Una cueva prehistórica llena de agua en la República Dominicana se ha convertido en un «hallazgo del tesoro» tras el anuncio hecho por arqueólogos de la Universidad de Indiana sobre el descubrimiento de herramientas de piedra, una calavera pequeña de primate en condiciones extraordinarias, las garras, la mandíbula, y otros huesos de varias especies de perezosos.
Los descubrimientos extienden por miles de años el alcance de las investigaciones de Charles Beeker, director del Programa Académico de Buceo y Ciencia Submarina, parte de la Facultad de Salud, Educación Física y Recreación (HPER) de IU Bloomington, y su equipo interdisciplinario de colaboradores. El enfoque de los investigadores se ha centrado en la época que se inició hace apenas 500 años, cuando el Viejo Mundo y el Nuevo Mundo se conocieron por primera vez, después de que Cristóbal Colón pisara la costa del Caribe, y en la tradición popular de los piratas. Se espera que este extraordinario descubrimiento aporte nuevos conocimientos sobre los habitantes primitivos de las Antillas Mayores y de los animales con los que se encontraban.
«Para ser sincero, no podía creer mis ojos cuando vi cada uno de estos asombrosos descubrimientos bajo el agua», dijo Beeker. «Los esqueletos casi intactos de fauna extinta realmente me impresionaron, pero lo que quizás sea un fogón de la primera ocupación humana de la isla parece ya demasiado bueno para ser cierto. Pero ahora que las herramientas líticas (herramientas de piedra) han sido autenticadas, estoy ansioso por dirigir otra expedición bajo el agua hacia el que podría convertirse en uno de los sitios prehistóricos más importantes de todo el Caribe».
Beeker y los investigadores Jessica Keller y Harley McDonald encontraron las herramientas y huesos en agua dulce, a entre 28 y 34 pies de profundidad, en una cueva llamada Padre Nuestro. Cerca, y también bajo el agua en la misma cueva, se encontraron más artefactos recientes de los Taíno. Los Taíno fueron los primeros indígenas americanos que se encontraron con europeos. Beeker y sus colegas han estado buceando en esta cueva (la cual está situada debajo de un risco de piedra caliza y solamente es accesible tras la inmersión en una alberca pequeña) desde 1966, estudiando su uso por los Taíno como sitio para recoger agua.
Geoffrey Conrad, Director del Museo Mathers de Cultura Mundial en IU Bloomington y profesor de antropología, dijo que se calcula que las herramientas datan de hace entre 4.000 y 6.500 años. Los huesos podrían tener entre 4.000 y 10.000 años. Mientras que los huesos de perezoso son más comunes, él solamente conoce de unas pocas calaveras de primates encontradas en el Caribe.
«No sé de ningún otro lugar que tenga perezosos, primates, y herramientas de piedra hechas por seres humanos en un solo conjunto de alrededor de la misma época», dijo Conrad, quien es también Vicerrector Asociado para la Investigación Académica en IU Bloomington. «Ahora mismo, esto tiene el potencial de ser un tesoro de datos que nos ayudará a fijar la relación de tiempo entre humanos y animales extintos en las Antillas Mayores. Este sitio definitivamente merece una investigación amplia».
Las tres herramientas de piedra y los retazos, hechos de basalto y caliza, fueron examinados por los antropólogos de IU Nicholas Toth y Kathy Schick, reconocidos a nivel internacional, quienes dijeron a los investigadores que las piedras (del tamaño de la palma de la mano) muestran señas indudables de que fueron hechas por seres humanos. Toth y Schick son co-directores del Centro de Investigación de la Fundación Antropológica de Tecnología (CRAFT), Instituto de la Edad de Piedra en Bloomington.
El experto en primates de IU, Kevin Hunt, dijo a los investigadores que el primate podría haber sido un mono aullador, especie desaparecida en el Caribe. Keller dijo que los huesos de perezoso vinieron de seis, posiblemente siete ejemplares e incluso de varias especies, incluyendo una del tamaño de un oso negro y otro del tamaño de un perro grande. Ella dijo que la calavera de primate es significativamente diferente de las demás calaveras de primates encontradas en el Caribe.
«Muy pocas calaveras de primates se han descubierto en el Caribe», dijo. «Las otras, encontradas a fines de los años 1800 y a principios de los 1900, son tres veces más grandes. Hemos recibido permiso para traer la calavera a la Universidad de Indiana para más análisis. Todo esto es muy emocionante».
Conrad dijo que las herramientas líticas y los huesos, los cuales han llegado al laboratorio de Beeker en la Facultad de HPER, no sólo han expandido el programa de investigación a una época más temprana, sino también a un tema de interés mundial, la extinción de aves nativas y animales en el momento de la llegada de los seres humanos. Los perezosos caribeños están entre las muchas especies que desaparecieron poco después de la presencia humana.
Los investigadores de la Oficina de Ciencia Submarina en la Facultad de HPER trabajan junto con organizaciones culturales, históricas, y agencias de turismo en la República Dominicana para proteger y explorar el patrimonio cultural del país y su historia natural. Keller dijo que el interés local por estos descubrimientos ha sido fenomenal. La cueva donde fueron descubiertos, que es parte de un acuífero y sistema de cuevas que provee agua a los centros turísticos cercanos, se ha cerrado para asistir a los propósitos de la investigación
«Hay fuerte interés en proteger la cueva y en que continúe la investigación», dijo Keller. «Nuestros socios estaban entusiasmados aún antes de que encontráramos el primate». (Indiana U.) Información adicional en: Indiana U.