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Desove de coral y reproducción asistida: una carrera para recuperar nuestros arrecifes

Es el lunes 15 de mayo. Técnicos de la Fundación Dominicana de Estudios Marinos (Fundemar) y voluntarios de Scuba Caribe, Dressel Divers, Slow Dive Casa Chihuahua, Viva, GIZ y Fundación Cerny se preparan para salir con un mar picado y poca visibilidad bajo las olas. No son las condiciones idóneas para bucear o hacer snorkel, pero lo hacen con una misión: esperar que la especie de coral Diploria Labyrinthiformis desove.

Fundemar tiene más de una década de experiencia en restauración coralina y es pionera en la implementación de técnicas de reproducción sexual asistida de corales en el país, abriendo el primer laboratorio de reproducción asistida en 2019 y lanzando una guía en el 2022 con el fin de que otras instituciones puedan replicar los esfuerzos.

Con la experiencia saben que entre abril y mayo se lleva a cabo uno de los misterios más interesantes que existen en el arrecife de coral: el desove simultáneo de la especie antes mencionada.

Los corales son colonias de animales que construyen arrecifes con estructuras calcáreas. Cada coral está compuesto de pólipos, animales con un cuerpo tubular y tentáculos alrededor de su boca y además se reproducen de forma sexual y asexual.

Estos corales forman una simbiosis vital con microorganismos fotosintéticos llamados zooxantelas, que les proporcionan nutrientes a través de la fotosíntesis. Los arrecifes de coral son ecosistemas ricos en especies marinas y protegen las costas como barreras naturales. Sin embargo, los corales son vulnerables a cambios ambientales, como el calentamiento del agua y la contaminación, causando el blanqueamiento y posible muerte de los corales.

Los corales están muriendo

Rita Sellares, directora de Fundemar explicó a Diario Libre que los arrecifes de coral son ecosistemas marinos intrínsecamente valiosos y altamente biodiversos, que brindan protección contra tormentas y huracanes, recursos alimentarios y alternativas laborales para las comunidades costeras.

«Desafortunadamente, los arrecifes de coral están disminuyendo en todo el mundo debido a factores globales como el calentamiento de los océanos, acidificación, etc. Y locales como la contaminación, sobrepesca, desarrollo costero no regulado y altos niveles de uso. En el Caribe, los eventos epizoóticos de enfermedades masivas como, por ejemplo, la enfermedad de pérdida de tejido del coral pétreo (SCTLD), las mortandades masivas de erizos de mar y los eventos de blanqueamiento están reduciendo drásticamente la cobertura de coral y la abundancia de herbívoros clave. En consecuencia, la estructura y función de estos ecosistemas están cambiando a estados dominados por algas a un ritmo sin precedentes», indicó.

La República Dominicana, al ser parte de una isla, depende en gran medida de los arrecifes de coral y los servicios ecosistémicos que brindan, como la protección contra inundaciones, el desarrollo económico y la seguridad alimentaria. Varias amenazas a los arrecifes se han ido acumulando recientemente, con las altas temperaturas del agua causando los primeros informes de eventos de blanqueamiento masivo en la región sureste en 2019 y 2020. El SCTLD se reporta en la costa norte del país desde 2019

A principios de 2022 Fundemar registró dos eventos epizoóticos simultáneos: SCTLD y la muerte de erizos en el sureste de República Dominicana que potencialmente podrían producirse cambios rápidos en los arrecifes de esta región.

«Como resultado, las poblaciones de coral experimentarán una reducción en su diversidad genética, lo que afecta su capacidad para adaptarse rápidamente a los cambios ambientales. La diversidad genética de especies de coral ecológicamente importantes es vital para garantizar su resiliencia. Por lo que, el desarrollo científico de técnicas novedosas es necesario para poder mejorar y optimizar los esfuerzos de restauración», explicó Sellares.

La mayoría de los esfuerzos de rehabilitación y/o restauración de corales en el Caribe se han centrado en la propagación asexual tradicional del tejido coralino de los acropóridos. Debido a la importancia de integrar la propagación asexual y sexual de los corales para no solo repoblar los arrecifes sino también contribuir a su diversidad genética con nuevos individuos, Fundemar está trabajando para escalar la reproducción asistida de corales utilizando técnicas novedosas en alianza con Secore International.

El desove

Fundemar tiene datos suficientes para calcular con mucha precisión los posibles días y la hora del desove, en el caso del Diploria Labyrinthiformis, lo hace de manera simultánea entre las 5:50 y 6:30 de la tarde, en los días cercanos a la luna nueva.

A las 3:00 de la tarde del lunes 15 de mayo preparan todos los equipos para embarcarse en el pueblo de Bayahíbe, tienen marcadas cerca de sesenta colonias a unos novecientos metros de la costa, donde la profundidad promedio es de unos seis metros.

Cuatro embarcaciones zarpan pasadas las 4:30 de la tarde hacia las colonias. Una quinta embarcación se amarra en donde han instalado unas piscinas flotantes especiales a unos 500 metros de la costa, donde se van a colocar gran parte de los embriones de coral (una parte va al laboratorio y otra a las piscinas).

Pasadas las 5:00 de la tarde, diferentes buzos y técnicos en snorkel se lanzan al mar picado, para poner los dispositivos de captura de los gametos de coral. Cada dispositivo es una red fina que se coloca sobre las colonias seleccionadas, las cuales llevan un embudo y, al extremo, un frasco transparente que recibirá los paquetes que liberan las colonias con los óvulos y el esperma. Se percibe cierto estrés en los grupos.

Luego de colocar las redes a 60 colonias, todos suben a los botes para esperar unos 20 minutos y salir a verificar que el desove haya iniciado.

Rita Sellares, directora de Fundemar, ha organizado junto a su equipo Andreina Valdez (coordinadora de Biodiversidad), María Villalpando (coordinadora de investigación y desarrollo) y Yulissa Reyes (coordinadora del Laboratorio) cada detalle, nada puede fallar.

A las 6:00 de la tarde bajan los buzos. Uno de ellos sale a la superficie y avisa que el desove ha iniciado. Cada equipo se lanza al agua y esperan que termine el desove, el cual dura entre 20 y 30 minutos en perfecta sincronía entre colonias, pareciera que se comunicaran entre ellas.

La corriente es fuerte, pero parece no importar. Luego de 20 minutos, los técnicos remueven los frascos y son llevados a su respectivo bote. Remueven las redes y hacen un conteo rápido. Han recolectado 13 frascos, cerca de un 20 % de las colonias desovaron, el estrés se transforma en satisfacción.

En el laboratorio mezclan en contenedores los óvulos y esperma de las diferentes colonias, verificando cada 20 minutos si hay fecundación. Una colonia no puede fecundarse ella misma. Debido a la muerte por diferentes causas las colonias de coral cada vez se encuentran más distantes una de otras y hace que al desovar disminuyan las posibilidades de reproducirse, por ello la importancia de la reproducción sexual asistida.

El milagro de la reproducción sexual de los corales, en el caso de esta especie, se logra después de una hora, una vez logrado el 80 % de fertilización de los óvulos. En unas cuantas horas pasan a estado larvario. Las pequeñas larvas tienen la capacidad de nadar, el único momento en la vida del coral que puede desplazarse.

A partir de este momento, las pequeñas larvas empiezan a moverse verticalmente en la columna de agua para buscar un sustrato con las condiciones necesarias para asentarse y convertirse en recluta, e iniciar el largo camino para convertirse en colonia. Esto se simula en los tanques del laboratorio, colocando sustratos artificiales de cerámica y cemento, previamente curados en el mar y con las algas que prefieren las larvas para asentarse.

Los técnicos discuten si este ha sido el desove masivo que esperaban, ya que la enfermedad del coral ha avanzado entre las colonias. Deciden salir de nuevo, el martes 16 a la misma hora y al mismo punto donde tienen marcadas las colonias, y esta vez sí se observa el desove masivo que esperaban. Cerca de 40 frascos salen del agua con los gametos empaquetados, provenientes de 38 colonias. Es un récord de colecta de esta especie para Fundemar. También se confirmaba el desove en diferentes puntos del país y el extranjero.

Con los nuevos gametos se inicia de nuevo el proceso de fertilización y los técnicos asisten la fecundación de los gametos hasta altas horas de la noche. Una vez lograda la fertilización, los embriones son repartidos entre piscinas y laboratorio, el restante es llevado al arrecife donde se produjo el desove y son liberados para que tengan una oportunidad de asentarse en algún lugar, Fundemar a esto le ha llamado particularmente «Karma».

Luego de varias horas los embriones pasan a larvas, y el equipo de Fundemar monitorea el asentamiento de las larvas en los sustratos previamente tratados y colocados en las piscinas y el laboratorio. Estas larvas posteriormente se convierten en reclutas y empiezan a formar el primer pólipo del coral, es en esta fase que serán trasplantados en diferentes lugares estratégicos de los arrecifes de Bayahíbe.

Los resultados

En el caso del coral Diploria Labyrinthiformis en abril se consiguieron por fertilización asistida 721,784 embriones y se sembraron unos 1,000 sustratos en el mar.

Entre el 15 y 16 de mayo se lograron 15 millones de embriones, 4,699,038 embriones se dividieron entre el laboratorio y cinco piscinas flotantes, el resto se devolvió al mar (Karma).

Fundemar combina técnicas de reproducción sexual y asexual con el objetivo de aumentar simultáneamente la complejidad estructural y la resiliencia de los arrecifes. Para la producción asexual, Fundemar cultiva Acropora Cervicornis y A. Palmata en viveros in situ, actualmente capaces de contener más de tres kilómetros de tejido de coral (extensión lineal total), salvaguardando los genotipos de estas especies y proporcionando un valioso hábitat y estructura para la vida marina.

En los últimos tres años, Fundemar ha podido aumentar la producción y siembra de reclutas de coral, sembrando más de 11,500 sustratos con más de 500,000 reclutas de seis especies (Diploria labyrinthiformis (DLAB); Acropora palmata (APAL); Acropora Cervicornis (ACER); Dendrogyra Cylindrus (DCYL); Colpophyllia Natans (CNAT) y Pseudodiploria Strigosa (PSTR).

Esto ha resultado en la mayor producción de reclutas de coral reportada en la región del Caribe y convirtió a Fundemar en un centro de desarrollo de capacidades para otras instituciones nacionales e internacionales. En 2021 se produjeron cinco veces más sustratos con reclutas y 10 veces más reclutas respecto al primer año de implementación.

Esta alta producción fue posible gracias a la integración y adaptación de tecnologías novedosas y asequibles diseñadas por Secore International y la capacitación patrocinada por The Nature Conservancy con Secore International, Coralium Lab y Caribbean Research and Management of Biodiversity (Carmabi).

Y también el apoyo de varios proyectos internacionales como el Caribbean Biodiversity Found, PPS, TNC, y los aliados del Destino Turístico de La Romana (el Consorcio Energético Punta Cana – Macao, Asociación de Hoteles La Romana Bayahíbe, Central Romana, Scuba Caribe).

En 2023 la meta es mucho más ambiciosa, debido a que los corales se están viendo altamente afectados por la enfermedad de pérdida de tejido de coral. Los datos de monitoreo aún están siendo procesados pero se calcula una pérdida aproximada del 40-50 % de la cobertura coralina.

Este reportaje se hizo dentro del marco del taller: «La restauración de ecosistemas y el cambio climático desde una óptica centroamericana y caribeña» organizado por Periodistas por el Planeta (PxP) y la Organización para Estudios Tropicales (OET) en Costa Rica.

Diario Libre