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Con gran beneplácito recibió la mayor parte de la población Dominicana el Informe Técnico de la Comisión del PNUD, que reitera que el proyecto de Cementera y la consecuente explotación minera en la zona periférica al Parque Nacional de Los Haitises no es “Viable Ni Pertinente”.
Los promotores han anunciado que ubicarán su proyecto en otro lugar, no sin antes escenificar un “pataleo” calificando de “sesgado” el Informe del organismo multinacional y de insinuar un supuesto complot de otros fabricantes.
El Informe del PNUD se recoge en dos (2) documentos técnicos, uno de 78 páginas que analiza el proceso de otorgamiento de la Licencia y evalúa a profundidad la viabilidad y pertinencia del Proyecto. El otro documento consta de 273 páginas y recoge el conjunto de los informes técnicos elaborados por los especialistas.
La maniobra de procurar una opinión externa pudo obedecer a la reiterada incapacidad gubernamental para reconocer la razón y hacer concesiones a los sectores populares y sociales organizados. O bien una forma de dar largas con la esperanza de que se diluyera en el tiempo la presión social.
El retiro del Proyecto de Cementera en Gonzalo es un gran precedente a favor del uso sostenible de las zonas de amortiguamiento de todo el Sistema Nacional de Areas Protegidas.
Pero son necesarias otras medidas complementarias para que no nos quedemos entre “Lucas y Juan Mejìa”, es decir sin una definición clara de la estrategia a seguir para alcanzar los objetivos de conservación del Parque y el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de su periferia.
Falta cuantificar el daño causado, exigir la compensación y aplicar la recuperación.
Falta dejar sin efecto todas las concesiones mineras en el entorno de Los Haitises y otras áreas naturales protegidas.
Es necesario retomar la aplicación del Decreto 17-06 emitido por el propio Presidente Fernández, que define la estrategia para solucionar la problemática social generada por el desalojo y las actividades incompatibles en el Parque Nacional de Los Haitises.
Los terrenos concedidos deben ser recuperados e incorporados en la zona de amortiguamiento del área protegida, que debe ser definida. Junto a otros, estos terrenos deben dedicarse para el reasentamiento de los desalojados que ordena el referido decreto y de otros campesinos sin tierra que presionan sobre el área protegida.
Esos asentamientos deben ser dedicados a un proyecto de producción sostenible que incluya la asistencia técnica, el financiamiento de la producción y el acceso a mercados. Una producción basada en tecnologías compatibles con los objetivos de conservación del Parque y las regulaciones de una zona de amortiguamiento.
La periferia de Los Haitises representa una oportunidad para ensayar una estrategia de gestión sostenible de una zona de amortiguamiento, que puede ser modelo para otras áreas protegidas.
Junto a esas medidas de corte social, es necesario fortalecer la capacidad de gestión del Parque, con participación de los actores organizados vinculados al mismo y el reforzamiento del sistema de control y vigilancia.
Vale felicitar a la juventud que impuso su entusiasmo y vigor a la lucha, que marcó una impronta novedosa e innovadora, que fue capaz de llevar una lucha larga y difícil y motorizar la acción de otros actores sociales.
Reconocer la capacidad de movilización y la solidez del liderazgo de los campesinos de Los Haitises, a los comunicadores que se zafaron de la mediocridad pagada, a los artistas comprometidos que combinando arte y lucha hicieron un aporte clave, logrando trastocar una en otra y viceversa. A los técnicos que dieron sustancia a la demanda popular y al pueblo entero que acompañó la Lucha.
Por: Roberto Sanchez
Clave Digital
