La demanda de vino mientras continúa el cambio climático podría tener un impacto en la biodiversidad a medida que los viticultores busquen tierras más altas para sus viñedos, según un artículo que publica hoy la revista Proceedings of the National Academy of Siences.
Un equipo internacional de investigadores, entre los cuales se cuenta Pablo Márquez, de la Universidad Católica Pontificia de Chile, indicó que serán necesarios esfuerzos de adaptación agrícola y conservación para contrarrestar los efectos indirectos del calentamiento global.
Para evaluar los impactos ecológicos de estos cambios, el equipo encabezado por Lee Hannah del grupo Conservation International en Arlington, Virginia (EE.UU.), examinó la forma en que los cambios climáticos proyectados afectarán a la producción de uva del vino.
Ésta es una industria muy sensible a las variaciones climáticas y se concentra en áreas de biodiversidad muy específicas, en torno al Mar Mediterráneo y regiones templadas de América del Norte, y en las franjas templadas de América del Sur y los Andes.
«Se espera que el cambio climático impacte directamente en los ecosistemas, por ejemplo mediante variaciones en los controles climáticos de las regiones donde se extienden las especies, indirectamente con cambios en el uso humano de la tierra que pueden resultar en pérdidas de hábitat», indicó el artículo.
«La producción de uva de vino proporciona un buen método para medir los impactos indirectos mediados por cambios en las prácticas agrícolas, porque la viticultura se concentra en regiones climáticas que son sitios muy importantes de biodiversidad en todo el planeta», agregó.
Vía: Diario Libre