África, continente donde los desastres climáticos afectaron a 110 millones de personas y causaron al menos 5,000 muertes en 2022, sufre de forma desproporcionada los efectos del calentamiento global, que empeorará la crisis alimentaria y aumentará los conflictos por recursos que ya le golpean, advierte hoy un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
La región, que sólo emite un 10 % de los gases de efecto invernadero -de ahí lo de su sufrimiento «desproporcionado»-, podría enfrentarse a pérdidas derivadas del cambio climático de entre 290,000 y 440,000 millones de dólares en las próximas décadas, indica el estudio elaborado por la agencia de Naciones Unidas.
La agricultura sufre
El mismo documento advierte de que África es el continente donde la productividad agrícola ha bajado más, un 34 % desde 1961, a causa del cambio climático, algo preocupante en un continente donde el 55 % de la población aún se dedica al sector primario.
Dependiente cada vez más de las importaciones de alimentos -que la han convertido en una de las zonas más afectadas por los efectos de la guerra de Ucrania en el mercado mundial de bienes básicos-, África podría triplicar esas compras en los próximos años, hasta tener que gastar 110.000 millones de dólares en 2025, alerta el estudio.
Éste se publica en coincidencia con la celebración esta semana en Nairobi, la capital keniana, de la Cumbre del Clima de África, y cuenta también con la colaboración de la Unión Africana (UA) y la Comisión Económica para África de Naciones Unidas (UNECA).
Según los expertos, si se alcanza un incremento de las temperaturas de 4 grados (el Acuerdo de París urge a no superar 1,5 grados), África podría incluso con mecanismos de adaptación sufrir pérdidas anuales equivalentes al 3 % del PIB continental.
Todo ello podría alimentar los conflictos por unas tierras productivas cada vez más escasas, en unos países donde los enfrentamientos entre agricultores y ganaderos por esta razón han crecido en los últimos 10 años, a menudo mezclados con factores étnicos y religiosos en zonas como el Sahel o el Cuerno de África.
Calentamiento acelerado
El informe indica que el ritmo de aumento de las temperaturas se acelera en África como en otras regiones: si fue de 0,2 grados por década en el periodo 1961-1990 en comparación con la era preindustrial (1850-1900), ha sido de 0,3 grados entre 1991 y 2022.
El continente también experimenta un ascenso del nivel del mar de 3,4 milímetros por año, una magnitud similar al resto de regiones del planeta, aunque la media es incluso mayor en sus costas del Mar Rojo (3,7 milímetros) y del Océano Índico (3,6).
Un 43 % de las víctimas del cambio climático el pasado año en África lo fueron a causa de las inundaciones y un 48 % por las sequías, que golpearon especialmente la región del Cuerno de África, donde cinco estaciones consecutivas de malas cosechas han causado en Somalia hambrunas y 1,2 millones de desplazados, a los que hay que sumar otro medio millón en la vecina Etiopía.
El cambio climático no sólo se ha hecho patente recientemente en la peor sequía en 40 años en el Cuerno de África, sino también en los graves incendios que han asolado países del Magreb como Argelia o Túnez, las inundaciones en naciones del Sahel (Nigeria, Níger, Chad, Sudán) o los efectos de los ciclones tropicales en Madagascar.
El informe recuerda que las naciones africanas necesitan 2,8 billones de dólares para poder cumplir sus contribuciones de reducción de emisiones para el cumplimiento del Acuerdo de París, para lo que cuenta con la ayuda de instituciones como el Banco Africano de Desarrollo.