Como todos los años por estas fechas, del 16 al 24 de noviembre se celebra la Semana Europea de la Prevención de Residuos (EWWR en sus siglas inglesas), una campaña de concienciación internacional cuyo objetivo es trasladar a los ciudadanos de los países de la UE el grave problema ambiental, social y económico que supone la gran cantidad de desechos que generamos anualmente.
En su undécima edición, la Semana Europea de la Prevención de Residuos se centra en la educación y la comunicación. Bajo el lema ¡Cambia tus hábitos, reduce tus residuos!, los 30 países participantes en esta iniciativa europea llevarán a cabo más 16.500 acciones de sensibilización (1.738 de ellas en España), para recordarnos que el mejor residuo es el que no se produce a través de consejos y buenas prácticas para evitar el vertido de millones de toneladas de materiales de desecho cada año.
¿Por qué es tan importante reducir la cantidad de residuos?
La reducción de residuos es una de las prioridades de la Unión Europea. Los residuos urbanos se han duplicado desde 1970 y se encuentran en el nivel más elevado desde hace quince años. En 2016, cada persona generaba una media de 500 kg. de residuos municipales en los Estados miembros de la UE, según la Oficina Estadística de la Unión Europea, Eurostat. “Estos residuos son el resultado de unos patrones de producción y de consumo insostenibles”, tal y como señalan los responsables de la campaña EWWR.
Cambiar nuestro comportamiento es clave no sólo para cumplir los objetivos que se ha propuesto la UE en materia de residuos, sino también con los objetivos de mitigación del cambio climático. “La prevención de residuos se ha convertido en un concepto sencillo y esencial en la gestión de residuos; se trata de un factor esencial en el ámbito municipal, pero también nos permite tomar conciencia sobre la escasez de los recursos naturales”, aseguran los organizadores de EWWR.
La Semana Europea de la Prevención de Residuos propone a través de su portal de Internet interesantes ideas para reducir la generación de basura en el hogar y vivir de una forma más sostenible. Te las mostramos a continuación:
Opta por bolsas reutilizables.
Cada minuto se utiliza más de un millón de bolsas de plástico y de papel en la Unión Europea que producen un grave impacto en nuestro medio natural. El actual modelo de embalaje es claramente ineficiente y se puede cambiar de forma sencilla si estamos dispuestos a modificar nuestros hábitos de consumo. ¡Cada gesto cuenta!: No uses envases de un solo uso, reutiliza las bolsas de plástico y de papel, compra a granel o en envases de gran tamaño, cocina y evita los productos precocinados, usa toallas y pañuelos de tela, etc.
Usa baterías recargables.
Cuando estés en casa conecta los pequeños electrodomésticos a la red eléctrica o usa baterías recargables en lugar de pilas de un solo uso ¡También ahorraras dinero!
Evita el desperdicio de alimentos.
Alrededor de un tercio de los alimentos producidos a nivel mundial se pierde o desperdicia.No somos conscientes de la cantidad de comida que tiramos hasta que lo comprobamos por nosotros mismos. Con un simple ejercicio: anotar en un bloc de notas la cantidad de alimentos que arrojamos a la basura a lo largo de la semana, nos daremos cuenta. El objetivo es tomar conciencia de que con una buena planificación y las herramientas adecuadas podemos reducir el desperdicio de alimentos de forma importante en nuestro hogar.
Reutiliza y repara tanto como sea posible.
Cada persona tira entre 13 y 25 kg. de equipos eléctricos y electrónicos (refrigeradores, teléfonos, computadoras, etc.) al año, a pesar de que estos productos contienen componentes contaminantes, como el plomo o el mercurio, perjudiciales para el medio ambiente. La mayoría de estos aparatos electrónicos pueden repararse y, en último caso, reutilizarse. Piensa en dar tus electrodomésticos usados a organizaciones que se encargan de restaurarlos.
Beber agua del grifo.
Beber agua del grifo es sano, barato y, sobre todo, una medida ‘eco’. Administraciones públicas, organizaciones ecologistas y asociaciones de consumidores apoyan esta iniciativa porque reduce el consumo de botellas de plástico, que se han incrementado de manera peligrosa en los últimos años.
Comienza a compostar.
Anima a tu familia, vecindario o compañeros de trabajo a compostar, es una medida muy efectiva para evitar el envío de residuos orgánicos al vertedero y prevenir el desperdicio de recursos naturales. Cuando se composta, tanto los residuos de alimentos básicos (por ejemplo, pieles de plátanos, cáscaras de huevos, etc.) como los residuos verdes (hierba, hojas y ramas pequeñas), se contribuye al consumo de proximidad, ahorrando en tierra, agua, energía y materias primas. Las actividades de compostaje pueden tener una amplia gama de escalas, tamaños y usuarios: desde el vermicompostaje en una bandeja en la terraza de tu casa hasta el compostaje comunitario en escuelas, comunidades de vecinos y centros sociales.
Restringe el uso de la impresora.
Imprime solo las páginas que realmente necesites y utiliza la opción de imprimir por las dos caras. Recuerda devolver los cartuchos vacíos a la compañía proveedora para que los rellene, además de respetar el medio ambiente, esta acción ayudará a generar una nueva actividad y crear puestos de trabajo.
Dona tu ropa vieja.
Dale a tus prendas una segunda vida. Reutiliza la ropa inservible para trapos de cocina, para hacer disfraces, etc. También puedes regalársela a entidades benéficas o a las firmas de moda que disponen de servicios de recogida de ropa usada. Recuerda que, en último caso, siempre te quedará la opción de tirar tus prendas viejas en los contenedores especiales para el reciclaje de residuos textiles situados en el punto limpio de tu municipio.
No al correo basura.
Prácticas como el buzoneo deben tener la sostenibilidad como base. Pon un cartel identificativo en el buzón del correo de tu casa para ayudar a detener la publicidad indiscriminada
Compra bombillas de bajo consumo.
Una bombilla de bajo consumo utiliza un 80% menos de electricidad y dura de seis a ocho veces más.