SAN JUAN. Cayo Santiago, conocido popularmente como la Isla de los Monos, situado frente a Humacao, municipio de la costa este de Puerto Rico, fue declarado reserva científica por mandato de ley.
La Universidad de Puerto Rico informó ayer a través de un comunicado que el gobernador, Ricardo Rosselló, convirtió en norma con su firma a la pieza legislativa conocida como la “Ley para la Promoción Educativa y Científica de la Colonia de Monos de Cayo Santiago” o Ley 128.
“Agradecemos al gobernador por convertir en ley esta medida histórica. Este centro, único en el mundo, ha servido para desarrollar importantes investigaciones científicas por los pasados 80 años, y esta es la primera vez que se crea una ley clara para su protección. Esta ley contribuirá al desarrollo académico, de investigación y económico de Puerto Rico”, señaló Segundo Rodríguez, rector interino del Recinto de Ciencias Médicas (RCM).
Señaló que con la aprobación de esa medida se atiende una petición de la comunidad académica y de investigación del Centro de Primates.
“Este es también un gran logro para nuestro equipo legal, quienes se encuentran desarrollando propuestas adicionales que impulsan el avance científico y académico. Todo el proceso ha contado con el ‘insumo’ y el apoyo de la comunidad científica internacional y de los Centros Nacionales de la Salud”, explicó.
La medida, de la autoría del senador Abel Nazario y que nació como una iniciativa del RCM y de su rector, establece acciones y medidas administrativas y operacionales para que las personas no entren en contacto con estos monos a través del establecimiento de un perímetro de 200 metros desde la línea de la costa designada como Área de Protección de Monos de Cayo Santiago.
De igual forma prohíbe que las embarcaciones y los vehículos de navegación sean operados, transiten, paseen, anclen o discurran por el Área de Protección de Monos.
“La gran semejanza fisiológica y anatómica que tienen los monos macaco Rhesus con los seres humanos coloca a la colonia que reside en Cayo Santiago en una posición clave para llevar a cabo estudios científicos sobre condiciones que padecemos los seres humanos”, indicó por su parte Melween Martínez, directora del Centro de Primates del Caribe.
“La comunidad científica que lleva a cabo sus investigaciones en Cayo, así como nosotros que trabajamos en la isla, estamos muy agradecidos de que por fin se logre una Ley que protege este lugar tan único. La Ley 128 redundará en protección a las investigaciones, los animales y el público que se acerca a Cayo Santiago”, destacó Martínez.
EFE / Diario Libre