte de que la mayoría de los petroglifos no pueden ser localizados con facilidad por los guías. Apenas pueden ver claramente los que se encuentran a la entrada de la cueva.
Por esa razón, creemos que algunos “guías turísticos” han pintado figuras en el interior de la cueva para satisfacer lo prometido por determinadas empresas turísticas o por los espontáneos “operadores” de grupos de la región. Estando nosotros en la Cueva de la Arena vimos como llegaba un grupo de alemanes que era llevado directamente a ver el antiguo arte rupestre recién hecho en la cueva.
Según informaciones que recibimos en Sabana de la Mar, hace poco tiempo un grupo de jóvenes organizados en la Asociación de Jóvenes Guías Brigada Verde, de Sabana de la Mar, junto a Héctor Ruscang, de la Subsecretaría de Áreas Protegidas, desarrolló un trabajo de limpieza de grafitis y sólidos en la Cueva de la Arena. Pero la situación de falta de personal en el lugar deja al descuido la Cueva.
Tenemos entendido que la falta de recursos en la Secretaría de Estado de Medio Ambiente ha limitado el abastecimiento de combustible y alimentos que se suministraba al personal de ese Parque Nacional, lo que ha creado una situación de inestabilidad en el trabajo de vigilancia, quedándose algunas áreas del Parque sin la debida supervisión.
Esa misma falta de recursos ha obligado a reducir el recorrido que antes se practicaba en Cueva de la Arena, pues la reparación de las caminerías de madera ha debido limitarse para su interior, quedándose la parte exterior sin caminerías. La parte que no ha podido repararse es la que llevaba hacia los manglares y hacia la parte inundada de la Cueva de la Arena.
Recientemente fueron reparados algunos tramos del recorrido habilitado en el litoral del Parque Nacional de los Haitises: la Cueva de la Arena, el muelle hacia la Cueva del Ferrocarril y el muelle hacia el Sendero del Bosque Húmedo, pero su reparación con madera sin tratar no le augura mucha duración. En realidad, la habilitación turística en el litoral de Los Haitises demanda materiales como hierro, cemento y madera artificial, materiales resistentes a la humedad reinante en ese parque, la zona del país donde más llueve y uno de los mejores ejemplos de nuestros bosques pluviosos.
POR DOMINGO ABRÉU COLLADO
abreudomingo@gmail.com
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