Por: Oscar Quezada
Junto a la práctica ilegal de quemar carbón para venderlo en Haití, los montes, lomas y montañas de Bahoruco son atacados por grupos que cortan y utilizan el árbol de guaconejo como ingrediente para la fabricación de perfumes.
Este árbol endémico de la sierra de Bahoruco es cortado por personas que hace años descubrieron el costo que tiene esta planta para la elaboración de perfumes. Informes suministrados a El Caribe dan cuenta de que tras ser cortado de forma indiscriminada y con supuesta complicidad de las autoridades, el guaconejo es llevado al municipio de Cabral, en Barahona, donde es sometido a un proceso de demolición que lo convierte en polvo.
Ya sometido a este proceso, es transportado hacia Haití de forma alegadamente clandestina, desde donde es llevado a varios países de Europa especializados en fabricación de perfumes, como Francia, que, según informes, es el que más demanda de esta materia prima.
“Nosotros, todo el tiempo, hemos dicho que detrás de eso andan turpenes o personas grandes del Estado. ¿Por qué?, porque cómo cruzan por los cuarteles policiales con los camiones llenos de guaconejo. Cómo y de qué manera”, se pregunta el ambientalista Aníbal Cena.
La queja de Cena se puede comprobar haciendo un recorrido por los poblados de Bahoruco. Y es que, por las calles de esta provincia no es raro ver a un camión cargado de guaconejo dirigiéndose a Cabral.
La pasada semana, reporteros de este diario presenciaron dos camiones estacionados en una bomba de expendio de gasolinas, ubicada en la carretera que cruza el municipio de Poster Río.
El primer camión, marca Daihatsu, color azul, supuestamente había sido dejado en la estación de combustibles por problemas con un neumático. Alegadamente, el propietario decidió dejarlo en este lugar, hasta tanto se resolviera la eventualidad. Sin embargo, ninguno de los neumáticos de este vehículo, placa L200277, presentaba el inconveniente señalado.
El camión fue visto en horas de la mañana. En horas de la tarde, en el mismo lugar donde estaba estacionado el primer vehículo, había un segundo camión color blanco y con el frente pintado de rojo, igualmente cargado de guaconejo. Este vehículo tenía la placa L211323. En este caso, el pretexto fue la falta de combustible.
Sin embargo, estaba estacionado justo en un negocio de expendio de gasolinas. El vendedor de la estación aseguró que los dueños de estos camiones contaban con permisos ambientales y que andaban con dos guardias custodiando la mercancía.
Cena insiste en que por la depredación, ya el guaconejo está casi en extinción, por lo que duda que su tala cuente con el permiso correspondiente.
“Es claro que los depredadores tienen amarres con las autoridades, especialmente con la gente de Medio Ambiente”, aseguró el ambientalista.
Un negocio muy lucrativo
El corte de guaconejo es tan lucrativo que se cree que los exportadores están pagando hasta 6 euros por cada tronco seco de este árbol.
Informes obtenidos por El Caribe aseguran que los camiones cargados transitan por la Hoya de Enriquillo y luego se internan en Haití.
El guaconejo es un árbol de pequeño y mediano porte, originario del bosque seco o seco-húmedo. Es una planta aromática, de cuyas raíces, corteza y tallo se desprende un olor muy exquisito que la industria mundial de perfumes ha descubierto y que está explotando su comercialización a escala mundial.
Anteriormente, el guaconejo se usaba únicamente con fines medicinales, pero debido a su gran demanda por la industria del perfume esta práctica parece ser cosa del pasado. Este uso es el que explica que los montes y bosques de Bahoruco, la Sierra de Neiba, parte de la vertiente Sur de la cordillera Central y en menor escala la Sierra de Martín García estén siendo depredados para su obtención y posterior comercialización.
Via: El Caribe