Cuando apareció el artículo en el cual denunciaba lo ocurrido con las lechuzas del Zoodom, el miércoles 3 de marzo, la directora Patricia Toribio dijo en un programa de televisión que no había muerto ninguna lechuza, que simplemente se habían trasladado a otras jaulas y que todos podían ir a verlas. El jueves 4, a sus familiares y amigos cercanos declaró: Parte de las lechuzas fueron liberadas dentro del parque, la otra sigue en las instalaciones del ZOO. El mismo día, ante la inminente visita de un grupo de ciudadanos preocupados por las lechuzas, surgió una nueva versión, aparecida en el Blog del Arq. Rafael Arvelo: “Este es el resultado del experticio, lo informado por el Zoo en la persona del Dr. Adrell Núñez Matos y las aves que contamos allí:
- 7 ejemplares de Lechuzas Cara Ceniza murieron (Ignoro si les mostraron los cadáveres)
- 11 ejemplares de Lechuzas Cara Ceniza fueron liberadas (El blogista muestra una lechuza suelta en las proximidades del aviario)
- 5 ejemplares de Lechuzas Cara Ceniza están vivas y las fotografiamos, no son las que están regularmente en exhibición”
Ignoramos cuál de las tres versiones es la verdadera, pero debo aclarar que las lechuzas que aparecen en la foto de este blog (al menos las que muestran el anillo) no son del proyecto ni nacieron en cautiverio. Las lechuzas nacidas en cautiverio tienen un anillo mucho más estrecho con una leyenda. Estos ejemplares probablemente son de las lechuzas que continuamente llegan al Zoodom confiscadas o donadas. El Arq. Aclara que no eran de las que regularmente se exhiben, como probatorio de que eran del proyecto. No eran parte del proyecto. De manera que si estas son las únicas sobrevivientes, no sobrevivió ninguna.
En lo que se refiere a las liberadas, surgen varias interrogantes. ¿Cuál fue el protocolo de liberación? ¿Qué metodología se utilizó? ¿Cuáles de los técnicos participaron en la toma de decisiones y a qué hora y cómo se liberaron los animales? ¿Participaron la Dra. Elizabeth Skeet y las Biólogas Altagracia Gómez y Marielis Sánchez? La opinión de esta última es muy importante, ya que es la encargada de la colección de aves del Zoodom. Es necesario que se consulte la opinión de ellas sobre lo ocurrido, con la garantía de que no van a ser canceladas. Puedo adelantarles que el día que trasladaron las lechuzas, Marielis estuvo al borde de una crisis de nervios por la crueldad del espectáculo. Dada la gravedad del caso, es conveniente que se permita opinar a los empleados de la clínica, incluyendo a los cuidadores, sobre los hechos ocurridos recientemente en torno a las lechuzas.
Es extraño que de 12 lechuzas (7 muertas y 5 sobrevivientes), las 5 sobrevivientes luzcan tan saludables y relajadas. ¿Por qué murieron entonces las otras y estas lucen tan lozanas? Otra pregunta, ¿existen fotos de la liberación? Me extrañaría que no existieran, pues el año pasado se liberó una lechuza en las proximidades de un área protegida, con un gran despliegue de prensa y la presencia del Ministro de Ambiente y varios de los funcionarios de su cartera (El Zoodom en primera fila).
La liberación era ilustrada con la foto de una lechuza cara ceniza sostenida por el extremo de un ala por el Ministro y por la otra por un funcionario del Zoodom. ¿Por qué entonces esta liberación se hizo tan secretamente? Otra inquietud crucial: Si estas lechuzas fueron liberadas porque en el Zoológico no hay espacio, ¿por qué mejor no liberaron de los individuos confiscados, que son más adecuados para fines de liberación, pues nacieron en estado silvestre y, como fueron atrapadas adultas casi siempre, saben cazar? Las nacidas en cautiverio, que no saben cazar y han pasado muchos años en cautiverio, difícilmente sobrevivirán (si es que en realidad las liberaron). De ese modo habrían conservado las nacidas en cautiverio, que para los fines del Zoodom son más valiosas. Los zoológicos serios prefieren animales que hayan nacido en cautiverio, primero por razones éticas, ya que así le quitan presión a las poblaciones silvestres, y segundo por facilidades de manejo, pues los animales nacidos en cautiverio son mas adaptables. Que los responsables de esta acción ignoren estos principios no es lo grave; lo grave es que ni siquiera están concientes de su ignorancia y no consultan a sus colegas con más experiencia.
Otra preocupación: ¿Qué hicieron con los cadáveres de las 7 lechuzas que supuestamente murieron? Lo correcto era enviarlos al Museo Nacional de Historia Natural, para enriquecer la colección de “pieles” de esta importante institución. Como eran nacidos en cautiverio, los técnicos del Museo podrían compararlas con las pieles de ejemplares salvajes que ya existen en su colección.
Que una jaula estuviera a punto de colapsar no era excusa para maltratar y eliminar a las lechuzas. Matar al que vive en edificaciones vulnerables me parece una estrategia macabra de previsión sísmica. Tampoco es cierto que yo fuera el culpable de la situación de deterioro, aunque la mayor responsabilidad no es de la actual administración. Sin embargo, en septiembre del 2009 (hace 5 meses) le pedí a mi asistente (yo estaba de vacaciones) que solicitara materiales para la reparación de las jaulas de las lechuzas. No recibimos respuesta.
La directora ha dicho varias veces que abandoné el Zoodom en junio del 2009. Olvida, o a lo mejor no se enteró, que del 27 de julio al 10 de agosto celebramos un taller, coordinado por mí, sobre Instalaciones de Plataformas en Árboles Emergentes, el cual estuvo a cargo de Thomas White y el equipo técnico del proyecto de Recuperación de la Cotorra Puertorriqueña, dentro del convenio RDCAFTA. En agosto pedí mis vacaciones correspondientes al 2008 y al 2009 y luego estuve amparado por una licencia médica hasta finales de diciembre, cuando se originó el problema de las lechuzas. Comuniqué a las altas instancias mi dificultad para permanecer en el Zoodom con esa atmósfera, y se inició el trámite para mi designación en otro cargo.
El Lic. Danaris Santana, quien fue el director que firmó el acuerdo que dio inicio al proyecto de las lechuzas, y el Dr. Alfonso Ferreira, a quien le tocó dirigir el Zoodom en el período de sus mayores logros, pueden testificar si se trataba de un proyecto personal o institucional.
Para quienes han insinuado que no merezco el salario que me paga el Zoológico, me veo obligado a mencionar las 8 especies de aves (nativas y endémicas) reproducidas en el Zoológico bajo mi responsabilidad, cifra superior a la alcanzada por la institución en toda su historia.
<http://www.facebook.com/photo.php?pid=11393307&op=1&view=all&subj=359463105736&aid=-1&auser=0&oid=359463105736&id=593845182>
Pichón de Lechuza cara ceniza nacido y anillado en el proyecto.
<http://www.facebook.com/photo.php?pid=11393311&op=1&view=all&subj=359463105736&aid=-1&auser=0&oid=359463105736&id=593845182>
Lechuzas presentadas al grupo que visitó el ZooDom.
Por: Simón Guerrero